Zorros [Yaoi/Gay]

Dulce venganza

CAPITULO 46
Dulce venganza

Había pasado una semana desde el festival de las máscaras. Durante esos días Gato había planeado la venganza contra Los Angora.

La guarida de los Angora estaba en una buena zona de la ciudad, probablemente eso les había hecho creer que estarían más seguros, tal vez pensaron que los Zorros no se atreverían a atacarlos debido a eso. Gran error.

Eran las 3:00am. Habían esperado la hora adecuada para poder entrar sin ser descubiertos. Gato había elegido a seis miembros para que lo acompañaran, si llevaba más sería más fácil llamar la atención, y no querían eso.

Brincaron la barda que daba al jardín trasero, y quebraron una ventana para poder entrar a la casa.

Era un lugar pequeño pero agradable.

--Se parece mucho a nuestra guarida -susurró Mikki.

--En muy poco tiempo dejará de parecerse -habló Gato- recuerden que solo tenemos quince minutos. Diviértanse

Comenzaron a hacer destrozos aunque de la manera más silenciosa posible, si hacían demasiado escándalo podrían descubrirlos.

--¿No podemos llevarnos nada? -preguntó Koh

--No. Les dolerá más ver que han destrozado sus cosas

--No quiero destruir una Playstation -continuó Koh- amo los videojuegos, ya lo saben

--No te preocupes Koh -se acercó Mikki- yo me encargaré de esto

Mikki lanzó la consola al suelo y comenzó a golpearla con un bate hasta hacerla pedazos. Koh sintió que destrozaban su corazón.

Gato fue a revisar las demás habitación, quería asegurarse que todo en esa casa quedara inservible. Entró a la que supuso era la oficina de Lex, lo dedujo ya que se veía parecida a la suya, y a Lex le encantaba copiarle.

--Nos quedan tres minutos Gato -dijo Noisy

Gato iba a empezar a destrozar todo, pero algo llamó su atención, el escritorio de Lex tenía un cajón con llave.

--Ayúdame a abrir esto Noisy

Ambos golpearon e hicieron de todo para hacer que el cajón se abriera, y lo lograron.

--¿Qué es eso? -preguntó el menor

--Esto, mi querido Noisy Boy, es la maldita kív, probablemente toda la que tienen disponible

El cajón estaba lleno de esas peculiares pastillas lila.

--Órale -dijo Gato, abriendo las pequeñas bolsas de plástico- ¿Ya viste? Hay de varias presentaciones, no son solo pastillas, también te la puedes inyectar e incluso hay supositorios -dio una carcajada- ¡supositorios!

--¿Las robamos? -sugirió el menor- será difícil destruirlas y ya no tenemos tiempo

--Solo me llevaré esto -habló el mayor, tomando una bolsa de cada presentación

--Si nos las llevamos les quitaríamos su fuente de dinero Gato, sería la mejor venganza

--Noisy, es importante que aprendas esto -Gato caminó hasta el baño y sacó el botiquín de primeros auxilios- cuando alguien te roba algo, la esperanza de recuperarlo se quedará contigo y con un poco de suerte tal vez sí lo logres, pero... -sacó una botella de alcohol- no puedes recuperar algo que se destruyó -tiró todo el contenido de la botella sobre las pastillas, sacó un encendedor y le prendió fuego