Sin título aún

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CAPÍTULO 111


No quería levantarse, pero la claridad y unos ruidos provenientes de la cocina lo despertaron. Noisy abrió sus ojos, parpadeó un par de veces y estiró su cuerpo. Había dormido en uno de los sofás. La noche anterior se había quedado hasta tarde en la guarida, ya era muy noche así que decidió quedarse a dormir.

Miró hacia la cocina y vio a Juno, el pequeño estaba preparando el almuerzo o limpiando, andaba de un lado para el otro.

Se levantó y caminó hasta la oficina de Gato, había dejado ahí su mochila. Entró y vio al moreno en su escritorio.

—¿Te levantaste temprano?

—Me levanté como a las 4:00am. No podía dormir

—¿Aún no has terminado la lista? Ya tenemos que enviarla, Gato entre mas rápido mejor

—Es difícil, Noisy. ¿Qué tal si me equivoco? ¿Cómo saber qué sacrificios proteger? Siento que sin importar el orden que yo decida, alguien terminará afectado, o más bien varios. Sacrificar a unos Zorros para salvar a otros. No es la manera en la que quiero solucionar esto

—Lo sé -Noisy se acercó- pero es la única manera que hay. Esto es mejor que como estábamos. Al fin nos desharemos de la máquina

Gato dio un gran suspiro, sentía que estaba a punto de volverse loco. Llevaba tantas horas reorganizando la lista, cuando sentía que ya había dado con el orden adecuado algo pasaba y la reorganizaba otra vez.

Anteriormente la máquina había liberado sacrificios aleatoriamente, pero en esa ocasión, sería Gato quien decidiría quién se hundiría y quien no. Era demasiado para él.


......................


Juno miró a su alrededor complacido con el resultado. La guarida nunca había estado tan limpia y ordenada. Le gustaba sentirse útil, le gustaba sentirse parte de la pandilla otra vez, aunque sabía que no lo era.

No sabía qué hora era, pero suponía que en cualquier momento Sanders le diría que ya era hora de regresar a su jaula. Los demás Zorros no debían tardar en llegar. Tomó la escoba y el trapeador y lo fue a guardar al pequeño almacén donde tenían todo lo relacionado a la limpieza. Caminó hasta la cocina, aún había algo más que necesitaba hacer, pero cuando entró se dio cuenta que Noisy estaba buscando algo en el refrigerador. Ellos rara vez coincidían, ya que Noisy no solía estar en la guarida en las mañanas, y cuando lo estaba, siempre estaba Gato o alguien más ahí. Usualmente solo compartían un "hola" o "¿Qué tal?", pero realmente jamás habían tenido una conversación.

—Esa ropa es mía -habló Noisy, al mismo tiempo que abría una lata de Seven Up

Juno retrocedió un poco, sintiéndose sumamente incómodo.

—Lo siento, la lavaré y te la devolveré -miró hacia el suelo, era difícil verlo a los ojos- lo siento

—Está bien, puedes quedártela

El castaño le dio un gran trago a su refresco, su mirada lucía relajada.

—Noisy... -habló el pequeño, con su mirada en el suelo y sus manos en su ropa, casi temblando- siempre he querido... pedirte perdón... por lo que hice -casi le costaba respirar, su pecho ardía- por mi culpa... lo que te pasó... lo siento tanto

Noisy no dijo nada por un momento, simplemente lo miraba con detenimiento, Juno de pie, con su mirada en el suelo, avergonzado, y muy triste.

—He pensado mucho en lo que pasó Juno -habló el castaño- y lo cierto es que... no tengo nada por que perdonarte. Lo que me pasó no tiene nada que ver contigo

Zorros [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora