Estaba más que claro la clase de problema que les tenía a todos nerviosos. Por un momento creyó que ir a América se volvería el centro de atención y de sus futuras conversaciones, pero no había sido así. Al parecer cada uno de los integrantes de aquél grupo tenían su problema personal y estaba claro que hasta que no se resolviesen dichos problemas, los chicos no podrían concentrarse en nada más.
Suspiró pesadamente. Si finalmente el plan de Yoongi funcionaba, se quitaría un peso más de los hombros, y así tendrían a Jungkook al cien por cien con ellos. Ahora bien, luego estaba el problema de Tae. Esperaba que en cualquier momento fuesen a entrar los dos chicos por la puerta del vagón, pero no fue así. Una vez que todos hubieron concretado que irían el lunes de la semana siguiente a hablar con el supuesto tutor Jimin irrumpió en la conversación. Se frotó un poco la cara por el frío y se quitó el abrigo. Se acercó a las estufa que habían encendido e intentó calentarse. Su celo estaba ligeramente fruncido y parecía que evitaba cualquier contacto visual con los demás. Jungkook se cruzó de brazos indignado, ciertamente más confiado con el resto. Jin le miró de soslayo y después observó los movimientos de Jimin con cuidado.
—¿Y Tae? —preguntó algo cohibido por la respuesta del chico.
—Se ha ido. —respondió secamente Jimin sin ni siquiera darse la vuelta para encararle.
—¿Por qué? —preguntó esta vez Yoongi, con un tono que daba a entender que estaba ligeramente cansado de la situación.
—Porque Jungkook no sabe escuchar. —y con eso se sentó en uno de los sillones, lo más apartado posible de cualquier otro miembro y los observó detenidamente.
—¿Cómo?—el tono de Hoseok demostraba ligera sorpresa y asombro. La verdad es que todos estaban asombrados por lo que había dicho Jimin, pues en un principio Tae no quería ayudar a Jungkook, ¿no? Al menos eso es lo que les había dicho.
—No es que no sepa escuchar, es que a él se le da muy bien mentir. —escupió a la defensiva.
—Si le hubieses escuchado no estarías diciendo todo eso. —hizo una pausa y respiró hondo. —Tae está teniendo problemas familiares. Y se va a ir unos días para resolverlos...
—Él no me dijo eso, Jimin.
—¿Qué?
—Me dijo que iba a ver a un familiar unos días. No que tuviera problemas.
—¡Vale, ya está bien! —gritó desesperado. Estaba realmente frustrado y en un segundo el ambiento de confianza se tornó en uno serio. —¡Su abuela se está muriendo! ¡Va a ir a despedirse de ella antes de que ocurra! —cogió aire ante las palabras que había soltado. Aparentemente había afectado a Jungkook de lleno pues su cara era de absoluta sorpresa y se había quedado sin palabras.
—¿C-cómo sabes que no es una mentira? —preguntó, no muy convencido, Jungkook.
Jimin se tranquilizó de golpe, como si aunque Jungkook se lo estuviese poniendo difícil ya hubiese ganado la batalla.
—¿De verdad crees que Tae mentiría sobre algo así? —todos agacharon la cabeza. Independientemente de si unos se conocían más o menos Taehyung se le veía que no era una persona mala. Era sociable, divertido, un auténtico niño. Y lo que caracterizaba perfectamente a los niños era su incapacidad para mentir.
Jungkook suspiró agotado. Se notaba que dentro de él un montón de pensamientos se contradecían.
—Lo que más me ha sorprendido allí fuera es que no te ha echado la culpa, es más, dice entender porqué le tratas de la forma que lo estás haciendo. —Jimin suspiró de igual forma y notó cómo los ojos de Jungkook desprendían más brillo de lo habitual. El chico se encontraba al borde de las lágrimas. Se colocó la capucha y bajo la cabeza mientras dejaba caer unas lágrimas en silencio. Estaba claro que le daba una auténtica vergüenza llorar delante de un montón de chicos mayores que él, pero eso no impidió que sus sentimientos de culpabilidad salieran a la luz.
Jin no tardó en abrazarle y después se le unió Hoseok, él mismo se unió y finalmente Yoongi y Jimin.
En el abrazo grupal Jin susurró:
—Sabes lo que tienes que hacer ahora, ¿no? —Jungkook asintió y les abrazó con fuerza.
Tuvo que admitir que ese fue un momento memorable y desde luego un gran aprendizaje para el más pequeño de todos, el cuál había cometido un error fatal.
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The Way We Became Stars
Teen FictionYoongi, un chico solitario y en problemas con idiotas de la calle. Namjoon, un artista pequeño intentando brillar a pesar de el mundo corrupto de la música. Hoseok, un bailarín fantástico que nunca es suficiente para las discográficas. Jin, un chi...