Capítulo 32: Un poder explosivo despierta.

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Tras una enorme nube de polvo, solo se logró apreciar el cuerpo destrozado de Tomas allí, no parecía moverse, no después de todos aquellos golpes brutales que había recibido antes. Tras soportar incontables golpes y tratar de estar a la par con Rein "El chico más fuerte del mundo", simplemente no pudo más, allí había quedado.

Allí solamente estaba el pelinegro mirando al inconsciente Tomas con frialdad, simplemente suspiro un poco.

-Ya no vale la pena.

Dijo directamente, sus alas poco a poco desaparecían, su aura negra se hacía menos potente segundo a segundo, hasta simplemente desaparecer, había vuelto a su estado normal, apagando su modo posesión.

Había un silencio total, el enorme centro comercial había quedado destrozado y gracias a su enorme altura y capacidad no se vino abajo, aunque parecía faltar poco para ello. Al final, la mirada fría y decepcionada de Rein se fijo nuevamente en el castaño.

-Eres simplemente débil, tu historia es simplemente un chiste.

Dijo directamente con seriedad, en ningún momento apartó su mirada de el.

-¿Que venciste a uno de los dioses? ¿A los guardianes? ¿Que tu supuesto equipo es el más fuerte? 

Termino por soltar una leve risa ante ello, por lo que llevó su mano a su frente para frotarla un poco por sobre su flequillo.

-Simplemente hace reír. -Para poder dejar de reír, tomo aire y así pudo continuar- Eres un mal chiste.

Se acercó y pisoteo la cabeza del castaño con fuerza y odio, demostrando su total repudio ante el.

-¿Que puede hacer un simple estúpido que no puede ni siquiera salvarse a si mismo? ¡No tienes poderes ¿Y así piensas salvar a otros?!

Al final tomo aire para calmarse, la pelea había terminado. Solo se encontraba el enorme silencio, su voz resonaba como un tremendo eco en el lugar.

-Perdedor.

Al final, era tiempo de retirarse y eso hizo, le dio la espalda al cuerpo destrozado del joven, decidido simplemente a irse de ahí, dejándolo totalmente tirado. Ya no había algo que expresar, todo quedaba claro.

Fuera de ese enorme centro comercial, ahora solo habían 2 chicos, el joven Julio y su amigo de lentes, el tercero simplemente se había ido por el miedo.

-¿Tomas...?

-No...

-¿Acaso no esta...?

-No...

¿No esta...?

-¡No!

Dijo Julio en un grito fuerte y desesperado.

-El no va a perder. ¡Se supone que el salvaría al mundo, ese post lo dijo!

Decía entre lagrimas, se notaba realmente triste, culpable, el había sido quien envió a Tomas a esa pelea y fue por el que termino provocando su derrota.

-Julio... El no va a odiarte por esto... Pero, desde un principio lo veíamos venir, el nunca fue capaz de ganarle.

El joven alto se quedó mirando aquella enorme entrada cubierta por enormes rocas. Pero no parecía querer dejarlo ahí, se levantó, dio unos pasos hacia adelante.

-¡Tomas! ¡Despierta maldita sea!

Ese grito, ese que comenzó a gastar la garganta del joven, fue a los oídos de Rein.

-¿Julio? -Dijo un poco curioso y simplemente suspiro- Ahora le apuesta a perdedores.

Se acercaba al muro de rocas, tan solo bastaría un golpe para tirarla abajo y así poder liberar la única salida.

The Legend Of TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora