Zorros [Yaoi/Gay]

Confesiones

CAPÍTULO 90
Confesiones

Estaban en la comisaría. Iker había ido a declarar. Había sido difícil para él tener que pasar por todo eso, pero afortunadamente todo había sido rápido y sin complicaciones. Había pruebas y Noah no había hecho ni el más mínimo esfuerzo por justificarse. Su juicio estaba programado para efectuarse dentro de un mes.

Ese día ya no dormirían en el hotel. Finalmente se mudarían a su nuevo departamento. Los chicos de la pandilla los ayudarían con la mudanza.

Ya estaban por irse, pero Alec vio a la detective Jacobi, quien también era la encargada de llevar el caso de su madre. Noah no había mentido al decir que tenía pruebas en contra de Victoria. Él había guardado cada carta y fotografía que ella le había enviado.

--Iré a hablar con la detective -dijo Alec- ¿Podrías ir a sentarte y esperar por mí?

--Sí... -respondió el pelirrojo

Alec caminó hasta donde estaba la detective.

--Hola Alec -saludó ella, dándole una sonrisa, se veía cansada, como de costumbre- ¿Cómo está Iker?

--Pues... Mejor, supongo

--¿Ya le comentaste sobre la ayuda psicológica que podemos brindarles?

--Sí, pero él no quiere hacerlo por el momento, y yo... Aún me lo estoy pensando

--Cuando ustedes estén listos, la ayuda seguirá disponible -le sonrió

--Gracias

--¿Y tú cómo estás? Has pasado por tantas cosas en tan poco tiempo

--La verdad... Me siento... Terrible, pero... No puedo dejar que él me vea mal, tengo que ser fuerte, soy todo lo que él tiene, y... Ahora él es todo lo que yo tengo

--Lo van a superar -puso su mano en el hombro de Alec- lidiar con la verdad puede ser muy difícil, lo sé. Pero trata de ver esto como una oportunidad, como una forma de eliminar todo lo que estaba mal en sus vidas

La detective Jacobi había sido muy compresiva en todo ese tiempo, los había apoyado mucho. Además, ella sabía de la relación que tenía con su hermano, Noah lo había expuesto en el interrogatorio y la detective debía haberlo escuchado, aún así ella no había mencionado nada al respecto.

Alec se quedó un momento en silencio, había algo que quería hablar pero, era un tema que lo enfurecía, y sobretodo, que lo lastimaba, aún así necesitaba saberlo.

--¿Qué ha pasado con mi ma... Con Victoria? ¿Cuándo será su juicio?

--Bueno, no voy a mentirte Alec, los abogados de Victoria están siendo un dolor de cabeza

--Tienen las pruebas de lo que hizo ¿Qué más necesitan?

--Ojalá las cosas fueran así de simples. El sistema no siempre es justo y esos abogados van a agarrarse de cualquier cosa con tal de ganar su caso. Pero yo haré todo lo que esté en mis manos para que ella obtenga lo que merece

Qué rápido podía cambiar la vida. La madre buena que Alec amaba ya no existía. Todo el amor que él sentía por ella se había transformado en odio, la odiaba como jamás imaginó podía odiar a alguien.

--¿Me permitiría hablar con ella?

--No creo que sea buena idea Alec. Ve a casa y descansa, no tiene caso que te lastimes más viéndola

--Necesito esto, por favor déjeme hacerlo

Margot suspiró, le hizo una seña para que lo acompañara y lo llevó hasta la habitación donde estaba Victoria.