LXXXV

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¿En serio?
Las chicos debían de estarles gastando una broma, porque en serio no se la tragaba. ¿Los dos locos que se habían escapado sin previo aviso ahora estaban teniendo una pelea de casados? ¿En serio?
Con suerte, uno de ellos abandonó el vagón, sino tal vez tendría que haberse puesto violento.
Se quedó mirando a Jungkook mientras este se pellizcaba el puente de la nariz, concentrándose. ¿A qué venía ese numerito?
—¿Qué ha pasado? —le preguntó directamente. No le gustaba que hubiera malos rollos entre los integrantes de su grupo, y ahora mismo no tenía filtros.
—Ya lo has visto...—susurró Namjoon a su lado. —No creo que sea el mejor momento...
—¡Venga! No me vengas con esas. —se quejó irritado. —¿Qué cojones ha pasado? Y no me digas que es que no puede cumplir una promesa de mierda, porque te juro que te doy.
Jungkook pareció cohibirse ante sus palabras y pareció que quería hacerse un ovillo más pequeño aún. Cogió aire y se dispuso a contestar cuando Hoseok le interrumpió.
«Parece que ya está completamente despierto» pensó Yoongi.
—Yoongi no seas así. Acaban de discutir, dejales en paz.
—¿No lo entiendes o qué? Hay un problema y para que no nos afecte a los demás debemos intentar ayudarle a solucionarlo.
Hoseok y Namjoon se quedaron en silencio, asintiendo con la boca abierta de la impresión.
Jin se levantó y caminó hasta el sillón de Jungkook. Se sentó en el suelo, justo en frente de él y suspiró.
—No sé qué ha pasado entre Tae y tú, pero está claro que necesitáis tiempo para arreglarlo. —se echó para atrás en su asiento al escucharle. En su opinión, aquello no iba a servir para arreglar nada.
—Pero, a lo mejor hay algo en lo que podamos ayudarte. No hemos hablado mucho contigo, y lo poco que sabemos de ti lo sabemos por Tae. ¿Porqué no nos cuentas qué pasa? Así podremos hacernos amigos más rápido, ¿no crees? —en ese momento Jungkook pareció soltar todo el aire que tenía en el cuerpo y se incorporó para acercarse un poco más a Jin y poder hablar con él.
—No creo que podáis ayudarme. —sentenció tímidamente.
Jin suspiró derrotado y se levantó del suelo sin mirarle. Andó lentamente de nuevo al sillón.
—Si no nos cuentas el problema, entonces sí que no podremos ayudarte. —soltó mientras se sentaba de nuevo.
Jungkook pareció pensarse aquellas palabras y después de tragar saliva varias veces, levantó la cabeza y miró a Namjoon a los ojos, suplicando algo.
—El único problema que me podéis ayudar a resolver es el de mi tutor. —les dijo con la voz muy frágil.
—¿Tutor? ¿Del instituto?—preguntó Jin sorprendido.
—No, mi profesor de música.
—¿Qué pasa con él? —preguntó esta vez Hoseok.
—Bueno, él tiene unos métodos diferentes a los demás profesores. A la hora de enseñarme, él...
—De todas formas si tienes cualquier tipo de problema, ¿no puedes cambiar de tutor? —le cortó.
—Sí. Lo i-intenté...—respondió tímidamente. Hablar de ese tema estaba haciendo que su personalidad cambiase drásticamente, haciendo que se viese cada vez más como un niño indefenso. —Me descubrió en el último momento y bueno, lo pagué...—sonrió un poco, haciendo que su herida de la mejilla se alargase ligeramente, captando su atención.
—¿Él te pega?
Todo el mundo se quedó en completo silencio mirando a Jungkook fijamente buscando su negación inmediata, pero nunca llegó.
—¿Cómo? ¿C-cómo has sabido eso?
—Tienes una herida en la cara chaval.
—¡Ah! Esto no me lo hizo mi tutor.
—¿Entonces quién?
—No importa. Ese problema se resolverá con el tiempo. —sonrió para hacer que nadie se fijase demasiado en él y continuó haciéndose un ovillo en el sillón.
Nunca llegó a pensar que un niño como Jungkook, pudiese llegar a tener tantos problemas. Su problema era que les veía fácil solución a ellos.
Jin decidió cambiar de tema ya que Jungkook no continuaba con su explicación.
—Y, ¿qué tiene que ver Tae con tú tutor? —preguntó mientras se acercaba ligeramente a él para prestarle la máxima atención.
