Zorros [Yaoi/Gay]

Sacrificios

CAPÍTULO 120
Sacrificios

Era de mañana, estaban en un restaurante cerca del departamento de Lex. Juno le había dicho esa mañana que estaba cansado de estar encerrado, así que Lex había decidido que almorzarían fuera.

Llevaban poco tiempo viviendo juntos pero ya habían tomado una rutina. Amadeus se iba a la guarida a las 2:00pm, dejando a Juno solo en el departamento. Regresaba a las 12:00am. Cogían y luego dormían. Por la mañana almorzaban juntos y luego Lex se iba, y así cada día.

Amadeus se había pedido un filete con papas y Juno un omelet. El pequeño comía despacio, se sentía bien estar fuera, pero no era realmente lo que él quería.

—Necesito ir a mi casa -dijo el menor

—¿Qué? -Lex dejó su filete para centrar su vista en su... ¿pareja?

—Dejé en mi casa algo, algo... importante. Solo quiero ir por eso y ya

—Si fuera algo importante no lo habrías olvidado el día que hiciste tus maletas

—No lo olvidé, lo dejé ahí a propósito, pero ahora lo necesito

—¿Qué es?

—Algo

—Dime qué es. Si es algo que se pueda comprar o conseguir de alguna manera, lo haremos

—Necesito ir a mi casa -volvió a decir el pequeño- por favor

—El loco de tu padre está ahí. Va a darte una golpiza y no te permitirá salir

—Iré cuando él esté en el trabajo. Será rápido, lo prometo

—No podemos arriesgarnos Juno. Es peligroso que vayas, aún si yo te acompaño, si tu padre nos descubre será el fin

..............

Noisy estaba recostado en su cama, apenas y había podido dormir la noche anterior. Le dolía todo su cuerpo y... también le dolía el corazón.

Ver a Gato todos los días era difícil, pero se dijo así mismo que sería fuerte, que soportaría todo hasta que el plan finalizara y después de eso se alejaría de los Zorros, se alejaría de él.

Tratar de superar a Gato había sido de las cosas más difíciles que había hecho en su vida. No quería acostarse con él, su corazón no lo soportaría. Sería como retroceder, mandar a la basura todo el trabajo que llevaba.

Alguien tocaba la puerta, él no quería abrir, pero pudo escuchar la voz de Mikki. No podía decirle que no a él. Se levantó y fue a abrir.

—¿Por qué me haces esperar tanto? -dijo el rubio

Noisy no respondió nada, caminó hasta su sofá y se acostó.

—No respondiste mis llamadas

—Bueno, tal vez eso significa que quiero estar solo

—Necesitas a un amigo -se sentó en el otro sofá- te traje un café y donas -colocó los alimentos en la mesa- ¿Ya pensaste en lo que harás?

—¿Los de la pandilla te enviaron para presionarme?

—No, yo vine porque quise

Le parecía tan irónica la pregunta de Mikki, como si realmente Noisy tuviera el poder de elegir. Lo cierto era que la decisión ya estaba tomada, desde el principio así fue.

—Sí lo haré Mikki, eso es obvio -le dieron ganas de llorar de solo pronunciarlo- Si me negara... ellos no me lo perdonarían, que todo el plan se arruine solo porque yo me negué. No voy a hacer eso