Nico, dulce Nico

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CAPÍTULO 52
Nico, dulce Nico


Koh llenó su plato de cereal, no había leche así que esa noche solo comería cereal, así sin más. Su madre había ido a pasar unos días a casa de su hermana. Koh no había querido ir, no le caía bien su tía. Su madre y él habían pasado por momentos tan difícil y ningún familiar les había brindado ayuda, así que para él, su única familia era su madre.

Se llevó el plato de cereal a la sala y comenzó a ver uno de esos programas donde investigaban casos paranormales. Afuera llovía así que lo único que esperaba era que no se fuera la luz.

Alguien comenzó a tocar la puerta, decidió ignorarlo, ya era de noche y si alguien tenía asuntos pendientes con él o su madre entonces que los visitara en una hora más decente. Pero el ruido continuó, así que Koh decidió abrir, dándose cuenta que se trataba de Mikki, el rubio estaba con su ropa empapada y cuando levantó su mirada se dio cuenta, Mikki estaba llorando.

--¿Qué pasó?

El rubio simplemente lo abrazó, y Koh hizo lo mismo. Duraron unos momentos así hasta que finalmente Mikki se despegó de él.

--¿Qué pasó Mikki?

Koh comenzó a obsérvarlo, asegurándose de que no tuviera ningún moretón.

--Hoy tuve un mal día

--¿Qué te hicieron? ¿Pasó algo con Abril?

--No, nada de eso, simplemente fue un mal día y... Necesito a mi mejor amigo

Koh sabía que Mikki le estaba mintiendo, algo malo le había pasado, lo conocía demasiado, pero no quiso agobiarlo mucho, esperaría hasta que se sintiera bien para contarlo.

--Vamos a mi cuarto -Koh lo tomó de la mano- tu ropa está mojada

Entraron a la habitación, Koh fue a su armario y comenzó a buscar algo para Mikki. Sacó un bóxer, una playera y un pants de los que Koh usaba para hacer ejercicio.

--Puedes cambiarte en el bañ...

Ya era demasiado tarde, cuando Koh volteó a verlo Mikki ya se había quitado su camisa y estaba bajándose el pantalón, se lo quitó por completo y luego se deshizo de su ropa interior, quedando completamente desnudo. Koh intentó apartar su mirada, pero no pudo, se quedó viendo esa blanca piel que moría por tocar.

Cuando Mikki era pequeño, su padre solía apagar sus cigarrillos en su piel, así que el cuerpo del rubio había quedado lleno de cicatrices. Gato le había tatuado pequeñas huellas de gato sobre cada cicatriz, así que el cuerpo de Mikki había quedado lleno de tatuajes, se veía adorable.

--¿Por qué me ves así? -habló el rubio mientras se ponía la camisa- ¿tan chistosa se me ve tu ropa? Ya sé, me queda enorme

Era verdad, la camisa le quedaba grande, pero no se veía mal, él se veía sensual, como si estuviese usando la ropa de su amante en una noche después del sexo. Koh intentó pensar otras cosas, su imaginación estaba yendo muy lejos.

--¿No vas a ponerte el pants?

--No, quiero dormir así

Se subió a la cama y se acostó. Dormirían juntos, lo cual ponía nervioso a Koh, habían compartido cama incontables veces, pero las cosas ya eran diferentes, aunque Mikki no se diera cuenta de eso.

Koh apagó la luz y se acostó en la cama.

--Buenas noches Koh

--Buenas noches

Zorros [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora