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La habitación de Adregon era más grande que la mÃa y su cuarto también lo era, por lo que no debió sorprenderme que su baño fuese tan impresionante como lo era. ParecÃa una piscina pequeña con agua que salÃa de varias fuentes con forma de dragón (que de alguna, eran elegantes y no ordinarias), el suelo era de un gris oscuro con algo de luminiscencia y el fondo de la piscina era de color negro con ese mismo brillo. Me agaché para ver el suelo de manera más cercana descubriendo que el material tenÃa como diminutas piedras que brillaban un poco.
El techo parecÃa un cielo estrellado muy hermoso y las paredes... parecÃan hechas de mármol.
"No sé por qué no me sorprende que su baño sea mucho más genial que el mÃo." Mascullé.
"General Sebrin, ¿necesita que la ayude en algo?" Preguntó la criada detrás de mÃ. Se me habÃa olvidado que no estaba sola.
En ese momento, algo de vapor comenzó a salir del agua.
"¿Qué es ese vapor?"
"Eso significa que al agua le ha sido agregada un componente para adaptarla a sus necesidades. Supongo entonces que, ya que estaba practicando su manera de luchar, debe ser un relajante muscular. ¿Desea algo más?"
"No, gracias. Puedes retirarte." Le dije mirándola, ella hizo una reverencia y se retiró.
Me quité la ropa y con la mano, toqué el agua. Estaba tibia, asà que entré de una y de verdad necesitaba un baño como ese y no una tina por muy grande que fuese. Eso me recordaba que no habÃa ido a preguntar lo de la casa.
¿Qué habrá pasado con eso?, me pregunté mientras metÃa la cabeza en el agua.
Nadé un poco y saqué la cabeza del agua. Comencé a buscar el jabón y el shampoo.
"Aquà están." Escuché detrás de mÃ.
Giré y Adregon tenÃa en sus manos una bandeja con varias botellitas.
Oh. Adregon solo tenÃa una toalla que le cubrÃa de la cintura para abajo, pero su pecho estaba totalmente descubierto.
Piper, habla, me dije a mà misma. Piper, ¡deja de mirarlo como una idiota y habla, coño!
"¿Cómo supiste que estaba buscando eso?" Pregunté quitándome un mechón de pelo de mi frente. Al menos la pausa no se notó tanto... o al menos eso rogaba.
"¿Qué otra cosa podÃas estar buscando?" Levantó una ceja.
TenÃa razón. "¿El significado de la vida?"
Y allà pasó una de las cosas más sorprendentes, Adregon sonrió y rió por lo bajo. Menos mal que me habÃa quitado las pantaletas, porque de otro modo las muy putas hubiesen huido.
Adregon se acercó al agua, colocó la bandeja en ella y para mi sorpresa, flotó. Pensaba que era metálica y se hundirÃa pero estaba flotando. Me acerqué a la bandeja ahora agachada en el agua, la tomé y la puse frente a mà y tan ensimismada estaba tratando de ver cómo estaba hecha y qué material la componÃa que no noté que Adregon habÃa entrado al agua y estaba detrás de mÃ. Cuando lo sentà cerca de mÃ, fue que me sentà insegura. Adregon tenÃa un cuerpo perfecto que sin duda trabajaba para dar placer y ser complacido, y si bien no cambiarÃa nada de mi cuerpo con respecto a su forma, no podÃa decir lo mismo de la cicatrices que lo cubrÃan; comenzando por la enorme cicatriz que tenÃa en mi pecho que habÃa sido hecha en Walktar, tampoco podÃa dejar de lado las cicatrices que habÃa ganado en batallas y aquellas que mis acompañantes habÃan dejado en mi cuerpo cuando lucharon conmigo —aunque las hechas por Hanolu y Kalous ya habÃan sido vistas por él.
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Una General en Jefe
Romance[4/5] 1. Arazem: Piper Sebrin, un nombre normal para una chica normal. O eso era lo que ella pensaba. Piper se fue a la cama con las preocupaciones normales de una chica de su edad, sin embargo al levantarse, su vida dio un giro inesperado. Ahora s...