Gatito

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CAPÍTULO 102
Gatito


Juno estaba recostado en la cama. Llevaba 6 días ahí, o al menos eso era lo que Sanders le había dicho, pues el pequeño no tenía celular ni ninguna clase de contacto con el exterior. Había intentado ser paciente, pero ya comenzaba a desesperarse, ¿acaso eso era parte de su castigo? Mantenerlo aislado sin saber qué estaba pasando afuera, sin saber qué era lo que le harían.

La puerta de la habitación se abrió, dejando entrar a Sanders ¿Ya era hora de su almuerzo?

—¿Qué me trajiste hoy?

—Shh... -dijo Sanders- no quiero que hagas ningún ruido

—¿Por qué? ¿Qué pasa?

—Voy a sacarte de aquí

—¿Qué?

—Gato va a castigarte hoy

Juno sintió como todo su interior se extremecía, como su corazón había empezando a latir tan fuerte y su pecho se sentía caliente.

—¿Qué van a hacerme?

—Ya sabes lo que van a hacerte

El rostro del pequeño palideció, sabía que esa era una posibilidad pero había guardado la esperanza de que tal vez, su suerte sería diferente.

—Nadie ha llegado aún, y Gato está dormido, es nuestra única oportunidad de sacarte de aquí. Vámonos

Sanders caminó hasta la puerta, la abrió y volteó para atrás, dándose cuenta que Juno no se había movido de lugar.

—Rápido, alguien podría llegar en cualquier momento

—Pero... si descubren que tú me ayudaste van a castigarte a ti

—Eso no importa ahora

—A mí sí me importa

—¿Qué no escuchaste lo que dije? Juno van a... van a... ni siquiera puedo decirlo

—¿A dónde vas a llevarme?

—A mi casa

—¿Y luego qué?

—Ya veremos

Juno se quedó un momento ahí, mirando la puerta y su posibilidad de escapar, y luego miró la habitación, su jaula los últimos días.

—Yo no tengo a dónde ir Sanders. Si regreso con mi padre... ni siquiera quiero imaginar la golpiza que va a darme por haber desaparecido sin decir nada. Ya no quiero regresar a esa vida.

—Juno, veremos la manera de...

—No, Sanders. ¿Es que no te das cuenta? Estoy solo. Lex y los Zorros eran lo único que tenía. Y lo he perdido todo. Aceptaré mi castigo y rogaré por el perdón de la pandilla porque... esto es lo único que me queda.

...............


Noisy se puso su pijama, ya era momento de irse a la cama. El día siguiente sería ocupado, iría a una entrevista de trabajo. Noisy había perdido su empleo de mesero debido al incidente ocurrido días atrás. Lo habían despedido por faltar sin avisar, Noisy podría haber ido a hablar con su jefe y explicarle las cosas, pero no quería que nadie en su trabajo se enterara de lo que había pasado, así que había optado por conseguirse un empleo nuevo.

Esos últimos días Camila le había estado mandando dinero para sus gastos, Noisy le había dicho que no era necesario, que él tenía algunos ahorros, pero ella habían insistido y al castaño no le había quedado de otra que aceptar. Era tan raro recibir ayuda de su hermana. Noisy había empezado a trabajar a los 15 años y desde entonces se había encargado de pagar sus propios gastos y ayudar a Camila.

Zorros [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora