Zorros [Yaoi/Gay]

Huir

CAPÍTULO 60
Huir

Mikki se quedó un momento contemplando ese viejo edificio, tratando de hacerse a la idea de que ese sería su nuevo hogar durante un tiempo indefinido. Habían pasado casi dos semanas desde que se había salido de los Zorros, o mejor dicho, desde que lo habían sacado.

No podía creer lo mucho que había cambiado su vida en tan poco tiempo.

Finalmente entró al lugar, subió hasta el cuarto piso, que era donde estaba su departamento, no había elevador, lo cual no le molestaba del todo.

Ese viejo edificio pertenecía a Leo, había sido la primera propiedad que el difunto padre de Leo había comprado. Era un lugar viejo y, un poco feo. Leo no había podido venderlo, le tenía mucho cariño, tampoco había podido remodelarlo, el edificio estaba ubicado en una colonia humilde, remodelarlo conllevaría una renta más alta y los inquilino simplemente no podrían pagarla.

Entró a su departamento, era un espacio muy pequeño. Había dejado varios muebles en su antiguo domicilio ya que no cabían en su nueva casa. Al entrar estaba la sala, no tenía comedor, ya que el espacio era tan pequeño que no había lugar para tenerlo; solo había una pequeña mesa con dos sillas. La cocina también era muy pequeña, y su habitación, lo era aún más. Solo había cabido su cama y el escritorio que usaba para estudiar. No le molestaba que el lugar fuera tan reducido, era perfecto para él.

Le hubiese gustado permanecer en su antigua casa, pero Koh había ido a buscarlo todos los días. Se dio cuenta que el moreno no iba a descansar hasta hablar con él, y decidió huir. No le gustaba mucho esa palabra, pero dadas las circunstancias era la mejor para definir lo que estaba pasando. Quería alejarse de los Zorros, olvidarse por un momento que existían. Mikki quería sentirse bien, y eso iba a lograrlo si se alejaba por completo de la pandilla.

Alguien tocó la puerta, el rubio se sintió un poco nervioso, a su mente llegó el remoto pensamientos de que fuera Koh, de que lo había encontrado, pero descartó eso al instante. Solo había dos personas que sabían dónde él se encontraba: Leo y Eli.

Vio por la mirilla, solo para estar seguro, después abrió la puerta. Elikei le regaló una gran sonrisa.

--Preparé carne con papas -le dijo el castaño, mostrándole una pequeña ollita- si no te traigo de comer no sé qué será de ti

Eli lo había estado visitando todos los días desde que se había mudado.

--Gracias -respondió el rubio- ya me estaba dando hambre

Elikei caminó hasta la estufa y puso a calentar la comida, luego tomó un trapo y comenzó a limpiar la encimera, Mikki presintió que estaba por preguntarle algo.

--¿Qué fue lo que pasó Miguel? -soltó sin más, lo cual tomó un poco por sorpresa al rubio, creyó que su hermano indagaría un poco antes de hacer esa pregunta

Mikki se mantuvo en silencio, sabía que ya no podía evadir el tema. No pensaba contarle lo que había pasado realmente, Elikei no podría soportarlo, además, aun después del injusto castigo que le habían dado, Mikki seguía siendo un zorro muy leal.

El verdadero problema ahí era que no sabía si podría hablar sin echarse a llorar, si eso pasaba Elikei se asustaría y Mikki no quería eso.

--Cuando dijiste que no querías hablar de eso, yo lo respeté -continuó su hermano- no cuestioné el hecho de que quisieras mudarte, tampoco hice preguntas cuando dijiste que la mudanza se haría durante la noche, pero debes entender que estoy preocupado, Miguel, muy preocupado

--Lo sé, y te agradezco por ayudarme sin presionarme a que te contara lo que pasó

--¿y qué fue lo que pasó?