Capítulo 17

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Por motivos más políticos que personales, los niños debieron quedarse en Arazem para la boda de Delion sin embargo, como la invitación había sido enviada, rechazarla habría puesto las cosas en un ambiente tenso —bueno, o más tenso de lo que era después de lo que Adregon hizo.

Estando en la recepción de la boda de Delion no pude evitar pensar que las personas tendrían problemas encontrando algún punto negativo. El ambiente se sentía emocionado esperando la aparición de los novios. Iba a preguntarle algo a Adregon pero vi que hablaba con la persona a su lado. Para llamar su atención de manera discreta, apreté su mano —la cual tenía previamente agarrada la mía— y segundos después, lo escuché terminar la conversación y mirarme.

"Una pregunta cultural." Le dije en voz baja no queriendo pasar por ignorante

Adregon se inclinó hacia mi asiento y yo hablé en su oreja. No pude evitar oler su perfume y que este hiciese que mi ropa interior saliese corriendo (la muy puta).

"En mi mundo se hablan distintos idiomas, pero noto que a todos los lados que voy acá, se habla lo mismo aunque con un ligero acento en cada parte. ¿Por qué?"

Para un observador externo, Adregon y yo debíamos estar cuchicheando de algo y como era visto de mal gusto (que si no fuese porque está era la boda de Delion y un evento mayormente político me sabría a mierda), le di un suave beso cerca de su oreja para que pareciera otro tipo de charla —el tipo de charla que uno tendría con su pareja semanas antes de la renovación de votos. Vi cómo algunos vellos del cuello de Adregon se erizaron y no pude ocultar mi satisfacción.

"Eso es sencillo, amor." Dijo Adregon en su profunda voz y no pude evitar el escalofrío que recorrió mi cuerpo y estuve segura de que él lo vio. Desde que habíamos salido aquella vez al llegar la invitación de Delion, Adregon había comenzado a usar ese tipo de palabras cuando estábamos solos. "Previo al Hakada, cada reino hablaba un idioma distinto pero luego de la guerra y todo eso, los dioses decidieron eliminar los idiomas variados y hacer que todos hablasen lo mismo. Así se eliminaría una barrera más, según ellos."

Me separé un poco de Adregon para verlo a los ojos. "Pero lo mismo se podría decir de la cultura." Le dije.

"Sí, ¿pero quién entiende a los dioses y a sus caprichos?"

En ese momento las personas comenzaron a aplaudir lo que me hizo entender que los novios llegaron o iban a llegar.

Al lado de las mesas, había un espacio donde creía que se bailaría y luego estaba el patio. La idea de hacer la celebración en las afueras del palacio no estaba para nada mal.

"¿Cómo es el cuento del baile acá?" Pregunté mientras los demás seguían aplaudiendo y entraba la pareja.

Adregon llevó nuestras manos hacia él y besó el dorso de la mía. Eso también era algo que había estado haciendo conmigo y con nadie más. Había tomado mis palabras en serio.

"Primero baila el novio con la novia, luego la persona de mayor rango en el baile, luego la persona con igual rango de otro reino si hay alguien presente y finalmente, los familiares comenzando por los padres, después los abuelos y finalmente los tíos y demás."

"Ajá, pero la otra persona va a quedar sin bailar."

Adregon apretó la mandíbula casi de manera imperceptible mientras nos poníamos de pie y la pareja pasaba a la pista de baile. "No. Generalmente la persona que baila con los novios tiene pareja y—"

"Esa pareja baila con el otro novio." La mirada de Adregon me lo confirmó.

Y como él era un rey invitado, bailaría de segundo con la novia mientras que yo...

Una General en JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora