Capítulo 19

3 0 0
                                    

La ceremonia oficial de bodas fue todo lo que Adregon me dijo que sería. Hubo más invitados de los que pude contar y en efecto, las palabras del que nos estaba casando fueron tan largas que en un momento llegué a rogar por mi muerte. Al momento de casarme, mi vestido fue blanco aunque momentos después de haber dado el acepto y el beso, Reira me sacó del sitio y me cambió a un vestido de color rojo sangre con unos zapatos a juego y en realidad, así fue toda la velada y lo bueno, fue que comí bastante aunque me estaba dando sueño.

Contrario a las bodas a las que había ido en mi mundo, en Arazem las personas se acercaban a hablar con la pareja recién casada o incluso con uno de los novios. Después de que terminé de bailar con Tarhik —el cual me invitó a bailar y no al contrario (sí, awww)—, me dispuse a volver a la mesa pero interceptaron mi camino.

La mujer frente a mí realizó una reverencia bastante elegante y cuando se enderezó, entendí a los pobres hombres cuando decían que en ocasiones no podían dejar de evitar ver los pechos de una mujer. De verdad, era impresionante la pechonalidad que tenía.

"General Sebrin," me dijo en una voz melodiosa, "un placer conocerla. Felicidades por su boda." Volvió a hacer una ligera reverencia y se fue.

"Y esa," escuché detrás de mí, "es una de las mujeres de las cuales debes cuidarte." Miré sobre mi hombro a Delion.

"¿Y eso?" Pregunté tomando su mano extendida mirando que Adregon estaba conversando con la mujer en cuestión.

"Créeme que si hay alguien que puede parecer perfectamente inocente y no serlo, es esa mujer." Comentó de manera seria mirando en la misma dirección que yo. Delion me miró y una suave sonrisa se formó en su rostro. "Veo que Adregon no se aguantó y te marcó." Dijo mirando mi cuello con el collar.

Me reí de manera suave. "No hablemos de marcas que vi los chupetones en tu cuello. ¿Debería preocuparme?"

"Nunca." Nos echamos a reír.

"Por cierto, ¿quién es?" Pregunté.

"Es la segunda princesa de Quanar y si bien Arazem no tiene un pasado con ese reino, Walktar sí. Que no te sorprenda que elija quedarse. Una boda es la excusa perfecta para que la familia real viaje."

"¿Qué intentarían hacer?" Cuestioné mientras seguíamos girando por la pista de baile.

"No pondría en duda que trate de metérsele por los ojos a Adregon y mucho más con la reputación de mujeriego que tiene."

"¿Tan pronto? Se acaba de casar." Discutí como si la situación no fuese la mía.

"Ah, cierto." Respondió de manera condescendiente. "¿Pero qué mejor manera de romper algo que en sus mejores días?"

Tenía razón.

El baile terminó y volví al lado de Adregon que en ese momento tenía cargado a Zolad y seguía hablando con la princesa de Quanar.

"Piper," me dijo cuando llegué a su lado. Cambió su agarre de Zolad a un brazo y pasó el otro por mi cintura atrayéndome hacia él. "Déjame presentarte a la segunda princesa del Reino de Quanar, Nissa Keniah."

"Es un placer conocerla." Le dije.

"El placer es todo mío." Dijo con una amable sonrisa y ya veía a lo que Albeans se refería. Si no desconfiara hasta en mi sombra o Delion no me hubiese advertido y hubiese pasado los ojos de la joven desapercibidos, no habría notado que no eran tan inocentes como pretendía ser.

Una General en JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora