XXXI

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Cuando Namjoon y Yoongi se fueron sintió un enorme vacío en el pecho. Estaban en peligro, todos ellos y parecía que ninguno quisiese decirlo en alto, como si callarlo fuese la mejor forma de huir del problema.
Cogió el discman que le había prestado el rapero y caminó hasta donde se encontraba Jin plácidamente dormido. No pudo imaginarse la cantidad de cosas que había tenido que pasar para que ese hombre se presentase delante de él y le amenazara de aquella forma. Respiró hondo y se sentó en un sofá. Quería perderse en la música, quería que ésta acallase el sonido que había hecho la pistola y el sonido de la voz de aquél hombre. Tan frío, tan aterrador. Un escalofrío recorrió su espalda y Jin se despertó gritando. Se incorporó en el sillón y miró a su alrededor como para ubicarse. Una vez que le encontró con la mirada suspiró y se recostó en el respaldo. Hoseok se levantó y se sentó a su lado en el sillón, tenían que hablar seriamente.
—¿Estás bien? —le preguntó mientras se quitaba los cascos uno por uno.
Él asintió intentado envolverse en la manta. Parecía que quisiese que se lo tragase, sonrió con dolor.
—Jin, tenemos que hacer algo. —empezó a decir. El otro se quedó envuelto en la manta. Cogió el vaso de plástico que le habían dado con agua y empezó a beber. —Tenemos que buscar una forma de defendernos de él. No podemos fiarnos de que Yoongi vaya a estar siempre en el momento exacto para salvarnos. —Jin empezó a asentir lentamente. —Yo creo que lo mejor será que no nos veamos hasta que esté todo resuelto y ese delincuente en la cárcel. —los ojos de Jin se cruzaron con los suyos. Tenía una expresión de asombro en su cara.
—¿Crees que yo tengo la culpa de que me persiga un acosador? —levantó las manos empezando a negar.
—¡No! No, para nada. Me estás entendiendo mal. —se intentó explicar con una sonrisa fingida. —Nunca había temido más por mi vida como hoy. Nunca había tenido un miedo como el de hoy. Tengo miedo de morir, Jin. —le confesó. —No quiero morir todavía.
Las lágrimas de el chico empezaron a caer de nuevo sin control. Hoseok le abrazó sin decir nada hasta que se hubo calmado un poco.
—Yo no quería esto. Pensaba que solo eran mensajes estúpidos. —le dijo mientras se quitaba las lágrimas. —Nunca pensé que él...
Le volvió a abrazar y él volvió a desplomarse en sus brazos.
—No pasa nada. Estoy seguro que al final podrás resolverlo, pero hasta ese entonces nos mantendremos en contacto. —le murmuró mientras se separaba de sus brazos y asentía. Esperaba que Jin no se lo tomase mal después de pensarlo en frío pues no era culpa de nadie, mas que del agresor, que él tuviese miedo por su vida. Respiró profundamente y Jin buscó en sus pantalones, sacó las llaves del vagón y se las dio.
—Toma. Será mejor que no me acerque por aquí en un tiempo. —Hoseok cogió las llaves patidifuso. —Tenéis que seguir mejorando y practicando, incluso tú que rapeas muy bien. Supongo que si yo no estoy con vosotros él os dejará en paz. —asintió ante sus palabras.
—Pero Jin, éste es tu sitio, yo...
Una risa tímida se escapó de sus labios.
—Solo te lo presto un tiempo. Así que cuidalo bien. Cuando vuelva quiero que seáis un grupo de éxito, ¿vale?
Hoseok asintió y le dio un enorme abrazo acompañado con una sincera sonrisa.
—Eres absolutamente increíble. —le dijo mientras se separaban. —Gracias por entenderme, y por esto...—dijo mientras miraba la llave.
—Guárdala bien, solo hay dos de ellas, que no se te pierdan. —asintió entusiasmado y tomó la decisión de que se lo daría a Namjoon en cuanto regresase.
Se quedaron charlando unos minutos sobre música, un poco sobre la universidad y finalmente vieron aparecer a Yoongi por la puerta. Los dos le recibieron con sonrisas pues éste venía con muchísima comida. La dejó toda en la mesa de café y se acercó al microondas pequeño que había medio escondido al lado de la nevera. Cogió vasos de plástico y les preguntó si alguno quería chocolate caliente. Ambos dijeron que sí.
Entre bollos y risas entró Namjoon algo preocupado. Cogió un donut y empezó a comérselo como si no hubiera fin. Cuando terminó les miró y Yoongi le ofreció un vaso de chocolate caliente. Él lo cogió en silencio y empezó a beber tranquilamente.
—Tengo que contaros algo. —empezó a decir.
—Yo también. —informó Jin. Él le miró de reojo y asintió. —Voy a irme unos días para arreglar este problema. Espero que al no estar yo con vosotros él no se os acercará. Así que os voy a dejar las llaves del vagón y así podréis venir cuando queráis y practicar. —Namjoon le miró con los ojos abiertos. Yoongi no pareció ni inmutarse.
—Pero casi no nos conoces. Jin, ¿Estás seguro...?
—Sí. Confío en vosotros. —y con eso quedó todo zanjado. Le enseñó las llaves a Namjoon y después se las dio, ya que pensaba que él podría cuidarlas mejor.
—Vale...—suspiró después de todo. —He hablado con mi mánager.
—¿Qué? —preguntó Yoongi casi escupiendo el chocolate.
—La discográfica está a punto de quebrar y me han pedido que empiece a actuar o acabaremos todos en el hoyo.
—¿Te han pedido que empieces a crear música? —le preguntó Jin sin entenderlo del todo.
—Algo así, pero además que llame la atención con algo nuevo, innovador. Así que le he dicho que estaba formando un grupo. —hizo una pausa para observar el chocolate. —Me han dicho que debemos tener un cantante y bailar todos. —los ojos de Yoongi se abrieron desmesuradamente.
—¿Bailar?
—Sí.
—¿Y necesitamos un cantante?
—Cuantos más mejor.
Todos asintieron con calma.
—Yo puedo intentar cantar. —se ofreció Jin. Los ojos de Namjoon fueron a parar directamente en él.
—Vale. Si tienes buena voz será perfecto. Pero aún así necesitaríamos a alguien que realmente sepa cantar. Que te pueda enseñar.
—Creo que uno de los pequeños era cantante. —dijo mientras se comía un pequeño donut de chocolate. —O algo así le oí decir a Taehyung. Supongo que ese chico irá a clases de canto.
—Puede ser, hablaré con ellos por si acaso. —le respondió Namjoon.
—También puedo enseñaros a bailar. Soy coreógrafo. —todos asintieron y le miraron.
—Vale. Creo que ya estamos casi listos. —opinó Namjoon.
—¿La discográfica no te ha pedido que vayamos a presentarnos y tal?—preguntó Yoongi algo dudoso.
—Sí. La presentación es dentro de cuatro meses. Así que tenemos que empezar a trabajar ya.

The Way We Became StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora