Atenea miró el reloj del Olimpo, y vio, que efectivamente, ya era la hora de llegada que les había especificado a los semidioses para que llegaran.
Debían de estar al caer, así que debían ir recogiendo ya la mesa del juego. Sería una desgracia para los que se habían enganchado a este, que eran prácticamente todos.
Mientras la diosa de la sabiduría se encontraba pensativa, Isis tiraba los dados.
-Par 4- leyó esta, cogió su ficha y la movió el número de casillas que dictaba. Isis se mordió el labio al fijarse en el detalle de que le había tocado desgracia.
-Coge una carta- le indicó Ra, divertido por la situación a la que había llegado. Isis le sacó la lengua, pero de inmediato fue a tocar la primera carta de desgracia.
A continuación, la levantó, y un cuadro amarillo del centro empezó a brillar, para ajustarse a la vida de la diosa de los nombres secretos.
Esta tragó saliva cuando leyó el contenido, a lo que Ra arqueó la ceja, con la desgraciada sonrisita. Maldito viejo, pensó Isis, siempre aprovechando la mínima oportunidad para burlarse de ella.
Osiris suspiró al notar las miraditas que ambos se dirigían mutuamente, y le puso la mano en el hombro a su esposa.
-Isis, tienes que leer el contenido de la carta, y continuar el juego- le dijo Osiris, a lo que la mencionada suspiró.
-De acuerdo- se mordió el labio, aunque después suspiró hondo y empezó a leerlo.- "Debes contarle tu nombre secreto a Ra".
Ra empezó a aplaudir efusivamente.
-¡Así si que sí se divierte uno!- exclamó. Después, hizo un gesto para indicarle a Isis que ya podía acercarse y decírselo.
Isis, bastante enfadado, se acercó y se lo contó. Ra en seguida estalló en carcajadas.
-¿En serio? ¿Tan ridículo?- cuestionó él.- *Nombre secreto censurado de Isis*, quiero que...
-¡*Nombre secreto censurado de Ra*, te ordeno que olvides mi nombre secreto!- exclamó, antes de que este pudiera siquiera terminar su pedido.
Ra resopló.
-¡Eso no es justo!- replicó el dios del sol.
Mientras tanto, Isis seguía celebrando.
-Bien, pues venga, volvamos...- empezó Osiris, al ver que Ra e Isis volvían a dirigirse esas miradas, aunque esta vez era al contrario.
-¡Percy!- exclamó Poseidón, animándose repentinamente.
Y los semidioses y mortales relacionados con los diferentes panteones habían llegado. La segundo parte comenzaba.
Lo siento, pero es que los semidioses tenían que salir en el siguiente capítulo más a fondo, y por eso esa lucha entre Ra e Isis, que me ha encantado escribir. Cosas random para todos...
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Aventuras divinas
De TodoContinuación de "¡Vuelven a la carga!". Los dioses egipcios se han cansado de tener que aparecer con los dioses griegos y romanos, igual que los nórdicos. Ellos también merecen sus apariciones individuales, después de todo los egipcios estuvieron mu...