Se paró ante el espejo de su habitación, observó su reflejo conteniendo el aliento, sorprendiéndose a sí misma.
El precioso vestido se pegaba a su cuerpo resaltando su cintura, dejaba la piel de su cuello a la vista, con ese escote.
La puerta se abrió y Charles entró de espaldas, cerrando.
-La abeja reina ya ha llegado -se giró hacia ella y abrió la boca -¡Dios santo!
Davinia se giró hacia él despacio, frunciendo un poco el ceño y moviendo los brazos.
-¿Qué? -sintió sus mejillas enrojecer.
-Estoy debatiéndome entre buscarte una capa o otro vestido -él la miró de arriba abajo y suspiró -Algo está claro, mi primo se va a llevar una gran sorpresa.
-¿Esta ya en el salón? -entrelazó sus manos ante ella, nerviosa.
-Si, ya la reina abeja se ha abalanzando zumbando sobre él -hizo una mueca y sonrió levemente mirandola -Vas a ser una buena distracción, mi primo tendrá que estar muy pendiente de todos los que se abalancen sobre ti.
-No es esa la forma en que quiero que esté pendiente de mi -Davinia bajó la vista al suelo.
-Mierda -él alzó la mano rascando su cabeza -Esto no se me da bien, yo no sé nada del amor. -se acercó a ella y alargó la mano para tomar su barbilla y obligarla a mirarle -¿Pero sabes de lo que si se? De la corte y de las muchas formas en que tu y yo vamos a estropear el plan de nuestra amiga abeja. -sonrió divertido -Con un poco de suerte se regresa furiosa a su colmena.
Y Davinia rió llevando la mano a su boca, para después abrazarle y darle un beso en la mejilla.
-Lo que mas agradeceré de haber vuelto, es volver a tenerte a mi lado -y se apartó de él mirándole con mucho cariño.
-Recuérdalo cuando tengas que protegerme de tu hermano y tu padre por no haber interferido salvando a su pequeña niña del abusado futuro Conde que se quiere aprovechar de ella -se quedó pensativo -Un momento, si la que se quiere aprovechar eres tu -y la señaló alzando ambas cejas.
Tomada de su brazo y con una nueva sonrisa en su rostro, dejo que él la guiara por la planta de arriba de palacio, hasta llegar a las escaleras. Bajaron despacio, el colocando su otra mano sobre el brazo de ella, sujeto al suyo y apretando suavemente. Se pararon ante las puertas del gran salón de actos.
-Que empiece la diversión -y Charles habló en voz baja y asintió a los guardias que abrieron las puertas.
Las parejas se movían bailando en el centro de la sala inundada por la suave música, mientras los murmullos y risas retumbaban de fondo, con todos vestidos elegantemente.
El principie dio un paso al frente llevándola a su lado y rostros comenzaron a girarse hacia ellos y las miradas a posarse en ella. Ambos sonrieron y asintieron a los que los miraban, recibiendo la respuesta al saludo con cierta sorpresa y curiosidad.
ESTÁS LEYENDO
Los Hijos de Las Highlands.
RomanceSECUELA DE LA SAGA HIGHLANDS. PROXIMAMENTE Se recomienda leer antes la saga Highlands (La Guerrera, El Invencible, La esposa, El Conde, La Duquesa, El Laird y La Bruja) Este libro recoje las historias de sus hijos, de los descendientes de los clan...