Capitulo 20: Te quiero

25.6K 3.1K 306
                                    


El sonido de los cascos de caballo inundaron el patio, entre risas, las tres se miraron y desmontaron sus caballos para entregar lar riendas a los hombres que se acercaban. Clere asintió agradeciendo al mozo que tomo sus riendas y miro a su alrededor.

-¿Asegurándote de que no está? -Coira Bukchaman la miró con una ceja alzada.

-¿Qué? -Clere se quitó los guantes y caminó hacia los escalones del castillo Bukchaman -No sé de qué me hablas.

-Nos hiciste levantar temprano, desayunar, preparar las cosas e irnos de picnic -Brenda la miró de reojo.

-Ir de picnic al clan MacPearson -Coira alzó la mano -Y no digas que era por pasar tiempo con Lilias, porque Ania también nos acompañó. Podríamos haber ido a las tierras de tu tío.

-Pero estaba claro que mi hermano buscaría alli después de no encontrarnos por ningún lado -Brenda suspiró abriendo la puerta de la casa.

-No estoy huyendo de nada -Clere entró con la vista al frente, sin atreverse a mirar a las dos hermanas que la miraban burlonas.

-Ya, por eso no nos dijiste a donde íbamos hasta que ya estábamos cruzando el límite de las tierras MacPearson. Le dijimos a papa que íbamos de picnic y no sabe donde -Coira negó con la cabeza -Lo que me recuerda -se giró hacia ellas -Iré a decirle que estamos de vuelta y pediré que nos sirvan un poco de té en el salón exterior, esperadme alli.

-De acuerdo -Clere subió las escaleras directa al salón que tanto le gustaba. Una terraza que los Bukchaman habían convertido en un precioso salón al exterior, con la luz del día iluminándolo.

-Sabes que tarde o temprano tendrás que verle -Brenda caminó tras ella, entrando al salón y sentándose frente a ella -Clere.

-¿Qué? -alzó la vista, dejando los guantes sobre la mesita que había ante ellas.

-¿Mi hermano te lastimó? -y cuando la pequeña de las Bukchaman le pregunto, ella se quedó congelada. Brenda agachó el rostro -Se que mi hermano no ha sido un santo, pero todos saben que en estos años el ha cambiado.

-¿Ha cambiado? -Clere frunció el ceño.

-Algunas mujeres estaban molestas porque él ya no les prestaba atención -Brenda la miró a los ojos -Kirk nos dijo que eso era porque se había enamorado. Pero nunca pensamos que serías tu...

-¿Y porque piensas que soy yo? -Clere tragó saliva despacio.

-Porque escuché a mis padres decir que al fin mi hermano te traía de vuelta a casa, que este era tu lugar a su lado. -Brenda sonrió -¿Vas a casarte con mi hermano?

-Yo...-se quedó sin palabras, era incapaz de decir absolutamente nada.

Y entonces los pasos de botas golpeando con fuerza llegaron hasta ellas, haciendo que miraran al pasillo, por donde Lucien Bukchaman se acercaba, con la mirada fija en Clere.

-Brenda déjanos -habló entrando al salón, parando ante ellas.

-Si -y ella se levantó.

-Brenda quédate -Clere habló, sin apartar la mirada de Lucien.

-¿Eh? -ella miró a Clere y después a su hermano dudando.

-Te vas -él habló, atrayendo la atención de su hermana.

-Te quedas -Clere respondió y ella la miró entonces.

-¡He dicho que se va! -Lucien entrecerró los ojos furiosos

-¡Y yo he dicho que se queda! -Clere respondió alzando la voz, pero sin moverse de su asiento.

-¡Oye! ¡Ya basta! ¡No soy un perro! -Brenda miró a ambos molesta -¡Discutid y gritaros pero a mí no metedme en esto! -y caminó hacia la puerta.

-Eh, ¿Que pasa? -Coira llegaba a la puerta en el momento en que su hermana salía.

-Nos vamos, antes de que se pongan a discutir si te quedas o no -y Brenda tomó la mano de su Herman y la hizo girar, y caminar hacia donde había venido.

-¡Eh! ¡¿Pero que pasa?! -Coira gritó girando el rostro para mirar atrás mientras su hermana la arrastraba por el pasillo.

-¿No tienes nada que decir? -Lucien la miró, sentada en su lugar, tan tranquila.

-No soy yo quien ha venido a interrumpir mi agradable charla con tus hermanas -respondió con tranquilidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-No soy yo quien ha venido a interrumpir mi agradable charla con tus hermanas -respondió con tranquilidad.

-¡Agh! ¡¡Eres desesperante!! -Lucien pasó las manos por su pelo furioso

-¡¿Que yo soy desesperante?! -y al fin ella se levantó de su lugar mirándole molesta

-¡Si! ¡Tú! -señaló la puerta por la que acababan de marcharse sus hermanas -¡Mira lo que provocas!

-¡¿Lo que yo provocó?! - y ella colocó las manos en sus caderas -¡¿Y que es lo que he provocado eh?!

-¡¡Me he pasado toda la puñetera mañana caminando por mis tierras con un ramo en mis manos!! ¡Hasta fui a las tierras MacClain! -gritó furioso -¡¿Sabes cómo me recibió tu tío?! ¡El Diablo se rió en mi cara al verme con el maldito ramo!

-¡Oh! ¡Pobrecito! ¡El gran Lucien Bukchaman! ¡Has tenido que perseguir a una mujer con un ramo de flores! ¡¿Cuantas veces has hecho eso Lucien?! ¡Tampoco es que pudieras sorprender a tu clan! -ella hizo una mueca.

-¡Nunca! ¡Maldita sea! ¡Nunca regale flores a ninguna mujer! ¡Nunca he hecho nada de lo que he hecho por ti Clere! -dio un paso hacia ella respirando agitado -¡Nunca había salido de las Highlands detrás de una mujer! ¡Nunca había luchado con petulantes idiotas para ganarme tus bailes! ¡Nunca había llevado a una mujer a dar un paseo en barca!

-Claro, porque nunca habías tenido que hacer lo necesario para apartarlas de otro hombre. ¿O a caso no es eso lo que habías acordado con mi padre? -no gritó, había calma en ella, una calma que a él asusto. Pues no era enfado lo que había en su voz, en su rostro, en sus ojos. Era dolor.

-Si, eso es lo que acordé con tu padre -dio un nuevo paso, quedando muy cerca de ella -¿Pero sabes? Lo habría hecho de todas formas. Aunque Ewan se hubiera opuesto, aunque me hubiera golpeado, habría impedido que te prometieras con ese o cualquier otro idiota. Fui allí por ti Clere, porque eres mía, porque me perteneces, porque te pertenezco. Porque desde que te bese no he podido dejar de pensar en ti, porque desde que te bese sueño con tu rostro, con tus besos, con tu cuerpo, porque desde que te besé no he sido capaz de tocar a otra mujer. -alzó la mano, colocándola en su mejilla -Porque te quiero Clere. Porque te amo.

Ella se quedó mirándole, sintiendo el calor de su mano en la mejilla y las lagrimas inundando sus ojos. Sintió sus dedos moviéndose por su piel, limpiando sus lagrimas, apartando el rastro de humedad.

-Lo siento, nunca quise hacerte daño. Sé que no te merezco pero aun así no voy a dejarte ir, no puedo dejarte ir. -Lucien apoyó la frente contra la de ella -No quiero dejarte ir.

Y la Amapola se alzó de puntillas, juntando sus labios y alzó los brazos, rodeando su cuello, pegándose a su cuerpo mientras sus bocas se fundían. Con un gemido de desesperación, Lucien Bukchaman la abrazó con fuerza, encerrándola entre sus brazos, contra su cuerpo, como si quisiera asegurarse de que ese era su lugar.

-Que bonito -Brenda limpiaba las lagrimas en sus ojos apoyada en la ventana que daba al salón.

-Calla tonta que nos va a oír -Coira sonrió, limpiando sus lagrimas. 

Los Hijos de Las Highlands.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora