Agua caliente

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CAPÍTULO 74
Agua caliente

Mikki estaba en el baño, lavándose los dientes. Había pasado casi una semana desde que había perdonado a Koh. Justo después de haber pronunciado esas palabras aquel día, fue como si una pesada carga hubiera desaparecido de sus hombros. Las cosas habían estado bien desde entonces. No habían regresado a ser los amigos de antes, pero ya podían tener conversaciones con normalidad. Y ese dolor en el pecho que Mikki solía sentir con tanta frecuencia cada vez disminuía más. Sí, las cosas estaban mejorando.

Salió del baño y de inmediato vio a Koh, él estaba en el suelo, haciendo abdominales. En el estéreo sonaba Tick Tick Boom de The Hives. Desde hacía unos días que Koh había empezado a hacer ejercicio en el departamento. Hacía lo que podía, ya que el lugar era bastante pequeño.

--Buenos días Koh -sonrió

--Buenos días Mikki -respondió el moreno sin detener su ritmo- estoy cociendo pollo, pero quedará listo como en media hora.

--Está bien, comeré algo de cereal

El rubio se sirvió un plato de Froot Loops, era un cereal que no le gustaba mucho, pero lo había comprado porque a Koh le gustaba.

--Hoy tengo que lavar ropa, que flojera -dijo Mikki

--Ya lavé tu ropa, está en la secadora

--No tenías que hacer eso

--Hoy desperté muy temprano y no tenía otra cosa que hacer -se giró boca abajo y comenzó a hacer lagartijas- quisiera que hubiera algo aquí que me ayudara a hacer mi rutina

--Eso se puede arreglar -el rubio sonrió, caminó hasta donde estaba Koh y se sentó en su espalda

--Ah, Mikki -apretó los dientes, pero no se detuvo

--Arre caballito -dijo Mikki, echándose a la boca una gran cucharada de cereal

Koh dio 10 lagartijas más y se tumbó al suelo, completamente exhausto.

--No es que me esté quejando pero... Estar aquí encerrado comienza a desesperarme. Trato de mantenerme ocupado pero no puedo evitar sentirme así, y eso me preocupa, si estar aquí encerrado me desespera, no quiero ni imaginar cómo me sentiré cuando vaya a la carcel

--¿Cuándo vayas a la carcel?

--Quise decir, si es que voy a la carcel -suspiró- no me hagas caso. Es solo que... Llevo aquí como dos meses. No sabes lo mucho que extraño el poder salir

Mikki se mantuvo en silencio. Nunca se había puesto a pensar en cómo Koh debía sentirse al estar encerrado, lo único que el rubio habia pensado era que Koh estaba seguro ahí, pero lo cierto es que era normal que el moreno se sintiera así. Koh solía tener una vida muy activa; iba a la escuela, salía con amigos, hacía deporte; pero ya no podía hacer nada de eso. Mikki procuraba estar siempre en el departamento para que Koh no se sintiera solo, pero aún así siempre había algún motivo por el cual debía salir, no duraba mucho tiempo afuera, pero salía. Koh no tenía esa opción.

--Pues entonces salgamos -dijo el rubio

**************

Los jadeos se escuchaban por toda la habitación, eran penetrantes y cautivadores. Leo estaba acostado en la cama, y sobre él se encontraba Elikei, moviendo sus caderas arriba y abajo, entrando y saliendo. Leo mantenía sus manos en esa estrecha cintura, le gustaba sentir el ritmo que marcaba su amante.

Elikei comenzó a ir más rápido, Leo ya no pudo contenerse y se corrió dentro, pero el castaño no se detuvo, continuó moviéndose hasta que su orgasmo llegó. Enarcó su espalda y dejó salir un jadeo fuerte.

Zorros [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora