- ¿Que esta... Pasando?
- Tus amigos son muy ingenuos...
El chico volteo sus ojos hacia su padre de la sorpresa.
- ¿Que...?
- Pronto ellos van a morir y vamos a verlo juntos.
El dios se empezó a reír a carcajadas. La furia de Ezequiel incrementó de manera abismal, sus ojos en segundos se tornaron rojizos, una intensa aura purpura rodeo su cuerpo y sin dudar más lanzó un feroz puñetazo contra su padre.
Sin embargo, dicho puño fue detenido simplemente con la palma de la mano del dios, quien cambio su expresión a una más seria. Sus ojos deformes lo miraron atentamente.
- ¿Que diablos crees que estas haciendo?
El rubio no le respondió, solo intentaba empujar su puño con toda la fuerza que tenía, este temblaba ligeramente, era como si estuviera intentando destrozar un muro. El dios mostró una sonrisa.
- El juego... Empieza...
Entre el humo negro salió el, tosiendo un poco, se veía asombrado.
- ¿Que... Diablos...? Creí que moriría...
Suspiro aliviado, Faku vio la muerte frente a el ante ese ataque, aún no entendía como había sobrevivido, escucho unos pasos, Raizo se le acercaba tranquilamente.
- Acabar contigo directamente hubiera sido aburrido... Quiero ver que puede hacer el hijo de Edu.
El chico de piel morena se levantó, agarró el mango vacio y nuevamente hizo aparecer el filo de un espadón. Lo miro fijamente.
(Que fue ese ataque... Fue tan rápido que apenas y pude predecirlo... ¿Un corte? No... Es imposible que me hubiera cortado sin siquiera moverse...)
Raizo nuevamente se fue poniendo en posición, su mano fue al mango de su espada y se mantuvo firme. Faku no tenía idea de como atacar, hacia donde ir, como empezar. Sus manos llegaron a temblar ligeramente.
- ¡No me defraudes!
Nuevamente el hombre de ojos cerrados empezó a desenvainar la katana y en segundos nuevamente un feroz rayo de luz fue directo hacia el, el joven de piel morena movió rápidamente su espadón para que este chocara con dicho rayo, pero el poderoso impacto hizo que este saliera disparado hacia atrás.
Logró frenarse aplicando bastante fuerza en sus piernas y cayó de rodillas al suelo. El filo de su espada se había agrietado y en instantes cayó en mil pedazos. Este quedó sorprendido, era un ataque realmente poderoso.
- Eres muy resistente, interesante.
Dijo Raizo con tranquilidad mientras volvía a guardar su katana. Faku chasqueo la lengua y se puso de pie.
- No voy a distraerme más...
Apretó firmemente el mango y un aura azul empezó a rodear su cuerpo.
- ¡Tengo que rescatar a mi amigo!
Sin más, se lanzó contra el hombre de ojos cerrados, quien solo esbozó una sonrisa leve y sin dudar el también fue corriendo hacia el chico. En el camino, el joven nuevamente hizo aparecer el ancho filo de un espadón, pero esta vez este era completamente de color azul.
Poco a poco Sunray fue retirando su katana de la vaina hasta que ambos estuvieron cara a cara terminando en un poderoso choque de espadas. El poderoso ruido metalico provoco un temblor, el suelo justo debajo de ellos se agrietó.
La gente de los alrededores corría asustada ante todo lo que estaba pasando.
Thom aun entraba en panico, sin saber que hacer, frente a el estaba una loca mujer arpía, con unas amplias alas metalicas. Este no podía pensar bien ante el miedo, pero entonces recordó todo lo que había pasado, su padre, sus amigos, todo lo que había vivido hasta ese momento, no era momento de temer.
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The Legend Of T
AksiTomas es un joven normal con extraños poderes. A sus 16 años inicia en una nueva escuela, sin embargo, ciertos acontecimientos revivirán una vieja meta que se impuso desde niño. Conseguir un equipo y salvar al mundo.