Oportunidades

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CAPÍTULO 128
Oportunidades

Lo habían llevado a un cuarto pequeño y con poca iluminación, se encontraba solo, el oficial le había dicho que tenía visita y después se había ido.

No se arrepentía de lo que había hecho, había disfrutado el sentir su puño contra la cara de ese hombre. Su única preocupación en ese momento era Juno. Aún no sabía cómo se encontraba, y la incertidumbre comenzaba a volverlo loco.

La puerta se abrió, y entró la persona que menos se esperaba: su padre. El hombre solo dio un par de pasos, observando a su hijo con molestia.

—Es que no entiendo en qué me equivoqué contigo -dijo el hombre- te he dado tanto y te he pedido tan poco

—Papá, por favor no empieces, no es el momento

—¿Y cuando sí lo es? ¿Sabes en los problemas que me has metido por esta estupidez?

—El que está en problemas soy yo

—Sí, tienes razón -dio un gran suspiro- esta vez no voy a ayudarte

—¿A poco pensabas hacerlo?

—Amadeus, me refiero a todo. Tu tarjeta de crédito, tu departamento, ya no tendrás nada

—¿Qué? -se puso de pie- el departamento es mío y el dinero también. Hicimos un trato, dijiste que si terminaba la preparatoria y me mantenía alejado de ti, me darías lo que me pertenece.

—Hago esto por tu bien. Tal vez unos años en la cárcel te ayudarán valorar las cosas

—No puedo creer que vayas a hacerme esto

—Tú eres el que se hizo esto

—Por dios, ya deja de decir esas tonterías -subió el tono de su voz- ¿ahora resulta que eres un buen padre?

—Te consentí demasiado, te daba lo que me pedías. Un departamento, un auto, viajes. Por supuesto que intenté ser un buen padre. Es momento de que aprendas a vivir sin mi dinero

—Si te parece que el dinero es un problema entre nosotros, entonces esto es tu culpa. Cada vez que algo malo me pasaba ¿tú qué hacías? ¿Hablabas conmigo? ¿Me escuchabas? Por su puesto que no. Me dabas dinero, esa era tu madera de demostrarme que me querías, era más fácil para ti. Así que no quieras venir y enseñarme una lección, porque ya es tarde para eso.


...............



Mikki estaba sentado en la orilla de la cama, contándole a Juno una anécdota graciosa que le había ocurrido con Koh. Quería que sonriera, quería que por ese momento se olvidara de los problemas. Y Juno sonreía, pero al instante su expresión consternada regresaba.

—¿Hablaron con Amadeus? -preguntó el pequeño

—Claro que lo hicimos -mintió el rubio

—No vino ayer -bajó su mirada, jugando con su sábana- ¿Estará muy enojado conmigo?

—Por supuesto que no

—Mañana van a darme de alta, después de eso ya no podré verlo. Por favor, necesito que él venga pronto. ¿Podrías hablar con él personalmente?

—Lo haré Juno -sonrió- ya debo irme, si la enfermera me ve aquí tendré problemas

—Adiós Mikki

—Adiós Juno

El rubio salió de la habitación sintiéndose mal por haberle mentido a su amigo, pero simplemente no podía decirle la verdad. Juno estaba tan triste que el decirle que Lex estaba detenido lo derrumbaría.

Zorros [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora