Capítulo 20

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"Algo te preocupa." Me dijo Ahlía más tarde ese día.

Nos encontrábamos bebiendo en una taberna. Ahlía me había dicho que no pasaba casi tiempo con ella así que le dije que saldríamos a tomarnos algo. Dejé a uno de mis acompañantes con los niños.

"Es que tuve un sueño extraño y no me puedo quitar la sensación, ¿sabes?" Respondí bebiendo de mi vaso.

"¿Qué sensación?"

"La sensación que tuve en el sueño. No me gustó para nada." Ella me vio y luego miró la mesa. "¿Qué?"

"¿Me matarás si hice algo que posiblemente no te guste?"

"Tendría que pensarlo." Me enderecé en la silla. Hizo una mueca. "¿Qué hiciste?"

"¡Ahlía!" Escuché detrás de ella y cuando miré por encima de su hombro, allí estaba su grupo de amigas.

"¿Tú quieres que te mate en este instante, verdad?" Se encogió en su silla. "Me lo imaginé."

Las cuatro amigas de Ahlía tomaron asiento en la mesa.

"Así que eres Piper Sebrin." Dijo Fragonari cruzándose de brazos. "¿Sabes? No me gustan los mentirosos."

Ahlía se encogió. "Ah, qué bien." Respondí tomando de mi vaso.

"Te dimos la bienvenida al grupo y ¿así es como nos tratas?" Sentí que mis acompañantes se comenzaban a incomodar. Comencé a ver mi vaso y luego miré a la mujer. "¿Qué? ¿Me quieres arrojar el vaso?"

"No." Respondí encogiéndome de hombros. "Simplemente me estoy preguntando si, a diferencia del vaso, pedí tu opinión al respecto."

Ahlía casi que se metía debajo de la mesa mientras las personas en ella caíamos en un completo silencio. Las otras mujeres me miraron por un momento hasta que una de ellas habló. "Bueno, ¿por qué no nos dijiste quién eras?"

Y así es como se hace una pregunta decente, pensé.

"Estoy acostumbrada a cuidarme las espaldas en todo momento y realmente, yo no mentí. Mi nombre completo es Piper Magdalene Sebrin y 'Dalene', solo fue un apodo que tomé de manera momentánea."

Después de eso, las conversaciones retornaron a la normalidad aunque sentía cierta animosidad por parte de Fragonari.

"Felicitaciones por tu boda con Su Majestad." Dijo Vanara. Después de admitir que había olvidado la mayoría de sus nombres, ellas fueron lo suficientemente amables como para repetírmelos.

"Gracias."

"Ya decía yo que te veía extremadamente parecida a la General Sebrin." Dijo Garena.

"Cuando uno se maquilla y se peina cambia un poco." Bromeé.

La noche siguió de la misma manera hasta que la misma Fragonari se relajó sin embargo yo me tuve que ir a la mitad. Lanaedo me avisó que Tarhik estaba teniendo serios problemas para dormir y que cuando se lograba dormir, me llamaba.

"¿Estás huyendo?" Preguntó Ahlía.

En ese momento, si no fuese por el hecho de que era mi amiga, la hubiese descabezado.

"No."

No tenía resentimiento de que Ahlía llevase a sus amigas, sin embargo, cuando acepté salir con ella fue para conversar con ella. Tampoco era el tipo de persona que revelaba sus asuntos personales a personas que, con solo hablar pocas veces, seguía considerando ajenas a todo lo que hacía y cómo vivía.

Llegué al castillo donde me bañé y cambié de ropa para luego ir al cuarto de los niños. Una vez adentro, me di cuenta de que Lanaedo me había dicho la verdad. Tarhik daba vueltas en la cama cuando generalmente era un niño bastante tranquilo al dormir. Me acosté sobre las cobijas y comencé a acariciar su cabeza con suavidad mientras comenzaba a cantar en voz baja. El ceño fruncido que ocupaba su frente se relajó momentos después y su respiración trabajosa se comenzó a calmar.

Una General en JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora