XLII

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—Jungkook y Tae se han escapado. —anunció al resto del grupo que estaba descansando.
—¿Qué? —Namjoon fue el primero en responder.
—Jungkook me ha dicho que se han ido a la playa, y que tardarán unos días en volver.
—¿En serio? —le preguntó Hoseok extrañado. La verdad es que todo parecía sacado de una película de acción, pero era cierto. Asintió mientras volvía a mirar los mensajes que le había enviado.
—Al parecer no lo saben ni sus padres porque me ha dicho que no les diga adónde han ido.
—¿Acaso saben los problemas que pueden causar por esa estupidez? —preguntó Namjoon a los demás.
—¿Que les roben?—propuso él.
—¿Que a sus padres les dé un infarto? —contestó Hoseok.
—Que los maten. —todos se quedaron en silencio ante lo que dijo Yoongi. Él pareció sentirse atacado. —¿Qué? Estamos proponiendo posibilidades.
Namjoon suspiró y los miró fijamente uno por uno.
—Sus padres si cuentan con el dinero suficiente los empezarán a buscar como locos. Podría incluso ser noticia y las personas podrían empezar a buscarlos por todas partes. —les informó. —Ese es el problema. Ahora es como si estuviesen desaparecidos. Todo el mundo empezará a buscarlos y la Policía dará con nosotros de una forma u otra.
Todos se mantuvieron en silencio.
—No creo que los padres lleguen a esos casos tan extremos. —soltó Yoongi tranquilamente. Parecía que la situación no le afectase en absoluto, como si fuese algo cotidiano.
—No sabes de lo que son capaces de hacer unos padres nerviosos y asustados. —suspiró. —Os estoy poniendo en la peor de la situaciones, pero podría darse el caso.
—Bueno, de todas formas, no importa mucho, ¿no? Somos legales. No hemos hecho nada malo. —dijo algo inseguro.
—Si con nada malo te refieres a la posesión de un arma ilegal, entonces es que sí, somos legales. —todas las miradas de dirigieron a Yoongi que seguía sentado en el suelo del vagón tan calmadamente.
—Si no hubiera sido por ese arma nos habrían matado. —les amenazó ante sus miradas. Hoseok y Namjoon bajaron la vista, apesadumbrados.
—¿Cómo? —todos le dirigieron la mirada a él en aquél momento.
Ahora Yoongi se levantó y se acercó hasta donde estaba él con el móvil en la mano. Le cogió del hombro y le miró fijamente.
—Ayer nos atacó un acosador...
—¡Yoongi no le cuentes eso! —le reprochó Hoseok acercándose a ellos. —Es pequeño, no creo que debamos meterle en el problema más de lo que ya estamos nosotros.
Jimin miró a los ojos a Yoongi y éste asintió.
—Es pequeño, pero es nuestro amigo. Tiene todo el derecho a ayudarnos y apoyarnos si quiere. Y sobretodo a saber qué es lo que pasó. —devolvió la mirada hacia Hoseok y éste asintió derrotado. Después Yoongi le agarró de los dos hombros y le sentó en le suelo en frente de él.
—Verás, ayer un hombre armado con navajas nos amenazó con matarnos si no dejábamos a Jin tranquilo. El hombre claramente era un acosador y estaba obsesionado con Jin. Le apunté con la pistola y conseguí echarle y que nos dejara en paz. —hizo una pausa y le observó con tranquilidad. Parecía estar midiendo su miedo con la mirada. —Después Jin fue a denunciar lo que había ocurrido y le dijeron que dejase su móvil ya que el acosador le había estado mandando mensajes extraños. Jin está en su casa ahora, protegido por su familia y seguro. —le aclaró, después miró a Namjoon que estaba asintiendo repetidamente. Se levantó también de su sitio y se sentó al lado de ellos. Hoseok hizo lo mismo.
—Yo tengo que contaros algo importante. —comenzó seriamente. —No tiene que ver con Jin, ni con Jungkook y Taehyung. Es sobre nosotros, sobre nuestro grupo. —respiró profundamente. —Ayer me llamaron para que fuese a rellenar unos papeles para la discográfica. Me dijeron que era preciso que fuese en ese momento o si no, nos quedaríamos sin oportunidad. —tragó saliva. —Así que fui directo allí y me encontré con mi mánager. Resulta que me lo encontré hablando con un grupo de chicos de nuestra edad. Al principio no le di mucha importancia pero después le pregunté y me dijo que por si las moscas fallábamos estaban mirando más opciones.
Se puso a jugar con sus cordones ya que parecía estar nervioso.
—Era un grupo enorme, deberíais haberlo visto. Y todos parecían artistas profesionales. Os juro que estoy muy asustado sobre nuestro futuro.
Hoseok le colocó una mano sobre su hombro para reconfortarle.
—No te preocupes. Eso es porque todavía no nos han visto actuar, en cuanto trabajemos más y nos vean se quedarán alucinados. Ya verás, pero no pierdas la esperanza. —le intentó animar.
—Hoseok tiene razón. —le siguió. —No debemos rendirnos por la posibilidad de que tengamos competencia. Es normal y debemos acostumbrarnos a ella.
Hubo un silencio en el que todos volvieron la vista a Yoongi.
—Tenéis razón. Además lo único que nos debe importar es la calidad de nuestra música y nuestro baile. Debemos centrarnos más en hacer las cosas como nos gusta hacerlas y dejar de lado la competencia y a los que son mejores que nosotros. Cuando algo te gusta los demás lo notan, porque lo haces con pasión, y eso es lo que nos diferencia de los demás. —Namjoon sonrió ante sus palabras.
—¿Yoongi estás borracho? —le preguntó con una sonrisa traviesa. Namjoon empezó a reírse.
—¿Qué? ¿Por qué iba a estar borracho?—se quejó sorprendido. Ahora fue Hoseok el que empezó a reírse. Su carcajada era contagiosa e hizo que la risa de Namjoon fuese más fuerte.
—No sé. —se encogió de hombros. —Cuando estás borracho estás más filosófico. Como ahora.
—¡No estoy borracho! —y todos comenzaron a reír por sus quejas continúas.
Realmente parecían una familia.

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