Rodó sobre la cama, suspirando, mirando el techo. Se incorporó y observó la puerta, volvió a tumbarse en la cama.
No podía, no podía seguir alli encerrada, mirando a la nada, haciendo nada.
Saltó de la cama y llegó a la puerta, la abrió bruscamente y vio a Lean dar un salto colocándose en guardia, mirandola sobresaltado.
-Me aburro -le hablo, viendo como él la miraba dudando -Oh vamos, no voy a hacerte nada pero me aburro -entonces sonrió -O si.
-¿O sí que? -su mano se alejo, aunque despacio, de la espada en su cinto.
-O si voy a hacerte algo -abrió mas la puerta, apoyándose en el marco de esta -Necesito pelear.
-¿Y tiene que ser conmigo? -él frunció el ceño.
-¿Ves a alguien más por aquí? -se encogió de hombros -Venga pasa -se giró y camino por la habitación y miró a la puerta -¡Lean!
-No creo que esto sea una buena idea -entró negando con la cabeza, cerrando la puerta despacio y mirandola con desconfianza. -¿Por qué yo?
-Porque puedo confiar en ti -y ella le miro y sonrió -Me tienes tanto miedo que no te pasaras.
-Yo no te tengo miedo -dio un paso adelante, mirandola molesto.
-Entonces ven aquí -y señalo el cinto -Y quítate la espada.
-¿Que me quite la espada? -miró su espada y de nuevo a ella.
-Quítate el cinto -señaló entonces su pecho -Y la capa.
-¿La capa? -el miró hacia la puerta -Em. No creo que...
-Lean, quítate eso ya y ven aquí, vamos a practicar algunos golpes y poses de defensa -apartó la mesita y el sillón -A mi me ayudara a desahogarme y a ti te vendrá bien, tendrás alguna leve ventaja sobre mi si conoces mis movimientos. ¿No crees?
-Vale -asintió aunque aun dudando, se quito el cinto y la capa -Pero rápido, eh. Si Kurgan nos ve...
-¿Te especifico lo que a mí me importa que nos vea Kurgan? -Ayleen le hizo gestos con la mano para que se acercara -Ven hombre, no muerdo. No, ahora.
Despacio, Lean se acercó a ella y se paró, delante, observándola. Ayleen alzó una ceja.
-¿Y? Atácame hombre -suspiro rodando los ojos -Vale, pues yo primera-y se lanzo a por él, tomando su brazo y girándolo bruscamente, haciendo que su cuerpo girara sobre sí mismo y se incorporara hacia delante.
-¡Ah! ¡Ah! -Lean gritó mirandola de reojo -¡Vale! ¡Vale!
-¿Pero es que no sabes librarte de una llave? -le soltó y le miró -A ver, hazme lo mismo.
Y él se acercó y con cuidado la tomó del brazo le hizo la llave, Ayleen le dio un patada en la espinilla.
-¡Eh! ¡¿Y eso a que viene?! -Lean la miró moleta, sin soltarla.
-¡Usa fuerza hombre! ¡¿O es que no tienes?! -y conforme ella gritaba, sonrió al sentir que el ejercía fuerza sobre su brazo, haciendo presión con la llave. -¿Ves? ¿A que no ha sido difícil? -y entonces ella movió la pierna deslizándola entre las de él, golpeando una de sus rodillas desde atrás, haciendo que perdiera la estabilidad. Y al notar que su cuerpo se tambaleaba, golpeo su estomago con el codo y movió su brazo, liberándolo, y empujándole hacia atrás, haciéndole caer al suelo y cayendo sobre él.
Se quedaron en silenció, mirándose.
Lean tumbado en el suelo, mirandola sorprendido y ella sentada sobre su estomago, llevando la mano al cuello de él.
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Los Hijos de Las Highlands.
RomanceSECUELA DE LA SAGA HIGHLANDS. PROXIMAMENTE Se recomienda leer antes la saga Highlands (La Guerrera, El Invencible, La esposa, El Conde, La Duquesa, El Laird y La Bruja) Este libro recoje las historias de sus hijos, de los descendientes de los clan...