Zorros [Yaoi/Gay]

Acuerdos

CAPITULO 17
Acuerdos

Le hubiese gustado dormir unos minutos más, pero comenzaba a darle frío, abrió sus ojos y bostezó, se levantó un poco y miró a su alrededor, estaba en la habitación de su hermano, vio la ropa en el suelo y sintió que el alma se le iba, porque acaba de recordar lo que había hecho la noche anterior.

"¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡¿Qué hice?!"

Se levantó con rapidez y se puso su pantalón. Tenía ganas de golpearse la cabeza contra la pared hasta destrozarse el cráneo.

"¡Me aproveché de mi hermano!"

Salió de la habitación, buscando casi con desesperación a Iker, parecía no encontrarlo, y luego lo vio, el pelirrojo estaba sentado en uno de los bancos altos de la cocina. Las puertas del balcón estaban abierta, Iker se encontraba ahí, sentado cerca del balcón, mirando ese día tan nublado y triste. Solo vestía un bóxer y estaba fumando un cigarrillo.

--Lo siento mucho Iker -se acercó un poco, tenía desconfianza, no sabía cómo reaccionaría su hermano ahora que estaba sobrio- no puedo creer lo que te hice

--Tranquilo -le dio una profunda calada al cigarro, seguía con su vista fija en la ciudad y su expresión había tomado una seriedad que pocas veces se veía en él

--No debimos -se colocó la mano en la frente, apenas y estaba logrando asimilar lo que había pasado- no puedo creer lo que hicimos

--No estaba dormido

--¿Qué?

--El día que me besaste, no estaba dormido -apagó el cigarrillo que fumaba y encendió otro- Alec no me importa lo que tú sientas por mí. No me importa si es... Amor... o solo deseo sexual. No quiero saberlo. Dejaré que me tengas todas las veces que quieras, y solo te pediré una cosa

--¿Qué?

--No te vayas lejos de mí, quédate conmigo

..................

Elikei estaba en el estudio, tenía una pequeña oficina en donde se encargaba de los asuntos administrativos de la academia. Tener su propia escuela siempre había sido su sueño, a veces no podía creer que realmente estuviera pasando. Trabajar en lo que amas era de las cosas más satisfactorias de la vida.

--Tok Tok -habló Mikki desde la puerta

--Hola Miguel -Eli sonrió e hizo sus papeles a un lado- aquí está tu sueldo de la quincena

--¡Dineroooo! -el rubio tomó los billetes y comenzó a frotarlos en su rostro

Mikki daba clases de baile en la escuela de su hermano, su paga no era mucha, ya que en sí, la escuela no generaba tanto dinero, pero ese sueldo era suficiente para lo que Mikki necesitaba así que realmente no le importaba.

--Han aumentado los alumnos en tu clase ¿no? Eso habla muy bien de ti Miguel

--Soy el mejor

Eli solo sonrió y continuó trabajando en lo suyo.

--Eli

--Dime

--Deberías de aceptar la petición de Leo, deberías vivir con él

El pelinegro se detuvo y lo miró confundido.

--¿Cómo lo sabes?

--Los escuché hablando hace unos días. No era mi intención hacerlo, lo siento

--Sé que no fue tu intención

--Solo quería decirte que por mí está bien, estoy de acuerdo en que ustedes vivan juntos

--¿Nosotros? Si yo decido vivir con él obviamente que tú vendrás conmigo

--La casa de Leo está del otro lado de la ciudad , me tomaría más de una hora llegar a mi escuela y aún más llegar a la guarida. Yo puedo vivir en nuestra casa hasta que termine la preparatoria, cuando vaya a la universidad podría ir a vivir con ustedes.

--En ese caso le diré a Leo que viviremos juntos cuando tú termines la preparatoria

--No Eli, creo que no estás entendiéndolo. No será bueno que le pidas a Leo que espere un año más solo por mí, él ya ha esperado mucho. Y no pienso que él te esté pidiendo algo fuera de lo común, Leo solo quiere una vida normal. Él... Merece tener una buena vida contigo, tú también lo mereces.

--Pero no quiero hacerlo sin ti

--Tienes que dejar de pensar tanto en mí y comenzar a pensar en ti y en él. Ustedes necesitan esto, necesitan estar solos sin que nadie más los acompañe, toda pareja necesita eso. Un año dedicado solo a ustedes les irá bien. Además, no van a irse a China, no es como si ya no fuéramos a vernos, nos veremos todos los días, pero yo dormiré en nuestra casa y ustedes en su nidito de amor.

--Supongo... Que tienes razón. Ya lo he hecho esperar mucho, y él ha sido el mejor hombre que pude toparme en la vida