Capítulo 6

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La mañana del día de la fiesta, Delion y yo llegamos al sitio. Como a ambos no nos molestaba montar a caballo, elegimos viajar en nuestros caballos y no en el carruaje —aunque Delion mandó a que un carruaje fuese a poca distancia de nosotros por si acaso.

El lugar donde se haría la fiesta era en un castillo utilizado para las vacaciones de la realeza de Walktar. Para mi sorpresa, pasaríamos la noche allí y luego volveríamos a la residencia de Delion aunque yo me iría de una vez a Arazem.

Como eso no estaba entre los deberes estrictos de Gieran, le di el día libre hasta lo noche. ¿Por qué hasta la noche? Porque si llegaba vuelta mierda de la fiesta, necesitaba quien me ayudase a desvestirme y ponerme pijamas.

Me estaba terminando de colocar los accesorios del vestido cuando tocaron a mi puerta. Después de indicarle que pasara, Delion abrió la puerta ya totalmente vestido. El olor de su perfume llegó hasta a mí y su esencia era realmente fabulosa.

"Fabuloso."

"¿Qué cosa?" Preguntó frunciendo el ceño. Noté que se había hasta cambiado el parche a uno más nuevo.

"Tu perfume y tú. Estás bastante elegante."

"Gracias." Me miró. "Date la vuelta." La di. "Perfecto."

Miré el espejo para mirar cómo me veía por la parte de atrás y me alegró saber que mis nalgas estaban bastante bien. La única parte de mi cuerpo que algunos días me hacía sentir incómoda era mi piel con las numerosas cicatrices.

"Delion, ¿por qué yo?" Pregunté dejando de mirar el espejo. "Sé que debes tener algo por allí."

"No algo que no se crea que será algo serio si la invito. Y no es algo, es una chica."

Reí suavemente. "La última vez que supe, no te gustaban los hombres. Me alivia saber que no ha cambiado."

"¿Tienes planes conmigo?" Sonrió.

"Abajo, Fido." Le dije jugando. "No, no es eso. Es que sería bastante incómodo casarte y que aparte de que tu pareja no te guste, no te sientas atraído remotamente hacia ella."

"Incómodo, la verdad. Respondiendo tu pregunta," dijo sentándose en la cama, "es que estoy usando tu estatus a mi favor." Ladeé la cabeza. "Eres Piper Sebrin, General en Jefe del Ejército de Arazem y realizaste una misión para los dioses."

"¿Entonces estoy aquí por mis títulos y no mi linda cara?"

"Sabes que pesas más a manera política que por tu cara bonita."

"Lo sé." Me encogí de hombros. "Es lo normal conmigo."

"No todas pueden decir que las quieren por otra cosa que no sea su apariencia. La mitad de las uniones entre realeza son así. Una cara bonita para hijos bonitos, y listo. Yo fui la excepción."

Me eché a reír. "No te voy a refutar en eso."

Delion sonrió

Cuando llegó la hora de la fiesta, ya el salón estaba casi lleno. Creo que uno de los pocos que faltaban eran el rey y la reina. Al momento de anunciarnos, le dije a Delion que no era necesario que lo hiciera conmigo ya que de todas maneras, el que debía brillar —no literalmente, claro— era él y no yo. Por supuesto, cuando me vieran sabrían que había sido invitada y que era la pareja de Delion por cómo estaba cerca de él.

"Gracias por acompañarme, Piper." Me dijo Delion tomando mi mano llevándola a sus labios.

"Sólo agradece que ya estoy libre, eso es todo." Respondí con una sonrisa besando su mejilla, apretó mi mano. "Y que me dijiste a tiempo. Bueno..." Bufé. "Tan a tiempo como pudiste."

Una General en JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora