Atenea suspiró, mientras detenía la acción inconsciente de sus dedos.
Ya había llegado el día, y el Olimpo estaba exactamente como había planeado que estuviera. Hefesto, esa mañana, había terminado la instalación de su arco en la entrada.
Bóreas se había asegurado de que toda la decoración tuviera una ligera capa de nieve sobre ella, cosa que ayudaba a crear el ambiente de invierno.
Hécate se había asegurado de que, si algún dios se tele-transportaba al Olimpo, apareciera justamente en la entrada.
Hermes ya se había colocado en ese lugar para recibir a los dioses, y mantenerlos entretenidos hasta que llegaran todos.
Dionisio ya había preparado el banquete, y lo único que le impedía emborracharse era la amenaza constante de Deméter, que se negaba a que el néctar y el vino fueran ya empezados.
-¡Ya han llegado los egipcios y los nórdicos!- anunció rápidamente Hermes, asomando su cabeza más allá del arco.
-Pues los romanos estarán ya al llegar- musitó Afrodita, y Atenea rodó los ojos. No sería la diosa del amor una rival en "sabiduría"...
-¿Cuándo llegarán nuestros hijos?- preguntó, algo fastidiado, Poseidón.
Atenea sonrió. Debía admitir que no había sido por fastidiar al dios del mar, pero había dictaminado que, al igual que los mortales de las demás mitologías, debían llegar bastante después.
Un tiempo después, Hermes entró, con los dioses de las demás mitologías detrás de él.
Isis soltó un silbido.
-Esto está ciertamente mejor de lo que me esperaba- comentó, mirando hacia arriba, lugar en el que estaban situadas las demás flores de Deméter.
Por otro lado, Frigg se había cruzado de brazos y cerrado los ojos con fuerza. En su pelo, se notaban un par de plumas enganchadas.
Todos los dioses nórdicos parecían negarse a mirarla, y se notaba que estaban bastante nerviosos.
¿Qué les había pasado antes de llegar?
Los egipcios tampoco es que estuvieran actuando muy normal, ya que, nada más ver una fuente en el medio de la sala (que había sido fruto de la frustración que le causaba a Poseidón el no poder hacer nada), se abalanzaron sobre ella.
Así que los romanos eran los únicos dioses de diferente panteón al griego que estaban actuando de una manera normal.
-Pensaba que los hindúes vendrían- comentó Venus, acercándose a Afrodita.
Atenea pudo notar como ambas se guiñaban el ojo, lo que le hizo arquear la ceja. Les había costado menos de lo que pensaba el delatarse ellas mismas.
-Vendrán después- respondió la diosa de la sabiduría.- Junto con los semidioses.
Juno le dirigió una mirada fugaz a los egipcios y a los nórdicos, y después volvió a poner su cabeza recta.
-Al parecer esta va a ser una celebración muy interesante...- comentó Ceres, a lo que los demás asintieron.
Vale, ¿qué tal os ha parecido este capítulo en narración? A ver, que la historia iba a estar dividida en varios capítulos, ya que, para seguir haciendo los capítulos diarios, debía hacerlo así.
Una pregunta, ¿el resto del especial también lo queréis en narración o vuelvo ya con el teatral? Cosas random para todos...
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Aventuras divinas
RandomContinuación de "¡Vuelven a la carga!". Los dioses egipcios se han cansado de tener que aparecer con los dioses griegos y romanos, igual que los nórdicos. Ellos también merecen sus apariciones individuales, después de todo los egipcios estuvieron mu...