Zorros [Yaoi/Gay]

Todo por las malditas cervezas

CAPITULO 7
Todo por las malditas cervezas

Había colocado todas las cosas que llevaría ese día en la cama, no quería olvidar nada. Llevaba dos cambios de ropa, un traje de baño y bloqueador solar.

Ese fin de semana iría a la playa con los Zorros, aparentemente ellos solían hacerlo cada cierto tiempo. La verdad era que Noisy estaba un poco emocionado aunque le costara admitirlo, llevaba mucho tiempo sin ir a la playa.

Miró la hora y se dio cuenta que aún faltaban 20 minutos para que pasaran por él, aún tenía un poco de tiempo para grabar una cápsula. Sacó el tripié de su armario y lo colocó frente a su cama, acomodó la cámara y se sentó frente a ella.

--Aquí vamos -la puso a grabar- hoy es 28 de abril. Llevo un mes con los Zorros. Creo... Que las cosas han ido bien. Los chicos ya comienzan a confiar en mí -se detuvo un momento y respiró hondo- Gato me propuso volver a tener sexo con él, no sé qué tan en serio lo dijo pero... La verdad me incomodó mucho. Me acosté con él para poder entrar a los Zorros pero definitivamente no quiero que eso vuelva a repetirse. Platiqué con Mikki acerca de esto, aunque obviamente le planteé las cosas de una manera distinta, no quiero que sospeche lo que estoy haciendo. Lo que él me dijo me dejó... Inquieto. Yo quiero tener la confianza de Gato, él es el único que puede darme lo que necesito, pero... Honestamente no estoy seguro de estar haciendo un buen trabajo en eso, me molesta mucho su presencia y me porto muy grosero con él, eso definitivamente no hará que me gane su confianza. Tal vez Mikki tenga razón, el sexo puede ser una buena forma de acercarme a él, no quiero hacerlo pero... -suspiró- yo siempre estuve consiente de que tendría que hacer grandes sacrificios para lograr lo que quiero, supongo que... Podría intentar s-seducirlo -casi sintió un sabor amargo en su boca

Comenzó a escucharse repetidas veces el sonido de la bocina de un auto, apago la cámara, salió por el balcón y vio la camioneta Jeep Wrangler de Gato. Metió todas las cosas a su mochila y salió de su departamento, bajó con rapidez las escaleras y llegó hasta el carro. Iker y Mikki también estaban ahí y le habían dejado el asiento del copiloto a él. No le agradó, no tenía muchas ganas de estar cerca de Gato.

--Tardaste -el ojiverde lo miró molesto- odio esperar

--Fueron como 5 minutos, no seas exagerado

--5 minutos son 5 minutos

--Como sea

"Debí irme en autobús" dijo en su mente.

--Ustedes siempre están peleado -habló Mikki- es divertido verlos

--Me alegra ser parte de tu diversión -respondió Gato

--Hoy Iker viene muy serio -habló Noisy- no te has reído ni una vez

--Nuestro querido Iker no está de humor hoy -intervino Mikki- se peleó con su hermanito

--¿Quién te dijo eso? -preguntó el pelirrojo

--Nadie, pero es fácil deducirlo. Tú y Alec siempre viajan juntos, pero hoy decidiste venir con nosotros. Además, tú casi nunca te enojas, y cuando lo haces siempre es debido a Alec

--Eres demasiado observador Mikki

--¿Y bien? ¿Qué pasó?

--Preferiría no hablar de eso

--Está bien -le sonrió- pero si necesitas hablar con alguien ya sabes que yo te escucharé

--Gracias Mikki

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Después de casi tres horas de camino finalmente llegaron al lugar donde se quedarían. Era una casa que estaba a un lado de la playa, ubicada en una de las mejores zonas de Ciudad Tortuga. La casa se veía increíble por fuera y al entrar, era aún mejor. Era de dos pisos, una cocina enorme, varias habitaciones y una piscina. Sebastián no podía creer que pasaría la noche en un lugar como ese.