Los Hijos de Las Highlands.

Capitulo: Mi clan

Tierras MacCarty

Cuando salieron del espeso bosque y la aldea apareció ante ellos en la lejanía, dos lobos les interceptaron. Saliendo uno de cada lateral del bosque, se unieron al grupo, situándose junto a los dos jinetes, hermanos, que cabalgaban guiándoles. Un lobo gris, ese que ella había visto ya muchas veces, acompañando a Iona y el otro, un inmenso lobo negro.

-Así que es cierto -Sloan habló mirando a los animales -Tienen lobos.

-Si -y ella giró el rostro y le miró -Y por lo que mis padres cuentan, son grandes aliados en las batallas.

-La MacCarty ...-El Cazador habló pensativo.

-Iona -Ella le corrigió.

-Iona -asintió y suspiró -Dijo que estaban todos.

-Si, mi padre ha decidido traer a toda la familia -ella le miró y sonrió -Vas a conocer a mis tíos. Conocerás a todos los clanes.

Y el miró al frente, inspirando aire bruscamente.

Cuando atravesaron la aldea, fueron consciente del odio y el resentimiento que el pueblo del Invencible les procesaba. Y no podía culparles, habían sido parte de su pasado, de su historia, la parte más oscura de ella.

Al salir de esta, la tensión se incremento. El campamento de guerreros se extendía hasta la lejanía, desde la aldea hasta llegar a las murallas del castillo. Sloan miro a su alrededor, viendo los estandartes, los escudos. Los caballeros, con sus armaduras, los guerreros mirándolos con rabia.

-Han venido a matarnos -Murray tragó saliva, mientras sus manos temblaban sujetando las riendas.

-Han venido por ella -Morris miró a Moira, viendo como asentía, saludando a los guerreros, haciéndoles ver que estaba bien. -Y ahora ella es de los nuestros.

-¿Que quieres decir? -Murray frunció el ceño, miró al Cazador y de nuevo a ella. Su boca se abrió -Lo van a matar.

-Ella no dejara que lo hagan -y Morris sonrió levemente.

Cuando cruzaron la muralla que rodeaba el castillo, se encontraron en el centro del patio, un patio listo para recibirles. Los guerreros MacCarty se movieron con rapidez, rodeándoles, no dejándoles espacio para escapar. Los mercenarios se tensaron, mirando nerviosos a su alrededor. En lo alto de las escaleras del castillo, Kyle MacCarty les observaba, sin expresión alguna.

-¿Y ese es? -Sloan pregunto, observando al chico.

-Kyle MacCarty -ella respondio, desmontando su caballo.

Aidan e Iona bajaron de sus monturas, se giraron hacia ellos y señalaron hacia las escaleras.

-Tus mercenarios permanecerán aquí -Iona habló a Sloan -Mi hermano Kyle se encargara de que todo permanezca tranquilo -al ver la inquietud en la mirada de él, alzo una ceja -No vamos a hacerles daño Cazador, lo habrías visto en tus sueños.

Y Sloan abrió los ojos sorprendido, mirandola.

Subieron los escalones, siguiendo a los MacCarty. Las grandes puertas se abrieron y se perdieron de la claridad del exterior, adentrándose en el inmenso castillo. Caminaron por los pasillos, hasta llegar al final, a un gran portón de madera oscuro. El Frió empujo el portón, dando acceso a una inmensa sala, una sala donde les estaban esperando.

Moira dio un paso adelante, adentrándose, viendo al frente, el gran estandarte del clan de Hielo colgado y bajo este, el Invencible y su esposa, sentados.

-¡Moira! -y Javrik MacClain apareció de un lado, corriendo hacia ella y abrazándola.

-Yo también me alegro de verte, hermano -Ella correspondió a su abrazo, sonriendo y cerrando los ojos con fuerza, evitando que las lagrimas salieran de estos. Cuando se aparto, vio a su madre y se abrazo a ella -Mama.