Zorros [Yaoi/Gay]

Cerca

CAPÍTULO
Cerca

--Por un momento creí que no regresarías -dijo Koh

Mikki no respondió nada, desvió su mirada y caminó hasta la cocina, poniendo la bolsa de las compras en la mesa.

--No tienes idea de la ganas que tenía de verte -el moreno se acercó- tengo tantas cosas que decirte -colocó su mano en el hombro del rubio

--¡No me toques! -Mikki apartó su mano con fuerza, su respiración estaba acelerada y su rostro había tomado un color rojizo

--Mikki... No quise... -retrocedió, sorprendido ante la reacción del rubio

--La única razón por la que estás aquí es porque para tu fortuna, todavía me importas -dio un paso al frente, mirando a Koh con unos ojos furiosos- pero eso no significa que somos amigos -su voz era firme y hasta despiadada- no vuelvas a tocarme -dio otro paso al frente, provocando que Koh retrocediera- Si vuelves a tocarme voy a golpearte o si me da la gana te sacaré a patadas de aquí y terminarás en la carcel ¿Quedó claro?

--Sí -respondió el moreno, bajando su mirada

--Come

Le señaló con la mirada la bolsa de las compras. Koh comenzó a sacar la comida de la bolsa y en silencio empezó a prepararse su cena. Mikki se retiró a su habitación.

A Koh le dolía la actitud de Mikki, pero sabía que lo merecía, y al mismo tiempo se sentía tan afortunado. Después de tanto tiempo finalmente estaba con Mikki, finalmente estaba con su amigo.

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Gato estaba de pie frente a todos los miembros de la pandilla. Había convocado a una reunión para hablar sobre Koh. Sabía que todos debían tener muchas preguntas, que tal vez estaban confundidos; y a juzgar por sus rostros, no estaba equivocado.

--Es muy lamentable lo que pasó. Sé que ustedes deben tener muchas dudas -su tono era consternado pero muy seguro- no sé cómo es que el vídeo de Koh terminó en internet, yo no lo liberé -miraba cada rostro, tratando de leerlos- se dicen muchas cosas feas de Koh en la televisión, sé que no necesito decirles que él no hizo nada de eso. Sí, quemó el casino, pero todo lo demás son crímenes que pertenecen a otra persona

--¿Dónde está Koh? -preguntó uno de los chicos- ¿Está contigo, Gato?

--No, pero estoy seguro que está bien, ya conocen a Koh, ese hijo de puta jamás se dejaría atrapar -dijo despreocupado, tratando de contagiar ese mismo entusiasmo a los demás- ayer fue un día muy difícil para todos, pero no quiero que mis queridos Zorros la pasen mal, así que pedí que trajeran pizza y cerveza, mucha cerveza -sonrió- hoy la pasaremos bien

El ambiente cambió, no fue un cambio radical, pero la cerveza siempre era bienvenida así que la tensión en todos disminuyó. Gato fue hasta su oficina, Noisy iba detrás. Caminó hasta la silla de su escritorio y se sentó. La falsa tranquilidad que había fingido hacía unos segundos desapareció, la realidad era dura y cruel.

--Lo hiciste muy bien -dijo Noisy. Se acercó al mayor, quien al tenerlo cerca lo abrazó de la cintura, hundiendo su rostro en el abdomen del castaño

--No me gusta mentirles

--De nada serviría decir la verdad

--No sé qué hacer Noisy, me siento perdido

--Se nos ocurrirá algo

Así se quedaron durante bastante tiempo, Gato aferrado a la cintura de su novio, sintiéndose protegido en ese abrazo.