CAPÍTULO 42
El nuevoCamila estaba en una pequeña habitación. Solo había una mesa y dos sillas. Llevaba ahí 10 minutos, esperando a que su abogado llegara. A la habitación entró ese hombre alto y serio, y que si la situación no hubiera sido tan mala, Camila habría apreciado lo apuesto que era. Había logrado hablar con él el día anterior, cuando la detuvieron. No sabía los detalles, lo único que Sebastián le había dicho era que era un buen abogado.
--Hola señora Camila -le estrechó la mano
--Hola Nathan, por favor dígame que trae buenas noticias
Nathan colocó su maletín sobre la mesa y comenzó a sacar unos papales. Su seriedad desesperaba a Camila.
--Tengo buenas noticias -al fin habló- no las mejores, pero sí son buenas. He llegado a un arreglo con el señor Rodolfo, él está dispuesto a retirar los cargos y tomar esto como un simple mal entendido. Claro, que a cambio de algo
--¿Qué cosa?
--Las visitas de Paola terminarán
--¿A qué se refiere?
--Ya no tendrá permitido ver a su hija
--¿Qué? -sus ojos se pusieron llorosos- no puedo aceptarlo, necesito ver a mi hija, no pueden quitarme eso
--No hay otra opción
--¿No puede hacer algo más?
--Voy a serle sincero Camila. Fue difícil lograr que ellos aceptaran este trato, y es un muy buen trato. Si usted no accede, se tendrá que ir a juicio y no va a ganarlo. Sé que ama a su hija, y sé que esto debe ser difícil para usted, pero debe entender que lo que cometió fue un intento de secuestro, algo muy grave. Sus probabilidades de ir a la carcel eran muy altas. El acuerdo al que llegué es... Algo demasiado bueno, no irá a la carcel Camila
--Pero... -se limpió las lágrimas- ¿Hay posibilidades de que pueda volver a ver a mi hija? Ya sabe, apelar o algo así
--Por ahora lo recomendable sería esperar
--¿Cuánto?
--Si intenta recuperar las visitas, lo más probable es que se lo nieguen, y lo único que demostrará es lo desesperada que está por recuperar a su hija, lo cual les haría pensar que intentará un segundo secuestro. Espere por lo menos un año a que se calmen las cosas
--¿Un año? Pero... No puedo durar tanto tiempo sin verla
--Este es el mejor de los escenarios Camila, por lo menos tiene esperanza -Nathan deslizó una hoja hasta ella- debería firma ahora, no sabemos si el señor Rodolfo se retractará de esto
..................
Era viernes por la tarde. Noisy iba camino a la guarida. Había decidido quedarse unos días con su hermana y faltar a la escuela. Camila estaba devastada en ese momento y Sebastián tenía que estar ahí para ella. Realmente no quería ir a la guarida, pero ese día le harían la entrevista a un posible nuevo miembro de los Zorros, y en días como ese todos los integrantes debían estar ahí.
Durante esos días no había hablado mucho con Gato. La señal era muy mala en el pueblo en el que vivía Camila, así que se habían limitado a mandarse mensajes de texto. La verdad era que Noisy no quería verlo, no quería ver a nadie de la pandilla, y no porque estuviera enojado con ellos, él en ese momento se sentía tan agradecido con Gato por haberlo ayudado en un problema tan grande, y era precisamente por eso que no quería verlo, porque se sentía muy confundido, sentía que estaba haciendo algo malo, que los estaba traicionando. Su misión al entrar a la pandilla había sido destruirlos, durante años creyó que los Zorros le habían hecho algo terrible a su familia, pero cuando entró a la pandilla se dio cuenta que las cosas no eran como los rumores decían, ya no quería dañarlos, lo único que quería era encontrar lo que había estado buscando desde que entró a la pandilla: un sacrificio. Noisy necesitaba obtener uno de los sacrificios de un ex-miembro, y estaba seguro que se encontraba en la máquina, pero primero debía convencer a Gato de que le permitiera acceder a ella y esa era la parte difícil. Su líder jamás traicionaría a uno de los miembros, así que si quería obtener ese sacrificio, debía encontrar la manera de entrar a la máquina sin que Gato se diera cuenta.
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Zorros [Yaoi/Gay]
Fanfiction¿Qué puedo decir de los Zorros? Son una pandilla despiadada y peligrosa. Destruyen todo a su paso y luego desaparecen sin dejar rastro. Son lo mejor de lo peor. Han existido desde hace más de diez años; muchos han intentado acabar con ellos, todos h...