Capítulo 15

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La puerta no se había terminado de cerrar cuando nuestros labios volvieron a estar juntos. Delion era excelente besando y era excelente en prestar atención a otras partes de mi cuerpo. Sus labios se despegaron de los míos y comenzaron a explorar mi cuello y mi oreja, encontró un punto que me encantaba y fue obvio por el gemido de placer que solté. Mientras tanto, mis manos lo desvestían y cuando tocaron su pecho, sentí que lo necesitaba dentro de mí.

 Mientras tanto, mis manos lo desvestían y cuando tocaron su pecho, sentí que lo necesitaba dentro de mí

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"No es justo que sólo yo esté desvestido." Me dijo con una sonrisa mientras me quitaba la camisa. Al parecer no era sólo habilidoso con sus labios, también lo era con sus manos.

Cuando tomó mi seno en su mano, lo sentí justo en mi entrepierna. Juntamos nuestras bocas y nuestras lenguas luchaban por cuál le provocaba más placer al otro.

Una de las manos de Delion se metió en mi pantalón y cuando sus dedos encontraron mi clítoris, su boca absorbió mi gemido. La desesperación se apoderó de mí. Me dolía. Necesitaba tenerlo dentro. Mis manos se movieron y comenzaron a desatar sus pantalones y cuando por fin lo tomé en mi mano, su pene era todo lo que necesitaba en ese momento.

"Piper," gruñó halando mi pantalón.

Me separé de él y me terminé de quitar el pantalón y mi ropa interior. Delion tomó mi pierna izquierda y la subió mientras la acariciaba. Su mano estaba caliente, tenía algunos callos pero en mi piel se sentía fabulosa.

"¡Delion!" Gemí y él entró en mí.

Me cogió contra la pared de manera brusca, pero eso era todo lo que yo necesitaba. Si había alguien en la habitación contigua, sabría qué estábamos haciendo sólo por el sonido. Delion también era bueno escuchando, ya que sin yo decirle nada, sabía dónde y cómo darme por los gemidos y jadeos que soltaba. Estaba desesperada. Hacía tiempo que no cogía con alguien y hacerlo con él se sentía fabuloso.

Comencé a sentir que mi orgasmo se acercaba.

"Más duro." Gemí y él me complació. No sólo eso. Tomó mi clítoris entre sus dedos e hizo que mi orgasmo se adelantara. Momentos después de llegar, sentí que él también lo hacía.

Mi cabeza cayó en su hombro. Mi respiración era agitaba pero también la suya.

"Espero que duremos más la próxima vez."

Reí. "¿Qué tan próximo?" Pregunté mordiendo suavemente su quijada.

Movió su cabeza y tomó mi labio inferior entre sus dientes y lo lamió. "Muy pronto."

"Bien. Todavía tengo energías."

Cuando abrí los ojos, noté varias cosas: estaba desnuda, no estaba en mi habitación y aún no había amanecido. Miré a mi lado notando que Delion seguía dormido. Me senté suavemente en la cama sin hacer ruido buscando mi ropa con la mirada.

"No tienes que irte aún." Comentó Delion con voz adormilada.

Lo miré por el rabillo del ojo viendo seguía con el ojo cerrado y respiraba profundo y calmado. Cualquiera pensaría que estaba durmiendo. Levanté mi mano y quité un mechón de cabello de su rostro, rozando suavemente su frente haciendo que abriese su ojo. Aun habiéndolo visto varias veces, no podía creer el hermoso color de ojos que Delion tenía.

Una General en JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora