Hablando

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CAPÍTULO 118
Hablando

Escuchaba la voz de Amadeus, bajita, muy bajita, parecía estar teniendo una conversación con alguien, luego ya no lo escuchó, y el sonido de una puerta cerrarse se oyó. Juno abrió sus ojos y se encontró con esas paredes beige. Había estado en muy pocas ocasiones en el departamento de Amadeus, así que se sintió extraño al despertar y ver algo a lo que no estaba acostumbrado.

Se quedó un momento en la cama, no sabía cómo sentirse. Su mente era un desorden de emociones y pensamientos, realmente habría preferido no haber tenido sexo con Amadeus, no en ese estado, tan confuso e inestable.

Se puso de pie y se vistió con su playera y sus calzoncillos; su pantalón no lo encontró. Caminó hasta la cocina y ahí lo vio, Lex estaba en la barra, había algunas bolsas de compras encima.

—Buenos días -saludó el mayor- despiertas justo a tiempo, acaban de traer nuestro desayuno. Hot cakes y fruta.

—Yo podía prepararlos

—No quería despertarte -volvió a sonreír, Juno era débil ante esa sonrisa- siéntate

El menor obedeció y ambos comenzaron a comer. Esa situación le parecía tan conocida y a la vez rara. Ellos siempre se veían en moteles, cogían y a la mañana siguiente Amadeus pedía servicio a la habitación y desayunaban juntos. Era casi la misma situación pero se sentía tan diferente.

—Hay unas cosas que me gustaría comprar, quiero cocinar algo y seguramente no tienes nada aquí -dijo el pequeño- ¿Puedes dejarme algo de dinero?

—¿Qué necesitas? Iré a la guarida pronto pero de regreso paso a una tienda y lo compro

—No es necesario, yo puedo hacerlo

—No es seguro que salgas Juno, esos Zorros deben estar alertas, no quiero que nada malo te pase

—Nada malo va a pasarme, ellos no me lastimarían

—No quiero que te alejen de mí nunca más. Di mucho para recuperarte y no me arriesgaré a perderte otra vez

—Solo quiero ir a la tienda, quiero respirar aire fresco ¿O piensas mantenerme aquí encerrado?

Lex no respondió nada, solo desvió su mirada y dio otro bocado.

—¿Eso piensas hacer? ¿Me mantendrás encerrado?

—Es momentáneo Juno. Estoy arreglando las cosas en mi pandilla para que puedas unirte, y cuando eso suceda todo estará bien, estarás bajo nuestra protección y nadie podrá tocarte

—¿Qué? ¿Quieres que me una a los Angora? Pero... yo... no puedo, soy un Zorro

—Claro que no -se pudo de pie- ya no estás con ellos

...................


Alain estaba en el pasillo, preparándose para entrar. Esa situación lo ponía muy nervioso. Desde que había llegado a la guarida había evitado en lo más posible el estar a solas con Noisy, y en ese momento estaba a punto de hacer lo que no quería hacer: estar a solas con Noisy.

Lo que el castaño le había dicho la vez que se conocieron aún hacía eco en su cabeza. Noisy le había preguntado por Roberto. El pelirrojo se había esforzado tanto por ignorar ese incidente, pero lo cierto es que nadie podía huir de su pasado. No sabía quién era Noisy, lo que sí sabía era que él tenía algo que ver con su pasado.

Alain quería saber lo que Noisy sabía, y al mismo tiempo no, porque estaba seguro que no serían buenas noticias, y no estaba preparado para eso.

Zorros [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora