Los Hijos de Las Highlands.

Capitulo: A su hogar

-¡¡Moira!! -Beth gritaba recorriendo cada lugar del castillo, abriendo habitación por habitación. -¡¡Moira!!

-¡Nada! -Murray se paro en lo alto de las escaleras negando con la cabeza.

-¡En el jadón trasero no está señor! -otro hombre entro a la casa nervioso.

-Quizás este...-Morris frunció el ceño.

-¡Le ha pasado algo! -Sloan grito fuera de sí y todos le miraron. -¡¡Hay que buscarla!! ¡Por cada rincón! ¡El bosque! ¡Toda la maldita isla!

-¡Ya habéis oído! -Morris miro a los hombres y todos salieron corriendo.

Con antorchas se dividieron en grupos y se internaron en el bosque, dispuestos a recorrer cada centímetro de la isla para encontrarla.

-¡¡Aquí!! -Murray grito y Sloan, Morris y un grupo de hombres corrieron hasta llegar al lugar en el que se encontraban. Se pararon ante él, viendo la sangre en el suelo, iluminada por la antorcha que el sostenía, inclinada. -Es sangre.

-Mierda -Morris miro a su amigo de reojo.

-Si le han hecho algo ...-hablo lleno de rabia.

-¡Aquí hay más! -otro de los hombres hablo, moviendo la antorcha -¡Hay un rastro!

Y rápidamente El Cazador avanzo con su antorcha, empujando las ramas, sintiendo los arañazos en sus brazos, pero sin importarle nada más que la sangre que estaba siguiendo. Sintiendo la presión en su pecho, el miedo recorriendo cada parte de su ser, solo de pensar que aquella sangre fuera de ella, que estuviera herida, que la hayan dañado, que se la lleven de su lado. Llegando a un pequeño claro en el centro del bosque, movió la antorcha, buscando el resto de sangre y vio un cuerpo al otro lado.

-¡Moira! -corrió hacia alli y cuando le ilumino con la antorcha vio a uno de sus hombres. Con rabia lanzo la antorcha al suelo y se abalanzo sobre él, agarrándole del cuello y zarandeándole para despertarse -¡¡Despierta!! -golpeo su cabeza con el suelo bruscamente.

El hombre comenzó a toser, gimiendo, llevando la mano a su pierna que no dejaba de sangrar.

-¡¡¿Que le habéis hecho?!! -apretó su agarre mirándole fuera de sí -¡¡Dímelo!!-al ver que no estaba dispuesto a hablar, alzo su brazo y lo golpeo, una vez, dos. -¡¡Dímelo!!

-¡Cazador! -Morris le agarro el brazo -¡Si lo matas no podremos sacarle nada!

Respirando agitado se quedo mirando al hombre malherido, con su brazo sujeto por su amigo, giro el rostro y le miró, asintiendo, entonces este le soltó el brazo. El bajo la mano, hasta la herida en su pierna y con fuerza la apretó, haciendo que él soltara un grito desgarrador.

-Dime lo que quiero saber -Su voz sonó muy amenazante.

-¿Vas a morir por ellos? -Morris lo miro fijamente -Se han ido, te han abandonado porque estas herido. Te han dejado tirado. ¿De verdad vas a morir por ellos?

-Véngate por esto -El Cazador se inclino sobre él, mirándole fijamente -Dime donde están, donde la tienen.

-El...el...barco -el hablo en apenas un susurro.

-¿Ha dicho...? -Morris abrió los ojos sorprendido, pero antes de acabar la pregunta, Sloan movió las manos con rapidez y le partió el cuello

-¡¡¡Al barco!!! -Sloan se incorporo y salió corriendo.

-¡¡Murray avisa al resto!! -Morris grito, siguiéndole con la antorcha en su mano.

Sabía que sus hombres les seguían, escuchaba sus pasos, pero él era mas rápido, o por lo menos esta vez, algo le estaba dando la fuerza para serlo. Escuchaba su propia respiración acelerada, los latidos de su corazón resonaban en sus oídos. Corría con toda su fuerza.