Jungkook tragó saliva.
—Tardé un tiempo en darme cuenta que la forma en la que me enseña mi tutor no es la habitual, ni mucho menos. —hizo una pausa y se frotó las manos. —Así que, una vez que lo descubrí, quise cambiar y huir de allí lo antes posible. Hablé con mi madre y empecé a probar clases con otro profesor. —alzó la mirada hacia los chicos. Sus ojos se encontraron, pero como su ceño seguía fruncido Jungkook no tardó en desviar la vista, asustado. —Ahí fue cuando conocí a Tae. Y por eso él era el que sabía de este problema. Así que cuando me decidí en contárselo y pedirle ayuda me prometió que me ayudaría. —su tono se debilitó ligeramente, como si estuviese tremendamente dolido por lo que sea que Tae hubiese hecho. —Pero finalmente no me quiere ayudar, y por tanto no cumplir sus promesas. —su voz ahora sonaba más oscura, más grave incluso. Aquello le alertó de inmediato. Jungkook guardaba mucho dolor y que Tae no le quisiese ayudar era realmente sorprendente. Yoongi no conocía demasiado a Tae, pero no se le veía del tipo de dejar plantadas a las personas por excusas baratas.
—Bueno, si Tae no quiere ayudarte lo haremos nosotros, ¿de acuerdo?—parecía que Jin quisiese sacar del tema de conversación a Tae a toda costa. Parecía que quería defenderlo, y Yoongi le entendió a la perfección. Jin le tenía muchísimo cariño a Tae y era comprensible que quisiese resolver aquel problema que tenía nerviosos tanto a Jungkook como a Tae y a todo el grupo.
Jungkook asintió ante sus palabras y los miró a todos de uno en uno.
—¿Y cómo pensáis ayudarme? —preguntó algo más animado y no tan resentido.
—Hombre, se supone que es algo que debes arreglar tú mismo...—susurró y Hoseok le dio un codazo para que no acabase la frase. Se quejó y se frotó la zona golpeada. —Vale. Podríamos ir a a hablar con él. Si vamos todos como «hermanos mayores» tal vez se lo crea y te deje en paz. —se encogió de hombros ante su plan ya que realmente pensaba que no era ni bueno ni creativo, pero a fin de cuentas era un plan.
—¿Pretendes amenazar a un adulto? —preguntó Namjoon sorprendido y con los ojos muy abiertos.
—A ver...amenaza, amenaza como en las películas no. Solo un pequeño sustillo. Sólo para que sepa que Jungkook no está solo. —le respondió y una sonrisa deslumbrante se asomó en los labios del chico. Eso, aunque quiso negarlo de inmediato, le hizo sentirse feliz y sintió una oleada de cariño de repente hacia Jungkook por esa pequeña y ligera expresión de confianza.
—¿No sería mejor llamar a la policía? —propuso Hoseok mientras miraba su móvil, más atento a lo que sea que éste mostraba que a lo que le ocurría a Jungkook. Quiso mirar un poco para averiguar qué le traía tan distraído y cansado, pero finalmente se dio por vencido y decidió que no era de su incumbencia los problemas de aquél chico y simplemente miró a Jungkook. —Podríamos, no sé, informarles de que está acosando a un menor. Maltratándolo. —dijo Jin después, aceptando la idea de Hoseok.
Jungkook alzó las manos al cielo y empezó a moverlas de un lado a otro como para negar lo dicho desesperadamente.
—No, no, no. Eso nos llevaría a un juicio y tendrían que ir mis padres y eso les gastaría tiempo... ¡No! —Jin se quedó algo paralizado ante la mención de sus padres y por la mirada que le dedicó al chico, Yoongi empezó a indagar sobre que algo se olía Jin, algo malo.
—Vale, entonces mi plan, ¿no? —preguntó algo sarcástico. 
—Creo que es el mejor...—suspiró Jungkook.
—Pero podría no funcionar. Puede que a lo mejor no se crea la farsa el tipo. —objetó Namjoon.
—Bueno, también es probable que si recurrimos a la policía nos lleve meses llegar al juicio. —le respondió.
Todos asintieron y empezaron a hablar sobre el día en el que podrían ir todos a su Academia para así, pegarle un sustillo a aquél hijo de...No hacía falta decirlo, creyó que ya había quedado bastante claro qué clase de persona era ese hombre.

The Way We Became StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora