-¿Por qué estas tan nervioso? -Mitch lo miró con el ceño fruncido.
-¿Yo? -Logan tomo el vaso y bebió de un trago -No estoy nervioso.
-Vale -y él arrastro la silla alejándola de la mesa y se sentó -¿Que ha pasado?
-¿Por qué tiene que haber pasado algo? -Logan se incorporo y se dirigió hacia la botella, para servirse de nuevo.
-Es medio día y esa -señaló el vaso que sostenía -Es tu tercera copa. -le observo volver a tomar asiento tras la mesa del despacho -Hoy habías dicho que iríamos a hacer una inspección de todas nuestras tierras, cosa que nos llevaría todo el día. Y te levantas y dices a los hombres que se tomen el día libre.
La puerta del despacho se abrió y ambos hombres mirará hacia alli para encontrarse con Marga, parada en el umbral. Ella avanzo, con la vista fija en Logan. Se paro ante la mesa, giró el rostro y miró a Mitch.
-Tu, largo -y volvió a mirar a Logan.
-¿Disculpa? -Mitch se levanto mirandola molesto.
-Quedas disculpado, pero largo -y ella respondio sin mirarle.
-Déjanos solos Mitch -Logan miró a su amigo y asintió.
-Hay que joderse -y él aparto la silla y paso junto a Marga, mirandola de reojo molesto, atravesó la habitación y salió cerrando tras él.
-Un poco susceptible tu amigó -dio varios pasos y se sentó en la mesa, de lado, con medio cuerpo girado hacia él -Bien, maridito. -se inclinó hacia el -¿Como piensas contactar o atraer a los mercenarios?
-Encendiendo una hoguera en el acantilado sur -él la miró a los ojos -Se mantendrá encendida por dos días.
-¿Y por que eso les atraerá? -ella frunció el ceño.
-Cuando mi tío era el Laird, esta era la manera en la que se comunicaban -Logan tragó saliva -Una hoguera encendida por dos días, era una forma de decirles que el caminó estaba despejado, que necesitábamos reunirnos.
-Una hoguera en el acantilado -Marga se quedo pensativa -Lo que significa que no están muy lejos. -entonces entrecerró los ojos -¿Has dicho cuando tu tío era Laird?
-Si -el desvió la vista.
-¿Desde cuándo no os comunicáis con ellos? -apretó la mandíbula.
-Poco después que el Invencible tomara su lugar como Laird -y él la miró nervioso -Funcionara.
-La mayoría de esos mercenarios estarán muertos -se inclinó más hacia él, con sus rostros muy cerca -Mas os vale que funcione. -y ella le quito el vaso de la mano y se lo bebió de un trago, dejándolo sobre la mesa ante él.
Unos golpes en la puerta, les interrumpieron, pero ella no se apartó, seguía sobre la mesa, sentada inclinada hacia él y con las manos apoyadas en la madera.
-Logan -Mitch abrió la puerta y frunció el ceño -Aquí están el armero y el herrero, traen las compras de nuestra señora.
-¿Compras? -Logan miró a Mitch y de nuevo a su esposa.
-Ah, sí -y ella se giró y bajo de la mesa, caminó hacia la puerta y miro a Mitch alzando una ceja, él se hizo a un lado, dejándola pasar. Y ella saló del despacho.
-Es irritante -Mitch apretó la mandíbula.
Logan se quedo observándola alejarse, sus ojos recorrieron su espalda, bajando hasta su trasero. Tragó saliva, tomo el vaso y lo llevo a sus labios, frunció el ceño, lo aparto y suspiro, dejándolo sobre la mesa.
-¿Que ha comprado? -se incorporo y rodeo la mesa para caminar hacia la puerta.
-Manteles no -y Logan rodo los ojos.
Cuando ambos hombres llegaron a la sala. Marga estaba sosteniendo dos arcos y tomando una espada.
-Laird -el herrero se inclino levemente.
-Laird -el armero le imito y después volvió a mirar a su señora -¿Os parece bien?
-Creo que sí -Marga asintió, observando el arco pequeño. Vio a una de las sirvientas pasar tras los hombres -¡Eh! ¡Tú!
-¿Si, Señora? -la chica se acercó mirandola confundida.
-¿Como te llamas? -Marga al ver la sorpresa en su rostro, suspiró -¿Tu nombre?
-Dalla señora -la chica respondio rápidamente.
-Bien, Dalla ¿puedes llevar esto a mi habitación por favor? -y le entregó la espada, el arco y sus flechas.
-¿Eh? -ella miro las armas y tras unos segundos las tomo -Si, señora.
-Gracias -Marga asintió.
-¿Eso son espadas de madera? -Mitch observo las espadas que sostenía.
-Si -y Logan miró a su esposa sonriendo. -Señores pasen al despacho para pagarles por sus servicios.
Marga se giró, encontrándose con la mirada de su marido, una mirada divertida, podría decir que picara. Los hombres caminaron al despacho siguiendo a Mitch y Logan la miró unos segundos y tras sonreír se dirigió al mismo lugar.
-Espero esto cubra su trabajo -Logan entrego una bolsa con monedas a cada hombre.
-Es más que suficiente señor -el herrero le miró agradecido.
-Si, señor -el armero asintió -Espero todo estuviera al gusto de su esposa.
-Estoy seguro de eso -Logan miró al herrero con el ceño fruncido -¿La daga te la compro también a ti?
-No, señor -el negó -Fue un obsequio para la señora, por su llegada a nuestro clan.
-¿Que daga? -Mitch frunció el ceño, mirando de uno a otro.
-Pueden retirarse -asintió y observo como los hombres salían de su despacho.
-¿Me vas a explicar algo? Porque no entiendo nada -Mitch se cruzo de brazos -Solo que tu mujer ha comprado una espada, dos espadas de madera, dos arcos, uno muy pequeño y flechas. Ah y que le han regalado una daga, que yo no he visto.
-Pues yo sí, la vi de cerca. -Logan sonrió - En mi cuello.
-¿Como dices? -él abrió los ojos -¡¿Tu mujer te amenazó con una daga?!
-Tanto como amenazar...-el suspiro mirando a Mitch -Anoche entró en mi habitación mientras me bañaba y estaba tan relajado que no me di cuenta hasta que la daga estaba en mi dueño.
-¿Y qué paso? -Mitch frunció el ceño.
-Que me advirtió que no la evitara mas -y Logan negó con la cabeza sonriendo.
-Así que eso es lo que paso -él negó con la cabeza -¿Y tú te quedaste quietecito en la bañera? -se quedó observando a su amigo, viendo como desviaba la vista y se sonrojaba -espera -se acerco a él mirándole -No. ¿no? No. No. ¿Si? -abrió los ojos exageradamente -¡Te empalmaste con ella colocando una daga en tu cuello!
-¡Cierra la bocaza! -Logan le puso la mano en la boca y la aparto haciendo una mueca y limpiándola en su ropa.
-Eres increíble, vas a terminar enfermo -Mitch caminó por el despacho de un lado a otro -Necesitas desfogar todo el tiempo que has estado sin tocar a una mujer. ¿Tu crees que...-se giró y vio que su Laird se había ido. -Genial. Lo está volviendo loco.
-¿Desde cuándo? -se paró tras su madre, observando a Dun y Marga, entrenando con las espadas de madera.
-Pues desde que mi hijo decidía evitarla y ella escogió pasar su tiempo con ese hombrecito -Ciara repitió las mismas palabras que ella le dijo, mirando de reojo a su hijo.
-Ya -y Logan sonrió, sin dejar de mirar como ella le enseñaba una buena posición para pelear.
-Muchas cosas van a cambiar -Ciara se giró y miró a su hijo -Cambiaran para mejor.
-Eso esperó -y el habló con la vista fija en el rostro de su esposa, que sonreía.
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Los Hijos de Las Highlands.
RomanceSECUELA DE LA SAGA HIGHLANDS. PROXIMAMENTE Se recomienda leer antes la saga Highlands (La Guerrera, El Invencible, La esposa, El Conde, La Duquesa, El Laird y La Bruja) Este libro recoje las historias de sus hijos, de los descendientes de los clan...