-Ezequiel... Si quieres abrirte paso en el mundo, debes tener poder...
Un joven adolescente cayó al suelo completamente destrozado por golpes, quedó allí, noqueado. La mirada fría de un niño rubio, parecía verlo con total decepción, sus puños estaban manchados de sangre e incluso estos mismos goteaban por la misma.
Una enorme figura de casi 2 metros estaba detrás de el.
-El poder es lo que te llevara a la gloria, es lo que lograra darte el respeto que tu mereces.
Un grupo de al menos 4 chicos mayores que el menor, estaban ahí sorprendidos, temblando del miedo, por solo un niño de 10 años.
-Acaba con esos patéticos.
Abrió los ojos. Su mirada se concentró en el vacío techo de su habitación, La alarma de su celular estaba resonando una y otra vez mientras titilaba, mostrando la hora.
11:35.
Poco faltaba para que tuviera que salir. Así que no dudo en levantarse e ir al baño, no solo para lavarse los dientes y despabilarse, sino que también debía darse una ducha.
Su mirada se perdió en el suelo de la tina, mientras sentía el agua caliente mojar su cabello y caer por su espalda y pecho.
(Hoy es el día... Voy a probarle a todo ese maldito colegio, que yo soy el que manda... )
Levanto su mano derecha y con total silencio observo la palma, solo para al final cerrar la mano y formar un puño que presionó con fuerza.
(Conquistare otro más...)
El día parecía apenas comenzar. El joven Tomas salió del departamento, a paso tranquilo el estaba de camino hacia la escuela, normalmente el solía salir antes, pues así podía llegar antes. Durante su camino hacia la paraba del autobús sus pensamientos comenzaron a fluir.
(Ese chico Eze... Me dio mala espina...)
Lo primero que paso por su mente fue la llegada de aquel rubio, luego, el momento en el que su aparentemente hermano se cruzo con el.
(¿De que habrán hablado ellos dos?)
El transporte había llegado y fue cuando rápidamente logro subirse y pagar el boleto. Era plena primavera y aun así, se podía sentir un poco el calor, era la razón por la cual el aun llevaba simplemente una playera, esta vez, una playera naranja.
El viaje parecía ir rápido, pero el tiempo más rápido aún. Fue cuando por fin bajo y a paso apurado comenzó a caminar, pues aun le faltaban varias cuadras. Parecía que nunca llegaría, pero al final ya estaba frente a la puerta.
Lo primero que vio fue al chico alto, su amigo Lautaro hablando con su otro amigo Alan, allí se metió y lo primero que hizo fue saludar a ambos, al final para comenzar a charlar.
-¿Han hecho la tarea de ayer?
-No, yo no la he...-Tomas se quedo callado y los otros dos notaron el porque-.
El rubio entro a paso tranquilo pasando entre todos los demás que hablaban. Paso justo frente a los ojos del castaño, quien se quedo mirándolo de manera fija. Nuevamente, tuvo esa sensación de peligro, que desapareció cuando el por fin se alejo.
-Dios, me sigue dando miedo.
-Si, a mi igual.
-Eres más alto que el, deberías estar más tranquilo ¿no?
-Aún así...
Mientras sus 2 amigos hablaban, el joven se quedo mirando al contrario, el estaba solo viendo su mano, concentrado en la misma, era algo que prácticamente le llamaba la atención, pero logro volver en si cuando el fuerte timbre de ingreso sonó.
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The Legend Of T
AcciónTomas es un joven normal con extraños poderes. A sus 16 años inicia en una nueva escuela, sin embargo, ciertos acontecimientos revivirán una vieja meta que se impuso desde niño. Conseguir un equipo y salvar al mundo.