Zorros [Yaoi/Gay]

Juego de niños

CAPÍTULO 26
Juego de niños

Eran las 12:30pm. Gato estaba en la guarida, jugaba Splatoon, llevaba como tres horas jugando. En un principio ese juego le había parecido tonto e infantil y solía molestar a Iker cuando lo jugaba, pero todo cambió cuando se atrevió a jugar una partida, simplemente no había podido despegarse del sofá.

--Me quedé dormido otra vez -Sebastián salió de la oficina de Gato, bostezó y se acercó a Gato- ¿Y Mikki?

--Se fue hace como 15 minutos -contestó Gato sin despegar sus ojos de la pantalla

--Ya todos se fueron al parecer -dijo al ver lo sola que lucía la guarida, la televisión de Gato era el único ruido ahí-  ¿Sigues jugando eso?

--Esta es mi última partida

--Dame mi celular, tengo que hablarle a Mikki. Creo que dejé mi billetera en su mochila, solo quiero saber si está ahí, si la perdí en otro lado voy a tener problemas

--¡Carajo! -aventó el control, su equipo había perdido- esos hijos de puta -volvió a tomar el control y continuó jugando

--Sí sabes que Splatoon es un juego para niños ¿Verdad?

--Eso es lo peor Noisy, estoy perdiendo contra niños de ocho años. Y sí hay adultos que lo juegan

--Como sea, dame mi celular

--¡Puta madre! ¿Qué onda con estos pendejos? Yo estoy haciendo todo el puto trabajo

--¿Escuchaste lo que dije? ¿Me estás ignorando? Te presté mi celular ¿Dónde lo dejaste?

--Sí te escuché, tu celular debe estar por ahí, no me acuerdo dónde lo dejé. No me hables, estoy jugando. Esto es importante Noisy, no puedo perder contra estos mocosos

Noisy estuvo a punto de arrebatarle el control y arrojarlo lejos. Le había extraviado el celular, y el muy descarado lo estaba ignorando. Noisy necesitaba hacer una llama, algo que era muchísimo más importante que un tonto juego de niños.

Trató de tranquilizarse, ese día no quería enojarse, lo único que quería era su celular. Respiró profundo y su enojo comenzó a irse, las ganas de golpear a Gato se fueron, y en cambio, fueron reemplazadas por algo mucho mejor.

Se sentó en el sofá, justo a un lado de Gato, quien estaba tan concentrado en el juego que probablemente no se había dado cuenta que el castaño estaba ahí. Noisy sonrió, deslizó una de sus manos hasta tocar la pierna de Gato, la acarició y observó atento la expresión de su líder. 

--¿Qué haces?

--Estoy dándote muchos ánimos -ya no estaba tocando su pierna, ahora estaba tocando otra cosa

--Me estás desconcentrando

--¿En serio? -dio una sonrisa enorme, tocar sobre la tela ya no le divertía, metió su mano debajo del pantalón de Gato y le acarició el pene

--Noisy... -entreabrió su boca, su cuerpo se estremeció, sus movimientos con el control remoto se habían vuelto tan torpes

--¿Qué pasa? -le susurró en la oreja- ¿Tu jueguito de niños es más divertido que yo?

La partida acabó, y el equipo de Gato volvió a perder.

--Me hiciste perder

--De todas maneras no ibas a ganar, tu estrategia es muy mala -su mano seguía acariciando el muy despierto miembro de Gato

--¿Tan desesperado estás por tener mi atención? -le sonrió, mordiendo su labio

--No sabes cuánto