Entrevista con el Angora

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CAPÍTULO 61
Entrevista con el Angora


Eran las 11:20pm. Juno esperaba que su padre ya estuviera dormido. Había llegado tarde a propósito. Abrió la puerta con mucho cuidado, asegurándose de no hacer mucho ruido. Las luces estaban apagadas, así que creyó que por ése día la libraría, pero apenas dio dos pasos cuando la luz de la sala se encendió, su padre estaba sentado en el sofá, con el cinturón de cuero en su regazo.

--Llegas tarde -dijo su padre- ¿Crees que llegando tarde harás que se me olvide?

Juno no creía eso, sabía que su padre jamás lo olvidaría, era simplemente que ese día no había sido bueno y no quería empeorarlo.

--¿Qué estás esperando? -le preguntó su padre, su tono había sonado más molesto

Juno comenzó a quitarse su ropa, quedando únicamente en calzoncillos. Siempre se ponía nervioso a pesar de estar acostumbrado a las golpizas de su padre.

Ese imponente hombre se puso de pie. Su mirada reflejaba molestia, casi odio. Se acercó con lentitud, Juno tembló, la incertidumbre del primer golpe siempre era lo peor. Su padre le dio una fuerte bofetada que sonó en casi toda la casa. El pequeño estuvo a punto de caer pero logró mantener el equilibrio. Su mirada estaba fija en el piso, cuando lo golpeaba no debía verlo a la cara, ya que mirarlo, según su padre, mostraba rebeldía.

Llegó un segundo golpe, esta vez fue a las piernas. Juno gritó, era un cinturón de cuero nuevo, ya que el pasado prácticamente se había acabado. Era el cuarto cinturón que su padre compraba, todos habían sido para golpearlo.

--¡Eres un mal agradecido! -gritó el hombre, asestando un cintarazo- ¡Solo te pido buenas calificaciones! ¡Solo eso!

--¡Lo siento! -gritó el pequeño, tirándose al piso- ¡Lo siento papá!

Era cintarazo tras cintarazo. Juno estaba hecho bolita, soportando los golpes en su piel desnuda.

--¡Por favor papi! ¡Ya papi! -lloraba el menor, su padre lo estaba golpeando más de lo usual- ¡Me duele papi!

--¡¿Qué tal el nuevo cinturón?! -su mirada era perversa, como si golpearlo lo llenara de vida- ¡¿Duele más?!

--¡Ya! ¡Ahg! ¡No más!

Pero su padre no se detuvo, Juno ya no sabía qué hacer.

--¡Ezequiel! -se escuchó la voz de una mujer. Era la madrastra de Juno, que estaba bajando las escaleras- Ya estuvo ¿No?

--¡Claro que no! -dio otro cintarazo, y otro más

--Ya estaba dormida y este escándalo me despertó, si quieres golpear a tu hijo hazlo en la mañana

--Bien -finalmente se detuvo- por hoy me detendré -estiró su brazo, se le había cansado de tanto azotarlo- ¿No vas a agradecerme?

--Gracias

--"Gracias papi" -le corrigió

--Gracias papi -repitió Juno

Ezequiel subió las escaleras. A Juno no le caía bien su madrastra, pero en esa ocasión gracias ella las cosas habían terminado.

Se quedó bastante rato en el suelo, moverse en su estado era doloroso, pero finalmente lo hizo, soltando lágrimas de dolor. Finalmente se puso de pie y comenzó a recoger la ropa del suelo, apenas iba a ponerse su pantalón cuando vio su reflejo en el espejo de la puerta. Estaba sangrando, su padre lo había golpeando tan fuerte que le había reventado la piel. Sus piernas y manos se habían llevado la peor parte. Jamás lo había golpeado tan feo. Le dieron ganas de llorar, de dolor y de tristeza y desesperación. Odiaba vivir así.

Zorros [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora