Piper:
Abrí los ojos y lo primero que noté es que estaba en una habitación que no reconocía.
"¿Dónde estoy?" Pregunté porque sabía que no estaba sola.
"Estás en una residencia cerca de mi casa." Escuché y tras un momento, reconocí la voz de Akrina. "Piper, tienes La Roja."
En ese momento pareció que toda la sangre de mi cuerpo hirvió y sin querer, grité de dolor. Cuando supe que podía hablar sin gemir, pregunté: "¿Informaste en el palacio que tengo La Roja?"
"No, no lo hice." Sentí que una mano helada tomada mi muñeca, pero caí en cuenta que la mano de Akrina no estaba fría, sino que yo estaba ardiendo en fiebre. "Pero creo que debí hacerlo."
"Perfecto." Apreté los dientes por el dolor y continué cuando pasó. "Dile a Adregon que quiero hablar con él. Pero no le digas nada de mí. Llámame a Albeans y a Ahlía."
Carith:
Cuando me llegó la carta de Akrina pidiéndome que me reuniera con él, me sorprendí. Si fuese cualquier otra persona, lo hubiese ignorado por completo por lo ocupado que me encontraba —que Piper hubiese dejado el puesto tan de repente hacía que todas las responsabilidades que ella tenía pasaran a ser mías. Sin embargo, era Akrina y en las palabras de su nota, me indicaba que era algo urgente que no podía decir por escrito.
Cuando llegué a la dirección que estaba en el papel, me confundí ya que nunca había estado en ese lugar. Si la razón por la que Akrina me había mandado a llamar era para mostrarme la casa que había comprado para Ahlía y él, lo mataría.
Al parecer, mi hermana y yo habíamos estado sincronizados porque llegamos al mismo tiempo y ambos nos miramos confundidos. Cuando la puerta se abrió, un sombrío Akrina nos invitó a pasar.
"¿Qué pasó?" Preguntó Ahlía mientras pasaba.
"Puedo preguntar lo mismo." Dije cuando Akrina cerró la puerta tras nosotros.
Akrina nos miró a ambos por un momento y supe que algo andaba mal. Muy mal. Vi que él apretaba su mandíbula al tiempo que se daba la vuelta: "Primero que todo," dijo dándonos la espalda, "no tienen nada de qué preocuparse. Segundo, síganme."
"Akrina, ¿qué está pasando?" Preguntó Ahlía confundida mientras subíamos las escaleras detrás de él y me lanzaba una miraba buscando una explicación pero creo que mi expresión le dijo que estaba igual que ella.
"Es mejor que lo vean." Dijo él casi que de manera obligada y todos los instintos que tenía me estaban gritando que, lo que sea que nos fuese a mostrar, sería malo. Muy, pero muy malo.
Casi llegábamos a una puerta cuando escuchamos como si algo cayese al suelo seguido de un grito contenido. Akrina salió disparado hacia la puerta, la abrió de golpe y nosotros, que estábamos justo detrás de él, nos congelamos ante la escena frente a nosotros.
Akrina se encontraba acariciando la espalda de Piper como si intentase calmarla mientras ella, que estaba en el piso, jadeaba y golpeaba el suelo con uno de sus puños mientras que su otra mano se encontraba en su boca como si tratase de contener los gemidos de dolor. Temblores recorrían su cuerpo mientras lágrimas rojas bajaban por sus mejillas.
En ese momento entendí qué era lo urgente y qué significaban las palabras que él nos había dicho al entrar.
Piper Sebrin tenía La Roja pero ya había pasado la etapa de contagio.
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Una General en Jefe
Romance[4/5] 1. Arazem: Piper Sebrin, un nombre normal para una chica normal. O eso era lo que ella pensaba. Piper se fue a la cama con las preocupaciones normales de una chica de su edad, sin embargo al levantarse, su vida dio un giro inesperado. Ahora s...