Capítulo 58: Las luces que anuncian la libertad.

9 0 0
                                    

"Había una vez, en un pueblo muy grande y hermoso, con un gran río de plata, un joven viajero encapuchado que llegó a ese lugar, muerto de hambre y de sed, buscando refugio y comida, un lugar donde poder descansar. Fue entonces que entró a una posada.

En ese lugar, un amable anciano lo atendió, quien le dio un cuarto, le dio comida y bebida e incluso un lugar donde poder asearse. Pues el viajero le daba una muy buena pinta.

Al día siguiente, en un cielo grisáceo, un grupo de grandes hombres armados entraron a la posada para pedirle a ese hombre dinero de una supuesta renta. El anciano, desesperado, suplico por 2 días más y que pronto les sería entregado ese dinero.

El viajero, quien se escondió para no sufrir por sus pecados, creyendo que eran problemas del dueño de ese lugar. Solo rezó no ser encontrado. Sin embargo, las palabras de ese anciano le fueron claras.

"Algún día, ustedes, el rey, se arrepentirá de amenazar al pueblo".

Los soldados, usando como excusa "la rebelión ante su alteza", fue llevado y ejecutado públicamente como advertencia ante aquellos que querían rebelarse ante su alteza y su poderoso reinado.

Obviamente, los aldeanos y habitantes cedieron ante esa advertencia, y el pueblo se quedó callado.

El viajero, confundido, le pregunto a una joven tejedora que era lo que pasaba. Esa amable mujer le explico que el actual rey se había apoderado del castillo, que tras eso, una horrible época de oscuridad y sufrimiento había empezado. Cada semana, el rey venía a pedirles dinero, haciéndolo ver como una "renta" y aquellos que no tuvieran la cantidad pedida, eran ejecutadas.

El pueblo se volvió pobre, los viajeros del mundo se habían olvidado de ese lugar y comenzaban a decaer. El viajero, furioso ante la historia de esa joven, decidió ir a enfrentar a ese rey. Le pidió que dejase de hacer sufrir a ese pueblo, que se fuera y nunca volviera. Sin embargo el rey se negó totalmente.

Siendo echado a patadas del castillo, no paso mucho para que fuese buscado como un criminal, acusado de supuesta rebelión. La gente por temor empezó a odiarlo, se alejó de él, las acciones de ese viajero podrían traerles el mal. 

La única persona que estaba con el, era esa joven tejedora, quien lo apoyó. El rey, al notar esa "traición", mando a ejecutar a la joven y al día siguiente, la encontraron colgada de la nada. El pueblo lloro su perdida, el viajero lloro su perdida y entonces, con toda su ira fue hacer justicia, por ella y por el pueblo.

Tras una batalla tremenda, donde el rey casi ejecutaba al joven viajero. Este logro vencerlo, expulsándolo de su castillo frente a toda la multitud. Ante su poderosa figura, unas extrañas luces comenzaron aparecer en el cielo a media noche.

Luces que mostraron la enorme figura de ese viajero y que anunciaban por fin, la libertad del pueblo."

-Fin.

Los ojos de Meline estaban bien abiertos, la sorpresa era simplemente enorme, la enorme puerta de ese enorme castillo había sido destrozada en cuestión de segundos y de allí, el cuerpo noqueado de su padre saliendo disparado.

Junto con un furioso chico de chamarra verde, quien tenía su puño extendido hacía adelante, con sus dientes fuertemente apretados y sus ojos cerrados tras el impacto.

Había silencio, ni siquiera la gente del pueblo podía creerse lo que miraban. Faku y Eze, ambos chicos, quienes se quedaron mirando, también se mostraron sorprendidos.

Fue entonces que Meline recordó unas palabras de Eze.

[El sabe lo importante que es para ti, sabe lo mucho que has sufrido y lo que has hecho para sobrevivir.... ¡Y es por eso que el no va a perder! ]

Las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos, las personas de allí estaban más que asombradas ante lo que miraban, pues no se lo podían creer. 

Tras años de sufrimiento, de pobreza, de perdidas, tras años de un gran infierno, la gente por fin comenzaba a sentirse libre, por fin se sentían fuera de esa presión, de ese miedo, libres de todo ese mal que abundaba en el mundo.

Libres del reinado de Feder.

Meline cayó de rodillas al suelo, cubriendo su boca debido a la impresión, las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos, caían por sus mejillas, pasaban por sobre su mano y caían al suelo, estaba llorando, de la enorme felicidad.

Eze no pudo evitar mostrar una sonrisa y suspirar un poco.

-El maldito lo logro...

Faku se empezó a reír y cayó sentado al suelo también, logrando así calmarse y sacarse la enorme presión que tenía.

-Ese imbécil a nuestro líder...-Dijo entre risas leves-.

Allí, entre el polvo que había desprendido el impacto contra la puerta, estaba Tomas, respirando agitado, mirando al suelo, su fleco castaño cubría un poco sus ojos, su aura roja desaparecía, parecía volver a su estado normal.

Sus piernas le temblaban, estaba muy agotado, parecía que en cualquier momento caería al suelo.

El enorme cielo negro, poco a poco fue desapareciendo, esa oscuridad se fue convirtiendo en nubes que de a poco iban desapareciendo, comenzando a iluminar lentamente el cielo. Una extraña luz comenzaba a salir del cielo.

Tomas se incorporó, puso su pecho en alto, y sin decir nada, levantó su puño al cielo en señal de victoria, allí se quedó, apuntando a los cielos con su lastimado puño, el cual comenzó a ser iluminado por esa luz, poco a poco el cuerpo del castaño se iluminaba.

Meline comenzó a quedar asombrada ante eso. Algo paso por su mente durante esos segundos.

-¿Y cual era el nombre del viajero? -Pregunto esa Meline emocionada-.

-No se sabe -Dijo su madre con una sonrisa- Solo se sabía la primera letra de su nombre...

-¿Y cual era? -La menor hizo un puchero- Quiero saber.

La mujer soltó una risa leve y acarició el hermoso cabello rojizo de la menor con una amable sonrisa.

-¿Su letra? -Dijo entre risas- Pues... Su inicial... Era la T.

Una gran luz en el cielo, iluminó el cuerpo de nuestro protagonista, a lo lejos, se podía ver su enorme sombra con su puño estirado hacia el cielo, con esa gran señal de victoria, que provoco que la gente comenzara a soltar lágrimas, que de a poco todos mostrasen una gran sonrisa.

-No puedo creerlo...-Dijo una anciana entre lágrimas- Despues de tantos años... No puedo creer esto...

Meline, entre lágrimas, mostró una amplia sonrisa, no se lo podía creerlo.

-S-Somos... Somos libres...

Dijo entre lágrimas, no pudo más, simplemente rompió en llanto, su felicidad no podía ser negada ante ello.

-¡¡¡SOMOS LIBRES!!!

Grito la pelirroja con todo lo que pudo, la gente del pueblo comenzó a gritar de felicidad, a festejar tras eso. Todos con lágrimas de felicidad, se abrazaban con fuerza, estando bastante contentos.

Eze y Faku sonrieron y suspiraron un poco aliviados de saber que su líder estaba bien. Entre los 2 chocaron sus puños. Allí Tomas se trataba de mantener de píe, hasta que no pudo aguantar más, cayó al suelo inconsciente.

La pelea había terminado, Feder había sido derrotado, Mar de Plata había sido salvada. 

Tomas había ganado esta bruta batalla.


The Legend Of TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora