192- Distracción

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*En el mundo mortal* *En el mismo momento que el final del capítulo anterior*

Mercurio: Y este es la Orquesta Filarmónica de Berlín. El edificio tiene una forma peculiar... ¿Algunos de los músicos es hijo tuyo, por casualidad? ¿O de Apolo? *no oye ninguna respuesta* ¿Febo? *lo encuentra encogido en un banco* *bufa* ¡Febo!

Febo: *agazapado* No puedo dejar de pensar en Apolo. Seguramente se la estén sacando, y él está sufriendo como nunca.

Mercurio: *suspira* Pensé que el ver música te distraería.

Febo: Pues no, no lo hace. De hecho, recuerdo de inmediato a mi contra-parte.

Mercurio: Bueno, ¿sabes algún sitio que no te vaya a recordar de inmediato a Apolo?

Febo: Nunca debía dejarle solo, a merced de esos... griegos, que siempre están enfrentados entre sí.

Mercurio: *resopla* Y nosotros nos llevamos de una manera fenomenal, ¿no? No es que nunca haya habido conflictos entre los romanos, ¿cierto?

Febo: ¡Pero nosotros encontramos una solución más pacífica para todo! ¡Hasta nuestros dios de la guerra sangrienta está mucho más civilizado que el suyo!

Mercurio: *suspira* Y de vuelta a esa discusión interminable. ¿Por qué siempre terminamos en ella?

Febo: No sé, quizá porque tenemos parte de razón. Los romanos somos mejores que los griegos. ¡A saber lo que le están haciendo a Apolo!

Mercurio: Es como la tercera que lo dices.

Bueno, estos tres días, entre que me he pasado noches en el hospital y que he tenido que repasar un examen de biología (que me ha salido genial) no he podido actualizar. Además, ya estamos en la recta final del libro. Cosas random para todos...

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