Zorros [Yaoi/Gay]

Pésimo

CAPÍTULO 101
Pésimo

Se sentó en la mesa, mirando su plato de fideos instantáneos. Hacía 4 días que había salido del hospital. Camila lo había estado cuidándo desde entonces, pero ese día Noisy le había pedido que regresara a su pueblo, no era bueno que su hermana faltara tantos días al trabajo. Ella había insistido en que Sebastián debía acompañarla, pero él se negó. Noisy se sentía en un estado muy deplorable y no quería que Camila lo viera así.

Apenas y logró comer un poco. Se sentía tan mal que simplemente su apetito no llegaba. Lavó su plato y se fue a su habitación, se puso su pijama y se acostó a dormir.

Miró a su ventana y se preguntó si él estaría ahí. Cerró sus ojos y trató de pensar en otra cosa, pero al final, cada pensamiento lo llevaba a él. Se puso de pie y caminó hasta la ventana, y con cuidado, movió un poco su cortina y ahí lo vio. La camioneta de Gato estaba estacionada frente al edificio, el moreno se encontraba sentado en la banqueta.

Desde que Noisy había salido del hospital, Gato había estado yendo a "verlo". No habían hablado, ni siquiera cruzado miradas. El moreno simplemente estacionaba su camioneta ahí, en el mismo sitio siempre, y esperaba. Noisy no sabía exactamente lo que él quería. Gato no hacía el intento por hablarle, simplemente se quedaba ahí durante horas.

Noisy no quería verlo ni saber nada de él. Su relación con Gato y los Zorros ya había acabado. Lo único que quería era continuar con su vida e intenta ayudar a su familia de otra manera.

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Nathan estaba sentado frente al abogado de Gael Camarena, frente a su padre, Mauricio Rockwell. También había dos detectives ahí, los encargados de llevar el caso de Koh. Pero Nathan solo podía ver a su padre.

En la mesa había algunos papeles y fotografías en las que se mostraba a un ebrio Koh, sonriendo ante la cámara en una gran fiesta. También había videos de cámaras de seguridad en un bar. Nathan había hecho muy bien su trabajo, y había logrado tres coartadas para Koh, las suficientes para que el caso fuera desestimado.

—El pirómano que ustedes buscan no es mi cliente -concluyó el abogado

—Aun está lo del casino -dijo uno de los detectives

—Mi cliente era menor de edad cuando el incidente ocurrió -continuó Nathan- fue una travesura de adolescentes. Y si el casino hubiera tenido la seguridad reglamentaria, el incendio podría haberse evitando

—¿Travesura de adolescentes? -dijo el detective- si crees que eso te servirá en la corte estás muy equivocado

—Caballeros -finalmente habló Mauricio Rockwell- mi cliente está dispuesto a ofrecer un trato

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Era la 1:00am. Gato estaba estacionado afuera de la guarida. En ese momento no quería ver a nadie, pero la idea de irse a su casa tampoco le agradaba. No era una buena idea que él estuviera solo.

Jamás en toda su vida se había sentido tan perdido. Simplemente no encontraba el camino. Se sentía solo y desesperado, si tan solo tuviera a su Noisy Boy a su lado.

Los últimos días había estado yendo al departamento de su ex-pareja. No había intentado hablar con él, sabía que Noisy estaba furioso y Gato dudaba poder soportar un golpe más. Así que simplemente se quedaba ahí afuera, aunque no pudiera verlo o hablarle, el estar cerca de él de alguna manera lo reconfortaba.

Bajó del auto y entró a la guarida. El lugar lo recibió con un silencio frío y devastador. Llegó al salón principal y vio a Iker y Alec, eran los únicos ahí. Alec dormía en el regazo de su hermano.