Zorros [Yaoi/Gay]

La tiendita de conveniencia

CAPÍTULO 133
La tiendita de conveniencia

Alain - 14 años

El pelirrojo finalmente soltó el control, no podía creer que se había terminado el Gears of War en un solo día. Miró la hora, eran las 3:00am. No imaginó que sería tan tarde, había estado horas jugando.

Alain llevaba un año estudiando en la escuela secundaria pública número 132. Su anterior escuela había sido la Academia Vharló, pero él odiaba estudiar ahí, eran muy exigentes y siempre se había sentido fuera de lugar con sus compañeros. Así que un día simplemente lo decidió, se salió de la prestigiosa Academia Vharló para irse a una escuela pública.

Se sentía asfixiado en el círculo que rodeaba a su familia. Él quería ser libre, hacer lo que quisiera sin importar si su comportamiento afectaba el estatus de su familia. Sintió un poco de esa libertad cuando entró a esa pequeña escuela secundaria pública. Había encontrando personas increíbles, había encontrado una familia, los Zorros, su pandilla, nombrada así en su honor.

Alain estaba en problemas porque su padre acababa de enterarse que su único hijo, su heredero, ahora estudiaba en una "vulgar escuela pública", como su padre la había nombrado. Tuvieron una fea discusión y Zorro había decidido irse de su casa. Se había ido a su departamento. Su padre era dueño de todo lo que Alain poseía, excepto ese departamento, ese lugar era completamente suyo, su tío Abraham se lo había heredado antes de morir.

A veces pasaba eso, cuando sentía que las cosas se ponían muy tensas en su casa, Alain se iba a su departamento, su madre solía ir a verlo y pedirle que regresara a casa, y Alain lo hacía, pero esa ocasión era diferente ya que Alain llevaba dos semanas ahí y su madre aún no le pedía que regresara a casa, tal vez también estaba muy enfadada por lo que él había hecho.

Su estómago gruñó, llevaba horas sin comer. Abrió su refrigerador y no encontró algo decente que comer. Había pan y mayonesa, así que pensó que podía ir a comprar jamón y hacerse un sándwich.

Se puso un suéter pues afuera estaba haciendo frío, iría a la tiendita de conveniencia que estaba a cuatro cuadras, era la más cercana que abría las 24 horas el día.

Salió a la sola y silenciosa calle, se puso la capucha de su suéter y metió sus manos a las bolsas, estaba haciendo frío. En 15 minutos llegó a la tienda, entró y agradeció el sentir algo de calor. Había un señor en el mostrador, quien tenía su vista fija en un pequeño televisor. También había otra persona más en la tienda, un cliente, pero Alain no le prestó mucha atención. Caminó hasta uno de los refrigeradores y tomó un paquete de jamón. Se fue al pasillo de las frituras y se quedó de pie, viendo cuál escoger.

Escuchó el ruido de una moto estacionarse fuera de la tienda, luego escuchó el sonido de la puerta abrirse, y todo inició.

—¡El dinero de la caja y no quiera pasarse de listo!

Alain sintió escalofrío al escuchar esas palabras. Levantó un poco su mirada y vio la escena: un hombre bajito y con gorra tenía una pistola apuntando al señor del mostrador.

—H-hay cámaras -se escuchó la nerviosa voz del señor

—¡Ya sabemos que no sirven viejo estúpido!

Alain trató de esconderse, si el ladrón aún no lo había visto entonces podía salir ileso de esa situación.

El señor del mostrador sumamente nervioso abrió la caja registradora y permitió que el ladrón tomara todo el dinero.

—Por favor no me haga nada -dijo el asustado hombre

El ladrón tomó todo el dinero y procedió a darle un golpe en la cabeza al señor del mostrador, quien al momento cayó al suelo, desmayado. Alain continuó escondido, el tipo ya tenía el dinero, ya podía irse.