CAPITULO 2
La arenaSebastián arrojó su mochila al suelo y se aventó a la cama, estar en los Zorros y ser buen estudiante era algo difícil, la pandilla le quitaba mucho tiempo, pero sus prioridades estaban muy claras en ese momento, todo su mundo ahora giraba en torno a los Zorros.
Se levantó de la cama y comenzó a acomodar el tripié, antes de irse a la guarida debía grabar el vídeo del día.
--Hoy es 6 de abril de 20XX. Llevo una semana en los Zorros -se detuvo un momento ahí, sus pensamientos no estaban claros- creí... que al entrar a la pandilla mis dudas acerca de ellos se acabarían, pero la verdad estoy muy confundido. Ellos simplemente juegan videojuegos, ordenan pizza, se divierten, ellos... No han hecho nada malo en todo este tiempo. Simplemente son amigos divirtiéndose. Me siento tan frustrado, se supone que son malvados y despiadados, he escuchado cosas espantosas de ellos. Yo... -apretó sus puños- sé que son malas personas
Cortó la grabación en esa parte. Ya no tenía ganas de hablar. Comenzó a desnudarse y se fue a la ducha. Debía encontrar una manera de recaudar más información sin verse sospechoso, hacer demasiadas preguntas podía ser peligroso.
................
Entró a la tienda de Skate, saludó al zorro que atendía y entró a la guarida. Ya había muchos chicos ahí; la mayoría de ellos eran estudiantes y apenas salían de la escuela se iban a la guarida.
Sebastián se sentía decepcionado de no haber conseguido el tipo de información que buscaba, aunque no todo era tan malo, el simple hecho de estar ahí, de entrar a la casa del enemigo ya era suficiente ventaja y había logrado percatarse de varias cosas. Primero que nada, la mayoría de los miembros eran chicos de preparatoria, había algunos de secundaria y muy pocos de universidad. La pandilla solo era para chicos muy jóvenes. Todos llevaban una zeta colgada en su cuello, supuso que la daban cuando un nuevo miembro entraba, aunque aún no entendía por qué no le habían dado la suya.
La guarida siempre olía a cigarrillos, le molestaba ese olor pero ya empezaba a acostumbrase. La mayoría de los miembros fumaban marihuana, algunos más que otros. Juno era de los pocos que no fumaba, tampoco tomaba cerveza. Él era lo más raro que había ahí, era tímido y educado. No se veía para nada fuerte, ese niño simplemente no cuadraba en la pandilla ¿Por qué Gato había permitido que alguien como él entrara?
--¡Juno, aún espero mi Sandwich! -gritó Koh desde el sofá, donde se encontraba jugando videojuegos
--¡Ya voy! -respondió el pequeño desde la "cocina", que era un pequeño cuarto donde tenían una estufa, un refrigerador y un microondas.
Más que un miembro, Juno parecía una sirvienta, solía hacer aperitivos para todos y limpiaba el lugar. Pero Sebastián sabía que debía de haber algo más detrás de eso, entrar a la pandilla no era fácil, dudaba que Gato le hubiera permitido entrar simplemente para hacer sándwiches.
--Ya sé lo que estás pensando -Sebastián casi brinca del susto al escuchar esa voz, estaba tan metido en sus pensamientos que no se había dado cuenta que Gato se había sentado a su lado
--¿Ah sí? -fingió normalidad- ¿Y qué pensaba?
--En la razón por la cual Juno está con nosotros
Y ahí Sebastián se dio cuenta de su error, se había concentrado tanto en averiguar la utilidad de Juno que no se había dado cuenta que Gato lo estaba observando, y ese tipo era tan astuto que hasta había logrado percatarse de lo que él pensaba. Debía ser más cuidadoso, Gato era demasiado listo y si cometía un error todo se iría al carajo.
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Zorros [Yaoi/Gay]
Fanfiction¿Qué puedo decir de los Zorros? Son una pandilla despiadada y peligrosa. Destruyen todo a su paso y luego desaparecen sin dejar rastro. Son lo mejor de lo peor. Han existido desde hace más de diez años; muchos han intentado acabar con ellos, todos h...