—¿No podemos llamarle otra vez para que nos diga dónde vive? —preguntó muy nervioso.
Esperaba que los demás se quedasen para ayudar, a pesar de que tenían planes ya asignados (al menos Jungkook).
Le miraron con cara extrañada puesto que no tenían muy claro de que fuesen a poder quedarse por sus quehaceres pero no se lo tendría en cuenta, no era su culpa que tuviesen otros planes.
Aunque era ayudar a un amigo que urgentemente los necesitaba...
—Yo me quedo contigo. Si somos más daremos con su casa más rápido y podremos ayudarle. —propuso Yoongi. Jimin no pudo evitar sonreír ya que no se esperaba que el chico fuese a buscar un espacio de su tiempo para ayudar a Hoseok. Realmente parecía querer ayudarle, como había pasado con Jungkook.
—Yo...—empezó Namjoon. —Yo debería irme a estudiar, pero creo que es más importante ayudar a Hoseok ahora. —dijo analizando la situación.
Jin sonrió ante su respuesta y asintió.
—Me quedaré y Jungkook no puede decir que no ahora. —todos miraron al pequeño y sonrieron.
—Vale. Me quedo. —respondió sonriente. —Y...¿Cómo hacemos para dar con él?
—Probemos a llamarle de nuevo. A lo mejor se ha despertado. —dijo Jimin con los ánimos renovados.
—Esperemos que se haya despertado...—susurró Yoongi, como siempre pesimista.
Jin sacó su móvil de nuevo y buscó el contacto del chico. Después le llamó y lo puso en manos libres.
Esperaron a que el chico contestase.
A la primera llamada no hubo respuesta. Volvieron a intentarlo.
A la segunda se escuchó la voz somnolienta del bailarín.
—¡Hoseok! —gritaron todos al unísono de la sorpresa. La verdad es que más bien era un grito de alivio. Todavía respiraba.
—¿Chicos? —preguntó aún con su voz cansada y normal. Parecía más despierto, menos...drogado.
¿La siesta le había sentado bien?
—¿Te encuentras bien?—preguntó a bocajarro dejando a todos en silencio pues era algo que todos querían saber.
—Eh...—se le escuchó gruñir al otro lado, como si se estuviese levantando. —Sí. O eso creo, no sé. Me duele mucho la cabeza.
Hubo un silencio horripilante en el que pudo escuchar el latido del corazón de los de su alrededor. Era un traqueteo continuo que lo único que hacía era ponerle el doble de nervioso.
—¿Has bebido? —preguntó Yoongi esta vez. Parecía que realmente estaban yendo al grano en cuanto al asunto. Parecía que nadie quería darle más vueltas a ese problema, no como había pasado con Jungkook y Tae.
—¿Qué? ¿Alcohol? No. —respondió como si fuese obvio. —No suelo beber tanto como para pillar resaca. Además tengo que cuidarme por el baile, ya sabes...
Jin suspiró.
—Hoseok, nos han contado lo que está pasando. —el mayor de todos ellos habló seriamente y haciendo que el propio Hoseok se callara de repente. Ni siquiera se escuchaba su respiración, algo que aunque no quisieran les sorprendió y asustó a la vez.
—¿Qué? No está pasando nada...
—No intentes negarlo, Yoongi y Jimin nos lo han contado. —entonces se le cayó el alma a los pies. ¿Era necesario que se lo hiciese saber de esa forma? ¿Jin no sabía ser dulce y educado a la vez? ¿Por qué no estaba siendo dulce y educado ahora?
—¿Cómo? ¿Que ellos han...?
—Nosotros se lo pedimos, no te enfades. —interrumpió Namjoon, hablándole precipitadamente al aparato. —Queremos ayudarte Hoseok, no estás solo. Si te ayudamos podremos trabajar bien y tranquilos. —hizo una pausa y no muy contento con sus palabras continuó. —Sólo queremos que vuelvas a ser el mismo.
Hubo otro silencio. ¿Cuántos llevaban ya?
—Les dije que no os contaran nada porque todo está perfectamente bien.
—No. —le cortó de nuevo Jin. —Nada está bien. El viernes no estabas bien. Los chicos han notado que llevas un tiempo sin estar bien y parece darte igual que queramos ayudarte. Sabemos lo de tu hermana y además creemos que tienes un problema con las drogas.
—¿Cómo? —medio gritó indignado.
—Te lo dije, ¿no te acuerdas? —le repitió Yoongi, a pesar de que ya se lo había dicho en la llamada anterior a esta. —Te dije que si tenías cualquier tipo de problema con esas cosas que recurrieras a mí.
—Sí, pero la cuestión es que no tengo ningún problema de ese tipo que dices. Solo me tomo algunas pastillas cuando me duelen los músculos. Nada más.
—Ya. ¿Y dormirte en una cafetería, llamar a Jin aturdido y caerte por la casa es completamente normal? —le dijo Yoongi en su tono más irónico conocido. —Conozco esos síntomas amigo. No son de pastillas normales.
—Tú qué sabrás. —soltó a la defensiva.
—Lo sé porque tengo conocidos que han pasado por esos síntomas y por situaciones parecidas a la tuya y que han acabado muy mal. —Hoseok guardó silencio ante aquello y se le escuchó suspirar.
—N-no lo hago porque esté enganchado...es que...—empezó a tartamudear, le estaba costando soltar aquello. —Yo antes las tomaba a todas horas, era adicto, lo admito. Pero lo dejé, y soy diferente, jamás volvería a hacerlo. —cogió aire. Daba la sensación como si estuviese a punto de llorar, pero no podía asegurarlo ya que solo le podían escuchar. —Pero pasó lo de mi hermana y me quedé solo en casa. No podía dormir, ni estudiar, ni descansar, así que vi que era mi única salida. Pero solo las tomo cuando las necesito a más no poder. N-no c-creo que h-haya vu-vuelto a la a-adicción...—aquello último fue prácticamente imperceptible pero sus palabras de algún modo fueron entendidas por los demás.
Se miraron unos a otros y no sabían su sonreír porque ya sabían lo que ocurría o si entristecerse por la voz dolorida del bailarín.
—No pasa nada si has vuelto a la adicción. —la voz se Yoongi se hizo paso entre el silencio arrolladora y profunda. Esta vez sonaba distinta, con sentimiento, soñadora, incluso podía percibirse cariño. —Igual que entraste, saldrás. Te ayudaremos con eso. Pero primero tenemos que hablar, cara a cara. Dinos dónde vives e iremos a verte cuando podamos. —se quedó pensativo unos segundos esperando una negativa, pero no llegó. —Creo que el problema que tienes es que no soportas estar solo.
Escucharon unos pequeños sollozos al otro lado de la línea y se les encogió el corazón a todos, o al menos eso fue lo que Jimin vio en sus ojos.
—Vale. Ahora os envío la dirección. —contestó antes de cortar la llamada.
Jimin no pudo evitar sonreír y miró a los demás en busca de la misma felicidad por haber conseguido la dirección y la aceptación de su ayuda por parte de Hoseok.
Todo iba bien, todo iba a ir bien, ellos lo harían ir bien.
ESTÁS LEYENDO
The Way We Became Stars
Teen FictionYoongi, un chico solitario y en problemas con idiotas de la calle. Namjoon, un artista pequeño intentando brillar a pesar de el mundo corrupto de la música. Hoseok, un bailarín fantástico que nunca es suficiente para las discográficas. Jin, un chi...