LV

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Escuchó sonidos fuertes al otro lado de la puerta del baño. Se vistió lo más rápido que pudo y salió casi corriendo, con el pelo mojado y con la ropa mal colocada.
Se encontró a un Tae mirando horrorizado un móvil y a la recepcionista. ¿Qué hacía ella ahí? Se acercó a Tae mirándola sorprendido y confundido.
-¿Qué pasa? -preguntó a la nada. Esperaba una respuesta razonable de ambos, pero no sabía a quién preguntar.
-Jungkook. -le llamó Tae mientras leía algo en ese móvil. No era el suyo así que debía ser el de la recepcionista. Se acercó más a él hasta que leyó lo que ponía en el aparato rectangular. Se quedó pasmado cuando descubrió que era una noticia de un periódico.
-¿No se lo dijiste a tus padres?-le preguntó la recepcionista a Tae.
-¿Acaso te importó cuando nos diste la habitación? -le preguntó amenazante. -Ahora que se ha hecho público no actúes como que te importa.
La recepcionista se quedó callada ante sus palabras y él satisfecho intentó calmar a Tae al que le habían vuelto a empezar a temblar las manos.
-Mi madre, ella...-empezó a decir. -Me están buscando. Jungkook, tengo que volver a casa. Ellos están sufriendo. -él empezó a negar en cuanto escuchó la palabra volver. No podían irse ahora que estaban allí. No podía, no ahora. No ahora que estaba feliz y tranquilo.
No, por favor.
-Por que nos quedemos unos días más no pasará nada. -le intentó convencer, pero la mirada de Tae reflejaba en claro lo que quería. No podía permitir que se fuese, no ahora. -Sí que pasará. -les informó la recepcionista que se había mantenido callada y apartada de ellos. -En cuanto he visto las noticias he informado a las autoridades. No tardarán en venir a por vosotros y llevaros a casa. -se giró y la encaró, lleno de ira. ¡No podían marcharse ahora que todo estaba yendo como quería! ¡Ahora que todo estaba bien!
-¿Que ha hecho qué? -le preguntó mientras sentía como la furia corría por sus venas. No podía ser posible que fuera tan estúpida.
-Jungkook. -su cuerpo se relajó por unos segundos cuando escuchó la voz de su amigo. Se dio la vuelta y le miró algo más calmado pero aún enfadado. -Tal vez sea lo mejor. -opinó mientras le devolvía el móvil a la mujer. -Estoy haciendo sufrir a mis padres y eso era lo último que quería. Deberíamos volver.
Jungkook corrió hasta donde estaba Tae y le agarró del cuello de su sudadera para que le mirase fijamente.
-No quiero volver Tae. No quiero, no quiero...

Una bofetada. Un grito. Una patada. Un insulto. Debía seguir.
No digas nada. Insulto. Patada. Bofetada. Puñetazo. Debía seguir.
«No te librarás de mí tan fácilmente. ¡Estúpido! ¡No eres tan bueno como tu mami te decía! ¡Cállate! ¿Y tú te crees que tienes talento, pedazo de mierda? ¡Marica!»
¿Debía seguir?
«¡Jungkookie! Algún día podríamos bailar juntos. Te necesito para cantar con nosotros, he oído que eres bueno. ¿Estás bien? Cuantos más mejor, ¿no? ¿Y si te unes?»

Se despertó tirado en la habitación con Tae mirándole con una cara de preocupación espantosa. En cuanto le vio abrir los ojos le dedicó una de sus mejores sonrisas y le ayudó a levantarse.
-¡Jungkook, Jungkook! ¿Estás bien? -le preguntó varias veces. Él empezó a asentir despacio mientras se levantaba con su ayuda. -Te has desmayado. ¿En serio estás bien?
-Sí, sí. No habré descansado bien. A veces me dan estos bajones, no te preocupes. -con esa explicación Tae pareció relajarse. Le sentó en una cama y le miró fijamente un rato.
Miró a su alrededor buscando a la recepcionista pero no la encontró por ningún lado. Tae al notar su escrutinio por la habitación sonrió.
-Se ha ido a buscar a un médico y a llamar de nuevo a la policía. -le explicó mientras empezaba a recoger sus cosas. Jungkook se levantó a duras penas y se acercó hasta donde estaba Tae guardando su pijama. Él al verle levantado se le quedó mirando fijamente y con el ceño fruncido.
-Jungkookie, descansa. Tardará un rato en llegar la policía. -dijo mientras le agarraba de los antebrazos para que no se cayese. Había perdido el equilibrio ligeramente y no se había dado ni cuenta. -Definitivamente no beberemos más alcohol.
-¡No! Tae, escucha. -el mencionado le miró fijamente dejando sus cosas de lado y se levantó para encararle.
-Entiendo que no quieras volver. -empezó a justificarse Tae. -De verdad que lo entiendo, pero debemos hacerlo. Buscaré alguna forma para que no tengas que ir nunca más a esas horribles clases de canto. Pero no puedo continuar haciéndole esto a mi familia. -se le quedó mirando, estático. No quería moverse. ¿Le había prometido que acabaría con sus demonios? ¿Era capaz de hacerlo?
-¡Tae! -le dijo de nuevo para llamar su atención. -No necesito que me ayudes a acabar con las clases de canto. -su voz temblaba al hablar. -Solo necesito que te quedes a mi lado, en el momento en el que vaya a terminarlo yo. Que a pesar de lo que ocurra, y de lo que diga mi madre que permanecerás a mi lado. Por favor. -hizo una pausa mientras cerraba los ojos esperando que le negase todo y que no le ayudase. Tae de nuevo le abrazó fuertemente y él escondió su cara en su cuello.
-Me quedaré a tu lado. -le prometió. -Cantaremos juntos la última canción.
Justo en ese momento la Policía entró en tropel en su habitación. Los dos se separaron al momento y les miraron esperando que les dijeran algo horrible.
-Aquí estáis...-dijo uno de los policías calmando al resto del equipo.

Dedicado a Mina_mic
¡Felicidades querida! Por muchos años más!! (No sé que más decir?) He escrito mi primera nota para felicitar a mi amiga por su cumpleaños? Sí lo he hecho!!
Bueno, espero que tengáis un buen día como ma friend (o incluso mejor)
Bye!! 

The Way We Became StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora