80- ¡Y llegó su salvación!

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*En las fraguas de Hefesto*

Juno: *aparece* *suspira* *habla para sí misma* De acuerdo, ya sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad?

Hefesto: *sale de una esquina* ¿Qué estás haciendo aquí?

Juno: Decirte que Hera esperaba tu arco de metal para esta tarde, y el mensaje no te llegó porque al estúpido de Júpiter se le ocurrió intentar chafaros el solsticio.

Hefesto: Ya lo sabía.

Juno: *frunce el ceño* ¿Y por qué no estás ya en el Olimpo?

Hefesto: *ignora la pregunta* Dile a Hera que no puede ponerme plazos a la hora de trabajar en mi forja. Y si tiene alguna queja, le dices a ella que venga y forje ella misma el arco.

Juno: P-Pero...

Hefesto: ¡Sin rechistar! No conozco a otro dios en el Olimpo que pueda hacerlo mejor que yo, y ya que Hera quiere lo mejor, tendrá que aceptar mis condiciones *empieza a caminar* Y la próxima vez, que procure enviar a alguien que no sea Ares *desaparece*

Juno: *suspira* *se tele-transporta al Olimpo*

Hera: *frotándose las manos* De acuerdo, Juno, ¿qué te ha dicho? Seguramente esté en camino, ¿verdad?

Juno: *resopla* ¡No, por supuesto que no! Me ha dicho que debes dejarle el tiempo que él quiera, y que como es imposible que encuentres a alguien que lo haga mejor que él, te verás obligada a hacerlo.

Madre mía, este capítulo es... Bueno, que he tenido que ir al dentista y he vuelto a unas horas pésimas... Cosas random para todos...

Aventuras divinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora