LIII

2 1 0
                                    

Cuando Yoongi se fue su familia no tardó en cuestionar al chico y su actitud. A pesar de que el rapero se había intentado comportar de la mejor forma posible era cierto que no estaba acostumbrado a tratar con adultos y a ser correcto y se había notado demasiado. Jin les dijo que era un chico con algunos problemas en su vida y que no lo tuviesen en cuenta ya que él lo había hecho sin intención.
Después de una breve charla sobre cómo había ido todo en la comisaría se dispusieron a cenar. Sus padres no le preguntaron mucho más puesto que sabían que su hijo no estaba del todo bien psicológicamente así que no querían alterar sus sentimientos demasiado. No le sometieron a ninguna presión y dejaron que fuese él el que contase todo, sin preguntas ni opiniones.
Una vez que hubieron terminado de cenar se fue a su cuarto y a estudiar un poco. Justo en ese momento escuchó como su móvil sonaba por un mensaje. Lo cogió al segundo, pues no quería estudiar más y estuvo hablando un rato con Namjoon. Al parecer todo estaba bien, o eso le estaba comentando él. Decidió no darle muchas vueltas al problema con la discográfica y la competencia y a lo de los chicos, así que no tardó en irse a dormir pronto. Se despidió del rapero y se tiró en la cama. Estaba agotado, había pasado un día lleno de tensión y por fin podría descansar en paz al menos una noche.

Se despertó relativamente tarde y lo primero que hizo fue prepararse su desayuno. Cuando salió de su cuarto se dio cuenta de que ni su madre ni su padre estaban en casa. Suponía que su madre se habría ido a hacer la compra o a alguna casa de alguna amiga, o incluso a visitar a algún familiar, y su padre estaría trabajando por supuesto. Su hermano hacía ya un rato que se habría ido a sus clases. Así que en su casa solo estaban él y su guardaespaldas. Comenzó a cocinar medio dormido, si hubiese podido se habría quedado más en la cama, pero su estómago le había dicho lo contrario. Suspiró pesadamente.
Una vez que ya lo tuvo todo preparado fue a buscar a su guardaespaldas para que desayunase con él, puesto que había hecho comida para un ejército e intuía que aquel hombre comía lo suyo. Él mientras pudiese alimentar a las personas estaba feliz. Una vez que dio con el hombre le invitó a comer y él nada más lejos de sorprenderse (ya que eso ya lo había hecho en una ocasión anterior) se unió a él en el desayuno. Estuvieron charlando sobre Yoongi, sobre lo introvertido que era, sobre lo extraño que aparentaba y las cosas que hacía. Parecía que siempre estaba incómodo en el lugar donde se encontraba y no solo eso, las personas parecían ponerle nervioso. Jin no le dio mucha importancia al informe que le estaba detallando el hombre pues no le importaba lo más mínimo el comportamiento que presentase Yoongi con las demás personas. ¿Qué tenía de malo sentirse fuera de lugar? O ¿Qué tenía de malo no saber cómo actuar frente a ciertas personas? Yoongi era un humano, igual que ellos dos, pero eso era lo único que tenían en común, por eso adoraba a las personas. ¿Cómo podían ser todos tan iguales y a la vez tan distintos?
Se le pasó la mañana rápido pero eso fue porque se había levantado a la una de la tarde. Se duchó, se vistió y se peinó. Sobre las dos su madre le llamó para informarle que no iba a llegar a casa hasta pasadas las ocho ya que se había ido a pasar el día con una amiga y ésta la había invitado a comer. Él le dijo que se lo pasase muy bien y que disfrutase. Ella le mandó todo el cariño del mundo como siempre y colgaron.
Se quedó sin hacer mucho toda la tarde. No sabía si estaba esperando a algo o simplemente quería averiguar porqué los chicos habían insistido en saber su dirección. Obviamente a Jimin se le había escapado que querían hacerle una fiesta sorpresa, pero no sabía cuándo, ni dónde.
A las cuatro de la tarde ya estaba más que aburrido así que decidió ponerse a estudiar, el hombre parecía estar en las mismas que él y le dijo que iba a vigilar un poco el exterior. Jin asintió y se despidió de él, no sin antes avisarle de que se abrigara.
Se pasó una hora estudiando hasta que sobre las cinco y cuarto de la tarde sonó el timbre de su casa. Sorprendido porque su madre regresase más pronto de lo que le había dicho y porque no llevase llaves, corrió a abrir. En el caso de que no fuese su madre no podía tratarse de su guardaespaldas, él tenía las llaves de todas las puertas de su casa.
Abrió la puerta principal y no pudo evitar sorprenderse ante lo que vio. Delante de él había cuatro chicos con unas enormes sonrisas en sus caras enseñándole una enorme caja que Jimin llevaba. Les invitó a todos a pasar y a que entrasen en calor. Una vez que todos se hubieron quitado los abrigos y las chaquetas, llegó la sorpresa.
—Chicos...¿Qué? —no pudo hablar de la felicidad que había en su cara. Su sonrisa no le dejaba articular palabra.
—Como lo has estado pasando un poco mal hemos decidido darte una sorpresa y celebrar que ese idiota está ya en el calabozo. —le dijo Jimin mientras le daba la caja. Él la cogió y los llevó al comedor. Allí colocó la caja sobre la gran mesa y los miró sonriente.
—Muchas gracias chicos, de verdad. No teníais porqué. —respiró hondo mirándoles uno a uno.
—Te lo mereces. Además necesitamos que estés bien y feliz. —le dijo Namjoon sonriente.
—Sí. Si no estás feliz o sonriente no eres tú. —replicó Yoongi en su tono apagado.
—¡Eso es verdad! —corroboró Hoseok. —¡Pero ahora con esta enorme tarta al menos estarás feliz por lo riquísima que está!
Jin abrió la caja donde habían traído la tarta y vio que la habían comprado en la cafetería donde trabajaba. Les sonrió y trajo algunos platos para servirles mientras ellos se sentaban alrededor de la mesa. Estuvieron comiendo un rato sin hablar, era cierto que la tarta estaba riquísima.
Cuando terminaron Namjoon dijo que tenía algo importante que anunciar, algo serio.
—Los padres de Taehyung han denunciado a la Policía. Su cara sale ahora por todas partes.
—Lo sé, he visto la noticia esta mañana. —respondió Hoseok cabizbajo.
—¿Es en serio? —preguntó Yoongi sin poder creérselo.
—Sí. —contestó Jimin.
—Ahora sí que estamos en una gran mierda.
—Nunca lo habría dicho mejor. —corroboró Namjoon.

The Way We Became StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora