LXXXI

2 0 0
                                    

Hoseok estaba mal, muy mal.
Se había quedado dormido sobre la mesa de la cafetería y por mucho que le movieran no había manera de que recobrase el sentido. Miró a los demás en busca de ayuda, pero ninguno sabía nada sobre aquel cambio ni aquel nuevo problema. Algo pasaba con Hoseok, o algo llevaba pasándole ya un tiempo y al haberse conocido en tan relativamente poco no se habían podido percatar de que tal vez su amigo sufriese de algún tipo de problema serio.
Suspiró pesadamente y pensó en algo que hacer mientras con aquél chico. Miró a Namjoon y éste le devolvió la mirada.
—No creo que en estas condiciones podamos ir a América. —le dijo algo apesadumbrado. El chico asintió también desilusionado.
Yoongi, que había estado moviendo y empujando levemente a Hoseok para que se despertara sonrió de repente y él y Namjoon dirigieron sus miradas a la persona que era la causante de aquella sonrisa. No podía ser otra persona más que Jimin.
—Hola chicos. —saludó mientras cogía una silla y se sentaba entre Namjoon y Yoongi regalándoles una enorme sonrisa a cada uno. —¿Hoseok? —pareció asustado por ver al chico completamente dormido sobre la mesa del lugar. Jin le observó unos segundos, pero después descubrió que él estaba tan asustado como los demás.
—¿Qué ha pasado? —preguntó moviéndole para que despertase.
—Estaba hablando y se ha quedado dormido de repente. —le informó Namjoon mientras se cruzaba de brazos y los colocaba sobre la mesa.
—Debe estar agotado...—Jimin sonrió tímidamente y procedió a explicarles. —No sé mucho, pero creo que está teniendo algunas cosas con su familia. No sé bien qué, pero es algo que le está dejando agotado. No os preocupéis.
—Vale. —respondió Yoongi encogiéndose de hombros y mirando a Jimin de reojo. —¿Sabes si Jungkook va a venir hoy? No ha respondido a los mensajes de ayer.
—Sí. Me lo he encontrado ahora en el instituto, venía hacia aquí. Creo que estaba esperando a Tae. —Jin sonrió de oreja a oreja y se comió las galletas restantes, robándole una a Yoongi antes de que la cogiera.
—¿Y ese interés por el chico, Agust D? —preguntó mientras disfrutaba de la última galleta.
—Ayer le escuché cantar, y es realmente genial. El chaval sabe. —se quedó pensativo unos segundos. —Quería hablar con él sobre algunas canciones más que me gustaría que tocáramos.
Jin asintió.
—¿Ves? Supe que no me había imaginado aquella voz cuando la escuché. —opinó Namjoon uniéndose a la conversación.
—Bueno, ¿qué era lo que querías contarnos?—preguntó Jimin intentando sonsacar algo de información al mayor.
—Mejor vamos a esperar a que Hoseok se despierte y vengan los otros dos. —jugó un poco con sus dedos, pensativo. Namjoon no había visto a los chicos desde que se habían ido. —Por cierto, ¿cómo están?
—¿Tae y Jungkook? —preguntó Jin sorprendido porque se preocupase Namjoon por ellos. Desde fuera desde luego daba la impresión de que Namjoon era un chico que no le importaban demasiado los demás, pero desde luego estaba desmintiendo todas sus primeras impresiones.
—Yo fui a ver a Tae hace unos días, y bueno, dentro de lo que cabe estaba bien. —respondió poco seguro. Miró a Jimin de reojo y dirigió su mirada de nuevo a sus manos.
—¿Qué quieres decir?—preguntó Namjoon. Él siempre tenía que tener toda la información, al parecer no se podía quedar a medias. Jin maldijo a Namjoon y a todos sus familiares y continuó buscando las palabras para decir lo que tenía que decir sin decirlo realmente.
—Bueno, problemas suyos. No sé si puedo contarlos. De todas formas la escapada le ha ayudado mucho. Él ahora está mejor. —miró un poco a Jimin de reojo y notó como el chico se relajaba ligeramente. Al menos le importaba el bienestar de su amigo. Sonrió y entonces le tocó hablar al chico.
—Yo he visto a Tae algo decaído y no he podido acercarme a hablar con él porque he estado muy ocupado. Jungkook está perfectamente. Tiene un enorme moratón en la cara pero por lo demás está perfecto. —parecía que sabía algo que se estaba guardando sobre el menor de ellos, pero no preguntó sobre el secreto que estaba guardando.
Por otro lado Namjoon miró a Yoongi con las cejas levantadas.
El chico más bajo le devolvió una expresión de confusión y Namjoon suspiró.
—¿No viste al hombre que acompañaba a Jungkook en la comisaría? —preguntó de repente. Eso hizo que él y Jimin se sobresaltasen. ¿Qué hacían él y Yoongi en la comisaría?
Se relajó, era de lo más normal y humano acudir a una comisaría cuando había algún problema, pero conociéndolos, estaba casi seguro que no se encontraban allí porque tuviesen alguna duda por algo. Estaba casi seguro que estaban allí porque les había surgido un problema y uno gordo.
—Los vi, pero no sabía si era Jungkook.
—Pues lo era, y el hombre parecía bastante enfadado. —argumentó Namjoon.
—No creo que él le hiciese eso, vamos Namjoon, seguro que se dio un golpe tonto. —Yoongi pareció hacerle entrar en razón y se quedó pensativo sobre lo que había dicho. Jin en ese momento quiso meterse en la mente del rapero e indagar acerca de ese tema con él. Pero Jin no había estado presente en la escena y por tanto no podía opinar al respecto.
—¿Puedo preguntar qué estábais haciendo en la comisaría?
—Ah, unos tíos intentaron rompernos la cara. —respondió Yoongi recostándose en su silla. La sorpresa que se reflejó en el rostro de Jimin fue para hacerle una foto y enmarcarla. Después él mismo cerró la boca y supuso que su expresión habría sido igual de graciosa que la de Jimin.
—Unos tíos llevaban un tiempo detrás de mí. Tuvimos la suerte de que nos vio un agente y nos detuvo.
—¿Tuvisteis la suerte de que os detuvo? —preguntó Jin aún sorprendido.
—Sí. La verdad es que en esa situación, tuvimos suerte. —esta vez fue Namjoon quien respondió.
—Vale, ¿qué narices pasó? —Jimin estaba asustado e intrigado. Desde luego aquella historia estaba interesante.

The Way We Became StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora