Los 3 chicos estaban decididos, su determinación estaba en la cima y ni siquiera esos 3 clones parecían poder frenarlos en ese momento. Tomas, Faku y Ezequiel, estaban dispuestos a terminar con la pelea, el caos en el lugar se había calmado, los alumnos, algunos con leves heridas y otros totalmente asustados se escondían en donde podían por el temor de que algo malo les pudiera pasar, sin embargo, ellos, quienes ya habían presenciado eventos anteriores de los 3 protagonistas, confiaban plenamente en lo que podían hacer.
Dentro de ese destrozado salón de clases, Faku tenía firmemente su espada, tenía algunos cortes leves, respiraba un poco agitado, pero se podía notar una fuerte aura azul rodearlo. Aquel clon de color gris solo apretó su espadón y un aura rojo muy oscuro lo rodeaba.
-Estas cometiendo un grave error...
-Demuéstrame que me equivoco...
Dijo el joven de piel morena con un tono retador y serio, mirando a su copia con enfado, este no dudo en lanzarse contra la figura gris, quien también se lanzo contra el, ambos espadones chocaron brutalmente y entonces, a una velocidad impresionante, ambos comenzaron un brutal choque de armas.
A pesar del peso de sus armas, estos podían moverse con demasiada rapidez, como si llevasen espadas pequeñas, no, era incluso como si tuvieran encima un simple cuchillo, las chispas salían disparadas por todos lados, el fuerte sonido de los metales chocando era algo ensordecedor.
Los ojos de ambos estaban fijos en ellos, el enojo y el odio que se tenían era casi mutuo, los choques no parecían parar, solo aceleraban poco a poco, cada uno con intensiones de acabarse. En un momento, aquella figura gris movió su arma con fuerza logrando desviar el arma de Faku, haciendo que este quedase desprotegido.
Este hizo girar su arma, usando el reverso de la misma, hizo un bruto movimiento horizontal golpeándolo fuertemente en las costillas al joven de piel morena, el impacto fue demasiado bruto, este trato de sostener su arma, no quería soltarla.
Su clon aplico demasiada fuerza y logro empujarlo, lanzando el cuerpo del joven contra una de las paredes de ese salón, haciendo que lo atraviese y entrase a otro pequeño salón, donde allí solían juntarse varias preceptoras.
Una vez cayo entre unas mesas, este vomito sangre y empezó a toser con fuerza, perdió la fuerza y soltó el arma, no paraba de toser.
A pasos tranquilos entraba aquella figura gris, moviendo algunos escombros con tranquilidad, sus ojos brillaban de furia, Faku solo admiro eso con ciertos nervios, logro girar hacia donde estaba su espada y tomarla para salir corriendo.
Salió de aquel salón y se apartó agarrando su costado izquierdo, no tuvo de otra más que subir hasta el segundo piso a paso rápido, respiraba agitado, tosía de vez en cuando. Apenas llego al segundo piso, se apoyo contra una pared y cerró los ojos.
En el silencio escuchaba los pasos de su clon, estaba viniendo por el, una gota de sudor bajaba conforme escuchaba como se acercaba, trago saliva un poco y apretó sus puños.
-Maldición...
Susurro este cansado, cerró los ojos un poco y entonces empezó a correr de nuevo, paso por un pasillo donde luego, frente a el habían unas escaleras, las cuales sin dudarlo bajo, allí, se podía ver a Ezequiel y a Tomas peleando contra sus respectivos clones, ambos estaban esforzándose al máximo para ganar y se notaba por como recibían los golpes y a pesar de eso se ponían de pie.
Faku termino por bajar de nuevo al primer piso, sin embargo, cuando corría, el techo se agrietó y de este bajo su copia, elevanto su espada para darle un ataque mortal, el cual por suerte, el joven pudo frenar elevando su espada, el impacto y la fuerza hizo que entrecierre los ojos, pues sus costillas aún dolían.
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The Legend Of T
AksiTomas es un joven normal con extraños poderes. A sus 16 años inicia en una nueva escuela, sin embargo, ciertos acontecimientos revivirán una vieja meta que se impuso desde niño. Conseguir un equipo y salvar al mundo.