Zorros [Yaoi/Gay]

Adiós Mikki

CAPÍTULO 57
Adiós Mikki

Mikki se encontraba en el comedor de su casa. Estaba encargándose del regalo de Koh. Había decidido envolverlo en un papel de regalo muy bonito, porque así era Mikki, los pequeños detalles le importaban mucho. Le había comprado una PlayStation Portable. Desde hacía un tiempo que Koh quería una, pero habían dejado de fabricarse desde hacía un tiempo así que era un poco difícil conseguir una que funcionara perfectamente.

Mikki había encontrado una en muy buen estado, era negra y el chico que se la había vendido le había dicho que tenía poco uso. También había comprado "Rachet y Clank: el tamaño importa", un videojuego que había sido bastante famoso en la época en la que la PSP aún se vendía.

No había ido a la guarida desde su pelea con Koh, hacía dos días. No tenía el valor de hablar con él, se sentía muy avergonzado. Pero Gato le había enviado un mensaje, habría reunión, y todos los zorros tenían que estar presentes. Mikki aprovecharía la ocasión para hablar con Koh, pedirle disculpas y entregarle su regalo. Se sentía nervioso, pero Koh era su mejor amigo y estaba seguro que las cosas se solucionarían, además, cuando Koh viera el regalo que le tenía sería imposible resistirse.

Guardó la pequeña caja de regalo en su mochila y salió de su casa. Usó su tabla para llegar más rápido, la guarida no quedaba tan lejos de su casa. Durante el transcurso lo único que hacía era pensar en las cosas que le diría. Nunca se habían peleado tan feo así que Mikki no estaba seguro de cómo reaccionar, o de cómo reaccionaría Koh.

Finalmente llegó, la tienda de tablas estaba cerrada, así que entró por la otra puerta, una más pequeña que estaba a la derecha. Caminó por ese pasillo lleno de graffiti y entró al salón principal. Donde estaban las consolas, las mesas de billar y las maquinitas.

Todos ya estaban ahí, absolutamente todos, le pareció un poco raro, ya que Mikki había llegado 15 minutos antes.

--Hola -saludó el menor con una gran sonrisa, pero nadie respondió

La escena en ese momento era rara. Nadie jugaba ni charlaba, todos estaban de pie en silencio. El único sentado era Gato, estaba en un sofá, y todos los demás a su alrededor. De repente sintió algo extraño, una división, una gran división entre él y todos los demás.

Noisy estaba a un lado de Gato, y cuando vio su mirada se dio cuenta, algo muy malo estaba pasando, la mirada de Noisy parecía querer advertirle algo, era como si le dijera que se fuera, que corriera lo más rápido que podía y que no se detuviera. Luego miró a Koh, pero el moreno desvió su mirada, tampoco se le veía muy bien, se veía nervioso.

--¿Qué tal todo Mikki? -saludó su líder, quien era el único que sonreía

--Creo que yo debería preguntar eso ¿Ha pasado algo? ¿A qué se debe esta reunión?

--Es un tema muy importante Mikki -su tono de voz tomó un poco de seriedad- descubrí que hay un traidor en la pandilla

Mikki no pareció sorprenderse, él mismo ya había sospechado eso, pero la idea le aterraba tanto que nunca había querida indagar en el asunto.

--¿Quién es? -preguntó el rubio

--Tú, Mikki, eres tú

El rubio soltó una pequeña risilla, por su mente llegó la idea de que todo eso era era mentira, algo muy bien planeado para hacerle una broma que no olvidaría.

--¿Yo? -preguntó aún con esa sonrisa inocente- supongo que tendrán pruebas de eso

--Claro -Gato también sonrío y sacó su celular, tecleó un par de veces y después el celular de Mikki vibró